Villaviciosa de Córdoba - Cordoba

A primeros de éste (para mi) difícil año, abrieron en Villaviciosa un gimnasio de explotación privada, pero en terrenos del ayuntamiento, por tanto, subvencionado para su uso y disfrute. La verdad es que está fenomenal. Mandé éste artículo, en clave de humor, a una revista local, y me lo publicaron, os lo reproduzco, para distraeros la mañana.
LA FIEBRE DEL CHANDAL.
"A mediados del siglo XIX, miles de americanos, se dejaron llevar, atraidos por los cantos de sirena, de un fenómeno social llamado: la fiebre del oro.
Hoy en Villaviciosa está ocurriendo algo similar, que yo he denominado: la fiebre del chándal.
Por supuesto, yo no me resistido, y viendo las obras ya casi terminadas, decidí apuntarme.
Encontré en el fondo del trastero de mi casa, mis viejas zapatillas de deporte, en un estado lamentable y pasadas de moda. Ya me he comprado unas zapatillas de "fitnes" y un chándal a la última moda.
El pasado 10 de enero abrió sus puertas el centro de deporte, ocio y relax HISPAOCIO. He de decir que son unas magníficas instalaciones y perfectamente equipadas. Lógico el desbarajuste de los primeros días, con avalanchas de gente que hacíamos cola en la recepción, bien para informarnos o bien para sacar el carnet. El personal del centro ha tenido estos días más trabajo que el Angel de la Guarda de Esperanza Aguirre, pero lo han resuelto siempre con eficacia y una sonrisa.
Ya una vez dentro, perfectamente equipado, con la camiseta fuera del pantalón (para disimular mi tripita cervecera), no se por donde empezar con todo lo que se me ofrece: cintas de andar o correr, varios tipos de bicicletas, circuito de ejercicios, pesas, natación, pilates, spining, circuito de relax, spa, etc. Decido hacer un poco de todo.
Varios días después, las agujetas no han podido con mi entusiasmo, y ahora he perfecionado mi equipamiento comprándome un pulsómetro, que entre otras funciones, me cuenta las calorías que gasto. !Estoy encantado!.
El otro día me he encontrado con un amigo en el vestuario, y charlando con él, le cuento orgulloso, que en 50 minutos de ejercicios varios, he gastado casi 600 calorías; me ha mirado de arriba abajo y me ha advertido muy serio: - Luis, ten cuidado que con tanto ejercicio, te estás quedando en las grasas !!!!!. Todo ésto puede ser, porque he detectado que el ejercicio físico produce hambre y sed, y ya me encargo yo, al llegar a casa, de recuperar las calorías gastadas con tanto esfuerzo.
Yo, no he podido, como hizo Ulises, atarme a ningún mástil, y me he dejado llevar y seducir por la fiebre del chándal.
A ver cuanto me dura."

Por supuesto que, aunque hago otros deportes, ya no voy al coñazo del gimnasio. Y ya véis, me llamo Luis. Saludos.

Muy bueno , luichi, yo tambien estoy en las grasas.!!!

Afortunadamente las fiebres son así,pegan el subidón y...¡hasta la próxima!;lo de quedarte en las grasas tiene otras causas como dices y bien sabes pero la carne es débil y ¿quien se resiste ante una buena jarra de cerveza y un buen plato de gambas o ante un buen vino y un buen plato de queso en aceite?.