Puente Genil - Cordoba

Puente Genil: El alcalde insta a la educadora del colegio Maeztu a que cambie de centro

VIRGINIA REQUENA. PUENTE GENIL
Viernes, 18-09-09
El alcalde, Manuel Baena, «ante la repercusión que el asunto está tomando en esta localidad», intervino ayer en el conflicto que mantienen los padres del colegio Ramiro de Maeztu con una educadora a la que exigen su marcha antes de llevar a sus hijos. Solicitó a la educadora que «pida una comisión de servicio y que se acabe este enfrentamiento», y es que la AMPA del centro solicitó el curso pasado a la delegada de Educación que trasladara a la educadora de niños especiales a otro centro, ante las denuncias de padres de «trato no adecuado» con los alumnos.
Pero la Delegación la ha reubicado en su plaza, tras un año suspendida de sueldo y empleo. Teniendo en cuenta que la delegada dijo que el traslado «era imposible» mientras que no lo solicitara la afectada, Baena apela a «la bondad de la educadora para que elimine un conflicto que está teniendo repercusiones en toda la localidad».
Baena dijo que «no podemos permitir que se nos repita una situación en un colegio que estaba funcionando muy satisfactoriamente». Cuando el problema está afectando a niños y aunque «la educadora, a la que conozco, tuviera toda la razón del mundo, sería el momento para replantearse la situación». También solicitó a los padres de los 120 alumnos que «lleven a los niños a clase» y que ellos, si así lo consideran, sigan sus reivindicaciones. De hecho, el 90 por ciento de los alumnos del centro, según la AMPA, no ha acudido aún a clase, a pesar de que el curso se inició hace una semana.
El alcalde confirmó que la Subdelegación del Gobierno en Córdoba ha autorizado la manifestación que sigue convocada por los padres para el 24 de septiembre. La AMPA del colegio público ha decidido por unanimidad que los «niños no irán a clase con carácter indefinido» hasta que «no se resuelva el conflicto», manifestó una de las madres, quien dijo asegurar que los padres «no creen que sea bueno para los niños la actitud de esta educadora».
Los padres también expresaron su «malestar» porque Educación «ha primado los derechos de la educadora frente a todos los niños», por lo que «nos estamos planteando cambiarlos de centro».

https://ordoba.abc.es/20090918/cordoba-cordoba/puente-genil-alcalde-insta-20090918.html

Aun siendo consciente de la filosofía que encierra el pensamiento de que “soy dueño de mis silencios para no ser esclavo de mis palabras”, no puedo por más tiempo permanecer impasible ante la injusticia que se ha cometido y sigue cometiéndose con la Educadora del Centro Público Ramiro de Maeztu.

Soy maestro ya en situación de pre-jubilado, pero esta circunstancia no puede hacerme olvidar el sentido corporativo y el respeto a esa tan digna profesión como es la de enseñante-educador. Por ello no puedo ni debo permanecer al margen ante agresiones como las que estamos observando hacia la persona aludida, produciéndose éstas con tanta impunidad y sin que nadie intente, al menos, poner un mínimo de remedio.

Antes de opinar alegremente, he tenido la precaución de obtener, creo, una buena información sobre el tema y he podido comprobar una sucesión de hechos que, con toda seguridad, desconocen la mayoría de los ciudadanos a quienes no cesan de llegar datos y comentarios, en su mayoría desafortunados, a la vez que infundados o malintencionados.

Esta educadora sufrió las consecuencias de un expediente disciplinario incoado a raíz de unas denuncias por parte del AMPA del Centro y cursado por el Director y por el entonces Inspector de Zona por motivos que, como posteriormente se demostró tras un extenso y pormenorizado análisis realizado por un Inspector-Instructor nombrado al efecto, eran injurias infundadas, falsedades y opiniones inconsistentes que manifestaba el sector padres mal informado por el responsable del Centro ya que, si no, cómo iban a conocer cuestiones internas y que en su mayoría, como también se demostró tras las declaraciones del profesorado, eran producto de “dimes y diretes” de boca en boca.

