LA LABOR SOCIAL DE LA ONCE A menudo nos referimos a las ONGs como un hecho novedoso, surgido en las sociedades occidentales desarrolladas gracias a los/las voluntarios/as que generosa y solidariamente contribuyen con su desinteresada ayuda, a paliar los graves desajustes e injusticias sociales que se producen en los países del tercer mundo. Y en cambio, olvidamos que en las sociedades desarrolladas también existen bolsas de pobreza y de desigualdad social y, que para luchar contra ellas existen entidades benéfico-sociales y sociedades sin ánimo de lucro que, aunque no se les reconozca su labor, en muchos casos, sus objetivos son similares a los de las ONGs. El ejemplo más paradigmático lo constituye la ONCE (Organización Nacional de Ciegos de España), y el más atípico diría yo, ya que ningún país del mundo cuenta con una organización similar, dedicada por entero a la integración social y a dignificar y a mejorar las condiciones de vida de las personas ciegas y discapacitadas, de manera tan ejemplar. La ONCE es una sociedad sin ánimo de lucro, que elige a sus dirigentes de manera democrática cada cuatro años. Fue creada en 1938, pero no sería hasta la década de los 80, bien entrada la democracia cuando alcanzaría su mayor expansión, desarrollo e influencia en la sociedad española. La venta del cupón diario, con el lema “la ilusión de todos los días” significó una auténtica revolución,gracias a la labor (venta) que, día a día desempeñan miles de personas (más de 100.000) ciegas y discapacitadas, percibiendo una importante retribución por ello. El cupón fue y sigue siéndolo sin duda alguna, el producto estrella y, los pingües beneficios que reporta a la entidad, catapultaron a ésta a ser el espejo en el que mirarse y la envidia de muchas otras organizaciones nacionales e internacionales. El gran muñidor y visionario entre otros, de este hecho histórico y casi milagroso fue Miguel Durán, el extremeño invidente de Azuaga. Al que llegué a conocer indirectamente, porque viví en el mismo pueblo (Sant Boi de Llobregat) y barrio (Marianao), aunque eso sí, él en una gran casa con un inmenso jardín, frente al Colegio público de enseñanza primaria Marianao, mientras mi familia y yo, lo hacíamos en un digno piso de 85 m2, que gracias a lo mucho que mi padre ha trabajado se pagó al contado allá por los años 70. Pues bien como decía, Miguel Durán miembro de una familia humilde (conozco personalmente a su hermano, una excelente persona) que se trasladó a Barcelona como tantas otras, licenciado en Derecho, ejerció de modesto letrado en pequeños pleitos y juicios de faltas en los Juzgados de Sant Boi de Llobregat (según mis informaciones), fue presidente de la ONCE y de Telecinco (único invidente presidente de una TV).Fueron los tiempos en los que Miguel Durán amasó mucho poder y, la ONCE adquirió un protagonismo considerable en todos los ámbitos de la sociedad. Miguel Durán, militó en Convergència i Unió y fue amigo personal de Jordi Pujol, por aquel entonces Presidente de la Generalitat, su reciente y a la vez suicida aparición en política representando, a Ciudadanos en las Elecciones Europeas, coaligados con LIBERTAS, sin obtener escaño alguno, representó un lastre no sólo para las aspiraciones políticas del bueno de Miguel Durán, sino también para los que le deseamos todo lo mejor, así como a la ONCE por el bien de todos y, en especial por el bien de los ciegos y discapacitados españoles, que en dicha organización prestan sus honrados servicios. Utopia.2 BCN |