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LA VOZ DE LOS TONTITOS CULTURAS | 32
Independiente semanario de los tontitos de Córdoba
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Exclusiva de la semana

Censura en el carnaval

El Ayuntamiento prohíbe a las agrupaciones tratar en sus letras la huida de Rosa al PSOE o las promesas incumplidas e impone la belleza de las cordobesas, las fiestas locales y la ruta de las tabernas como la temática central en el concurso

La voz de los tontitos
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Dicen que en tiempos de crisis el control de la información que llega a los ciudadanos es fundamental, y precisamente esto es lo que debieron pensar los responsables municipales al encargar a su concejal de Ferias y Festejos, Marcelino Ferrero, que pegara bien la oreja en los ensayos de las agrupaciones del Concurso de Carnaval de este año. El objetivo ha sido comprobar cuáles de los asuntos más peliagudos de la ciudad han sido elegidos por los letristas cordobeses para llenar las letras de los pasodobles y cuplés y evitar que la imagen de los políticos municipales y de su gestión continúe manchada por las críticas.

Dicho y hecho. Marcelino, tijera en mano y bajo un antifaz, se ha paseado por los locales de ensayo de todas las chirigotas, cuartetos y comparsas y sin miramiento, ha hecho desaparecer del concurso todas las referencias a la huida de Rosa Aguilar al PSOE, las meteduras de pata municipales en los favores al empresario Rafael Gómez, los desajustes presupuestarios y cualquier asunto relacionado con las promesas incumplidas en la ciudad. Ni crisis, ni desempleo, ni la quiebra de empresas o embargos de viviendas tendrán cabida en la fiesta de Carnaval de este año.

La censura municipal, calificada ya como encarnizada y descarada por los participantes en el concurso, se ha propuesto que los cordobeses dejen de hablar de sus problemas y logren divertirse y para ello, han sido los propios miembros de la corporación los encargados de elegir cuáles son los temas que tendrán vía libre en el concurso.

Fue el propio alcalde quien propuso que el carnaval se centrara en la tradicional ruta de las tabernas cordobesas, en el esplendor de sus museos y la majestuosidad de la Mezquita. Marcelino Ferrero no dudó en destacar la belleza de las mujeres, el señorío de la capa cordobesa y las fiestas locales.

Ya que había rumores de que varias agrupaciones habían elegido como disfraz el atuendo que suelen usar determinados políticos locales, el Ayuntamiento también ha dado pautas al respecto para evitar el bochorno. De momento, y a la espera de nuevas noticias, las agrupaciones únicamente podrán usar la vestimenta típica de la ciudad, es decir, el traje de cordobesa o de corto y la tradicional capa. A lo sumo, los carnavaleros tienen libertad para disfrazarse de personajes históricos que vivieran el esplendor de la Córdoba antigua y de hecho, ya son varias las agrupaciones que han confirmado que vestirán de Maimónides y del Gran Capitán.









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