ENCIERROS ENCIERROS Los hay de varios tipos, los encierros; de vaquillas y toros, es decir de ganado. Los hay de meditación y aislamiento temporal, los hay de imágenes cofradieras, los hay de privación de libertad, en fin, diversas tipologías. Y los hay, los de matiz reivindicativo. Algunos honrosos, valientes, necesarios en su dramatismo, hasta algunos algo suicidas en su desesperación. Otros, sin embargo, resultan patéticos, bochornosos, vergonzantes, por su calado y trasfondo. Son éstos guiñolescos, - las cuerdas del guiñol son del poder – desmerecen la esencia del acto. Cuando alguien se encierra en el contexto puro, moral, ético, del acto, la dignidad se hace presente. Sin embargo, cuando se huele el tufillo de la manipulación política, del oportunismo, el servilismo… el acto está más cerca del esperpento. Lo dije, no estoy en política para decir lo que el rebaño quiere oír, sino para decir lo que pienso. La verdadera libertad, dignidad y coherencia, siempre está rodeada de soledad, dolor, incomprensión y sufrimiento. Los actos de encierros públicos y con trasfondo social, han de reservarse para reivindicaciones humanitarias, ante injusticias, causas nobles y profundas. Cuando están rodeados de faramalla, farfolla y de “políticos” con poder…en época preelectoral, seguro que en ese encierro, huele mal….abran las ventanas por favor. Bueno, sigo encerrado en mis tortuosos pensamientos. No tengo arreglo…tendré que encerrarme… conmigo mismo. Antonio Muñoz-Alcaldable PSA Puente Genil.
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