Villa del Río - Cordoba

Cómo servir mariscadas a costa del dinero de los cursos de formación
Complejo Los Veneros SL «enmascaró como prácticas» el trabajo de camareros para justificar una ayuda

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Imagen de la piscina del complejo
Imagen de la piscina del complejo
ANTONIO R. VEGASevilla - 11/05/2016 a las 23:11:13h. - Act. a las 13:37:58h.
Guardado en: Andalucía
Se matricularon en un curso de operaciones básicas de restaurante y bar con la esperanza de escapar del pozo del desempleo y terminaron de camareros a coste cero para un empresario beneficiado con fondos públicos de la Junta de Andalucía para formación. Complejo Los Veneros S.L., dedicada a la gestión de casas y apartamentos rurales en la Sierra de Huelva, ocupa un puesto destacado en el extenso catálogo de irregularidades que se cometieron con cargo al programa presupuestario 32D que investiga más de una decena de juzgados andaluces.

El 21 de febrero de 2011, bajo el mandato del presidente José Antonio Griñán, la Dirección Provincial de Huelva del Servicio Andaluz de Empleo le concedió una ayuda de 42.140 euros para organizar dos cursos: uno titulado «Guía de la Naturaleza» y otro que se denomina «Operaciones básicas de restaurante y bar», de 310 horas.

El proceso de aprendizaje de los alumnos de este último curso consistió, entre otras instructivas tareas, en servir cócteles y mariscadas como mano de obra gratuita y haciéndolas pasar por prácticas para justificar así la ayuda. Así lo recoge un informe de la Sección de Investigación de la Seguridad Social de la Policía Nacional remitido al Juzgado de Instrucción número 5 de Huelva, que investiga el supuesto desvío de fondos de formación para el empleo en esta provincia.

Hasta 33 irregularidades
La Policía identifica hasta 33 irregularidades y acusa al negocio de hostelería, ubicado en el municipio onubense de Santa Ana La Real, de «utilizar a los propios alumnos para dar servicios haciéndoles trabajar hasta altas horas». Según relataron éstos a los agentes —un total de 17 declararon como testigos—, «un día se organizó una mariscada con varios comensales, donde el dueño del complejo usó a los alumnos para servir en la misma enmascarándolo como prácticas». «En esta mariscada se usó a los alumnos como camareros y después por la noche, sirviendo cócteles», según recoge el atestado al que ha tenido acceso ABC.

El «homenaje» gastronómico se prolongó hasta el alba. Los alumnos que «participaron en esta mariscada» declararon que «unos dejaron de trabajar a la una y otros, a las siete de la mañana, no respetando una jornada laboral». La frontera entre las clases y el trabajo puro y duro era tan difusa que «muchas veces los alumnos tenían que atender a los clientes y les servían, junto con los trabajadores, mientras se estaba impartiendo el curso». Cuando el hotel permanecía cerrado, «entonces se preparaban para la clase limpiando el material, la cubierta, los platos y el lavavajillas», relataron.

«Atender el chiringuito y asar sardinas»
La gestión del curso de restauración estuvo viciada desde el principio. Complejo Los Veneros S.L. se dio de alta en la Seguridad Social «mucho después de la presentación de la solicitud de la subvención y justo después de haberse iniciado los cursos», indica la Policía. Su propietario, Javier García Vilalobos, figura como administrador en otra empresa Escuela La Playa Mazagón, a la que le concedieron otras dos subvenciones para cursos de cocina que suman 108.259 euros el mismo día. En ellos puso a sus alumnos a «atender el chiringuito y asar sardinas».