Santaella - Cordoba

Vaya de principio que no soy profesional ni experto del Derecho, ni civil, ni militar, ni constitucional, ni siquiera romano. Pero puedo adelantar una primera respuesta a la pregunta del titular. La ley electoral española es “preconstitucional”. Es decir, que formó parte de la Ley para la Reforma Política que el gobierno de Adolfo Suárez sometió a referéndum en diciembre de 1976.
Y que esta ley reguló la convocatoria de las elecciones al Congreso de los Diputados del 15 de junio de 1977 que luego se convertiría en “constituyente”. Y elaboraría la actual, y nunca se muy bien porqué, alabadísima Constitución.
Los principios de esta ley electoral están elaborados desde el miedo. Miedo a los militares involucionistas, miedo al “bunker”, miedo a la libertad, miedo al poder y miedo a la democracia.
Y como tal, todo son cautelas. Cautela ante el pluralismo político, cautela ante la “sopa de letras”, descarado y arbitrario fomento del bipartidismo, normativa D´ont, extrañas circunscripciones electorales, extrañas listas cerradas y bloqueadas, extraños porcentajes mínimos. Es decir, democracia vigilada ante el franquismo y los tanques.
Se hace la democracia, se aprueba la Constitución, viene el intento de golpe de estado y la ley electoral, como la cripta del Valle de los Caídos, sigue incólume. Una ley que cada convocatoria electoral que se produce aumenta un antinatural, antidemocrático y antiplural, bipartidismo. Que además es desmoralizador, desvertebrador y corrupto.
Presumimos de democracia y de sus aniversarios y nos no produce ningún sonrojo una ley que ignora principios esenciales de una sociedad sana y civilmente organizada: respeto a la pluralidad y a las minorías, proporcionalidad y representatividad del voto, igualdad de opciones y oportunidades.
Y, seráficos, aceptamos impasibles al reparto del “pastel”: organizaciones judiciales, medios informativos, autonomías, municipios y órganos de representación. Todo está infectado de un inmoral e insano bipartidismo. Que no coincide con la realidad social, con la diversidad cultural, étnica e histórica de nuestro país. Unos, con pocos votos, sacan mucha representación. Otros con muchos, muy poca.
Pues de eso se trata. De hacer una sociedad desesperanzada. Que acepte la “alternancia pacífica”, -sólo entre las “dos” formaciones “elegidas” previamente- los recortes sociales, al dios mercado, la impunidad de la banca y los banqueros y que haga loas a la fortuna que tenemos por votar, cada cuatro años, a quien una selecta minoría, caciquil y aparatera, ha puesto –por encima de enjuiciamientos, estafas y robos- dentro de una lista “cerrada y bloqueada”. ¡Viva la democracia! O, ¡No hay pan para tanto chorizo!
En resumen, la ley electoral vigente, me parece no democrática, no pluralista, no representativa, no justa, y, por la tanto, inconstitucional. Pero no soy profesional ni entendido en Derecho.
Por eso me identifico con el texto de una pancarta leída estos días de indignación al sol y a sus puertas: ¡Votad a Alí Baba! ¡Sólo son cuarenta!

Artículo de LUCAS LEÓN SIMÓN

Totalmente de acuerdo con este artículo de Lucas Leon, antiguo sindicalista y concejal del Ayuntamiento de Córdoba, con Julio Anguita, es una Ley Electoral totalmente injusta y antidemocrática, y a las pruebas me remito. Solo favorece el bipartidismo, sea la institucion que sea. La pluralidad de España no se refleja en esta Ley antigua y caduca. Un saludo.

Hansolo,esta vez estoy contigo.Esta ley electoral es una porqueria y no solo por lo que perjudica a partidos que se presentan en toda España(IU y UPyD) sino tambien porque nos deja en manos de los partiditos nacionalistas,racistas y insolidarios.
Si Iu y UPyD fueran serios deberían no apoyar en ningún caso a ninguno de los dos grandes mientras no se comprometan a su cambio.

marditasea ya era hora que le dieras la razon a ese hombre que dice mas verdades que puños, de nuestro pueblo, y de la politica en general marditasea me alegro