La referida educadora fue absuelta por el órgano competente de la Junta de Andalucía de la mayoría de las faltas que se le imputaban, por inconsistentes, y que en teoría eran, curiosa realidad, las que más directamente aludían al mal trato hacía los alumnos. El resto, a las que últimamente se les está dando tanta importancia, además de estar recurridas en la actualidad por falsas, son faltas de tipo administrativo y que en nada afectan al trato del alumno.

Pero, aun en el supuesto de que hubiesen sido cometidas ¿Estiman Vds. que pueden hacer tanto daño como para llegar a la situación que se viene produciendo? ¿No es fácil pensar que exista otra oculta intención que convenga a terceros?. Cuestiones que creo oportunas dejar al buen criterio de personas cabales.

Y, más todavía, aceptando estas acusaciones como reales, la educadora en cuestión ya ha sido sancionada con una suspensión temporal de empleo y sueldo. ¿Hay que hacer más? ¿Tenemos que crucificarla? ¿Debemos destrozar su ya extensa y comprobada actuación profesional, su integridad personal o, incluso, la misma estabilidad familiar, como se está produciendo? ¿Hay que continuar provocando una agitación social en un pueblo como es Puente Genil tan distinto y tan distante e este tipo de malas actuaciones? ¿Sólo se nos ocurre pensar que la solución estaría supeditada a la buena voluntad, bondad o generosidad de la persona maltratada? ¿No habrá nadie capaz de poner los puntos sobre las íes, de acabar con este mal proceder, de hacer ver lo erróneo del proceso, de comprender que un colectivo tan acreditado no puede estar expuesto al hilo de la ligereza?.
El justo criterio siempre está al lado de la presunción de inocencia. Hasta para los más asiduos delincuentes defendemos la oportunidad de reinserción. El sentido democrático defiende a ultranza la igualdad, la equidad, el derecho a réplica, al puesto de trabajo, etc, etc. Esta persona ¿Ya ha perdido esos derechos?. ¿No puede volver a desempeñar sus funciones ni a recuperar la confianza avalada por tantos años de dedicación?. Menos mal que la mismísima Delegada Provincial de Educación, como no podía ser de otra forma, defiende a todas luces ese derecho y, en un gesto que honra a su responsable, la Ilma. Sra. Dª. Antonia Reyes, manifiesta que esta trabajadora mantendrá su puesto de trabajo porque en justicia le corresponde.

No quiero extenderme pero debo hacer una última observación: en una de las manifestaciones ante las puertas del Centro, pude comprobar como se lucían unas camisetas en las que podía leerse “por un trato digno”. ¡Qué paradoja tan extraordinaria!. Quienes portaban ese slogan ¿Habrán reflexionado seriamente sobre el significado de la palabra dignidad?. El ser humano, a diferencia de otros seres, por ser una conjunción de cuerpo y espíritu, es digno. A veces puede cometer errores, pero nunca por ello perder la dignidad que le es intrínseca. Nunca podemos atentar, ni tan siguiera rozar, la dignidad del ser humano aunque éste haya podido errar.

Por último, una lógica reflexión: el Director de un centro educativo tiene, entre otras muchas, la obligación de procurar por todos los medios la buena relación y disposición entre los distintos sectores de la comunidad educativa. Si en el caso que nos ocupa se ha ido permitiendo, con la actitud de Pilatos, que el tema en cuestión se haya desbordado hasta el punto de convertirse en conflicto social, ¿No tiene la administración educativa procedimientos adecuados para una debida corrección?.

Con todos mis respetos al cuerpo de la Enseñanza al que, como vemos, tan fácilmente puede zarandearse, y con mi insignificante pero sincero y sentido apoyo a quienes pudieren sufrir situaciones parecidas a la descrita, el mejor de los deseos para las personas de buena voluntad.