Villanueva del Rey - Cordoba

Solo faltaron 18 días para que la revuelta popular egipcia consiguiera la caída de la tiranía de Mubarak, aladid de la hipócrita política internacional, fiel aliado de Occidente, de EE. UU. y de Israel, pese a gobernar su pueblo con "mano de hierro" durante más de 30 años. Valiéndose para ello de una policía tremendamente represiva y afín al régimen que, como hemos podido comprobar (por los más de 300 muertos y más de 5000 heridos en los días que ha durado la revuelta), no mostraba ningún escrúpulo en abrir fuego contra su propio pueblo. Mientras el ejército, prometía no reprimir a los manifestantes y, con un comportamiento ejemplar forzaba la caída del régimen de Mubarak empujándole a presentar su dimisión y entregar el mando del país, hecho este fundamental en el desenlace final del conflicto.

Las protestas que se iniciaron en Túnez provocando la caída del régimen dictatorial, continuaron en Egipto derrocando también a Mubarak, y se han extendido como un reguero de pólvora por gran parte de los países islámicos, provocadas en su inmensa mayoría por una nueva generación de jóvenes, que apoyados en las nuevas tecnologías informáticas (y las redes sociales), han influido en su capacidad para derrocar a los regímenes teocráticos y dictatoriales que gobiernan esos países, a los que sus padres no se atrevieron ni a criticar provablemente por cuestiones culturales y por falta de formación fundamentalmente.

Sin embargo no podemos considerar a estos movimientos populares, revoluciones sociales propiamente dichas, sino revueltas contra unos sátrapas, que aún habiendo hecho avanzar a sus pueblos, continúan anquilosados políticamente en el pasado, sin ofrecer libertad a su pueblo y escasas salidas laborales a los jóvenes, que demandan mayores expectativas de futuro, situaciones límite que tarde o temprano tenía que estallar de una forma u otra.

Por otro lado y volviendo a la revuelta egipcia, el ejército ocupa el poder de manera transitoria hasta la celebración de elecciones, mientras tanto ha encargado a un comité de jusristas la nueva constitución, prometiendo y manifestando públicamente, que entregarán el poder, aunque bien es cierto, esta suele ser la promesa más incumplida por la inmensa mayoría de las dictaduras militares, esperemos que por esta vez se cumpla lo prometido.

Muchas son las incógnitas que quedan por despejar, acerca de quién y como gobernará, lo que ya se anuncia como la nueva democracia egipcia, los islamistas (hermanos musulmanes que ya han fundado el partido), u otra oganización política, pero eso todavía queda por ver, lo que de verdad importa ahora es que el pueblo ha sido capaz una vez más de derribar un régimen tirano, cambiando el rumbo de la historia de un país con una población de más de 80 millones y un territorio inmenso.

Bienvenido pueblo egipcio al "sistema democrático occidental", el sistema menos malo y, obviamente manifiestamente mejorable.


Utoppia.2
BCN

Eso esperamos,que lo siguiente que venga sea democracia.Esperemos que no sea una dictadura por otra.No estoy muy seguro pero en Iran la antigua Persia hecharon a uno por tirano,pero creo que los Ayatolas no son mucho mejores.Bueno no estoy muy puesto pero creo que la cosa fue mas o menos asi,si me equivoco correguirme.En lo que no me equivoco es que despues de la revolucion cubana cuando hecharon al dictador Batista,entro otro dictador.Creo que aquellos que lucharon en esa revolucion no lo hicieron para cambiar de dictador,si no al contrario para poder vivir en libertad,eso si la educacion llego a todos los ciudadanos lo que antes no la hubo,pero lo mas fundamental la libertad,esa aun no ha llegado.Espero que estas revoluciones en el norte de Africa,sean para una democracia en libertad.

Amigo, 91067EGS:

Después de cualquier cambio brusco de régimen dictatorial, la incertidumbre ante la posible vuelta al poder de los derrocados y/o sus acólitos es inevitable, en este caso y de momento lo más apropiado es celebrar la caída de la tiranía de Mubarak, lo demás queda por venir.


Un saludo




Utopía.2
BCN