Villanueva de Córdoba - Cordoba

El PSOE eludirá debatir sobre el paro y la crisis y se limitará a renovar la dirección

Chaves admite que la «situación excepcional» provocó el adelanto del cónclave. «Hay que atajar el debate para que nada nos distraiga»

Zapatero clausurará un congreso con 500 delegados

Aunque aún está pendiente de confirmación, fuentes del PSOE avanzaron que con toda probabilidad será el secretario general del partido, José Luis Rodríguez Zapatero, quien clausure el sábado 13 de marzo el Congreso extraordinario de los socialistas andaluces y el que dé la bienvenida a Griñán como nuevo secretario general. Un cónclave al que acudirán en torno al medio millar de delegados y que se celebrará en el Palacio de Congresos de Sevilla, «por una cuestión de operatividad», señalaron las citadas fuentes, ya que existen escasas instalaciones en otras provincias andaluzas que puedan dar cabida a semejante número de asistentes a los que hay que añadir los invitados y decenas de periodistas. La cuenta atrás hacia el Congreso comenzó ayer mismo con el trámite de convocatoria de asambleas locales y provinciales para la elección de los delegados. Por cierto que el secretario de Organización del PSOE, Rafael Velasco, anunció una novedad de este cónclave: cualquiera que plantee su candidatura a la Secretaría general del partido requerirá sólo un mínimo del 20% de los avales de los delegados y no más del 30%, aunque está descartado que algún audaz socialista se anime a competir contra Griñán.

Publicado Martes , 02-02-10 a las 07 : 12

«No ha habido ningún problema de fondo porque mi coincidencia con José Antonio Griñán es total». El todavía secretario general del PSOE andaluz, Manuel Chaves, se desplazó ayer a Sevilla para presidir la Ejecutiva regional del partido, en la que se confirmó que la fecha del Congreso extraordinario será el 12 y 13 de marzo, y para tratar de espantar cualquier atisbo de enfrentamiento con el presidente de la Junta sobre quién es el líder del socialismo andaluz. «Soy el que más le ha apoyado como presidente de la Junta y contará con todo mi apoyo incondicional en este Congreso», en el que dejará en manos de Griñán el cargo de secretario general del PSOE-A.
Chaves compareció también para tratar de trasladar normalidad a la prisa de última hora para convocar el cónclave extraordinario, cuando hace unos meses habían descartado rotundamente que se celebrara este año. De ahí pasaron repentinamente al «cuanto antes», ya que el ruido de fondo sobre el liderazgo del PSOE se estaba c onvirtiendo en escándalo. Una «situación excepcional», admitió Chaves: «Pretendimos atajar un debate ficticio sobre la bicefalia, al que hemos contribuido todos, incluso yo, pero al ver que era algo más que ficticio decidimos afrontarlo para despejar este panorama y que nada nos distraiga a los socialistas de su objetivo prioritario, como es la superación de la crisis económica».
Tal y como hace unos días hizo el vicesecretario general del PSOE-A, Luis Pizarro, descartó taxativamente que la encuesta del IESA, que daba la victoria en intención de voto al PP, fuera un factor determinante para adelantar la fecha del Congreso. «Una encuesta es una encuesta, y le doy el valor que tiene cuando se ha elaborado en noviembre y a dos años de las elecciones», zanjó.
Ni debate ni reflexión interna
Chaves también dio la cara ayer para aclarar que «atajar» lo antes posible este debate es lo mejor para el partido «y para los andaluces», por eso se van a tratar de acallar las voces de fondo con un Congreso que el secretario general saliente auguró va a «concitar una gran unanimidad y va a ser muy tranquilo».
Tanto que no va a haber debate ideológico, como es habitual en los cónclaves socialistas, ni tormenta de ideas, ni reflexión interna sobre cómo afrontar los frentes abiertos por la situación económica y el desempleo, sino que tratará exclusivamente de la renovación de la cúpula directiva del PSOE-A para «consolidar el liderazgo social, orgánico, político e institucional» de José Antonio Griñán. Y poner fin a los «dimes y diretes», frase del propio Chaves que ayer aseguraba se le habían malinterpretado, ya que nunca había pretendido referirse a la autoproclamación de Griñán como líder del PSOE.
Y dado que en este Congreso no va a haber ruido, apaciguó la expectación que suelen despertar estos cónclaves entre los socialistas recordando que el futuro secretario general va a contar con el respaldo de los ocho secretarios provinciales y con el apoyo de la mayoría del partido para tomar las medidas que considere necesario. «A mí no me gustaba que nadie interviniera cuando organizaba la Ejecutiva, del mismo modo voy a pedir que se respete a Griñán», recomendó al partido.
No quiso entrar en los nombres que formarán esa nueva dirección y, de hecho, «recomendaría a Griñán que use toda la libertad del mundo para organizar su equipo». Una libertad, recordó, que también cuenta con el aval de la dirección federal del PSOE.
No olvida a Arenas
Insistió en tildar de «impecable» tanto la transición al dejar la Presidencia de la Junta en manos «de la persona más adecuada», como el proceso de relevo en la Secretaría general del PSOE.
Así y aunque ayer no tocaba atacar al adversario político, Chaves no se olvidó de las críticas al PP y a su líder: «Dicen que nuestro coche tiene las ruedas desgastadas, pero es que las de Arenas están pinchadas desde el 94».
Aunque ya se atisba el final de la carrera política de Chaves en Andalucía, aseguró que nunca se desvinculará de esta comunidad donde es militante y se prestó a colaborar con el nuevo PSOE que se adivina tras la «era Chaves».

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