Pozoblanco - Cordoba

El camarote del PSOE

Lunes, 20-04-09

EL entremés de Pozoblanco, que comenzó el Miércoles Santo con el «despido» de cuatro concejales por orden del alcalde, me recuerda a una de las comedias más absurdas que se han escrito.
La opereta socialista se parece mucho a la escena del camarote de los hermanos Marx, aunque visionada al revés. Si en la famosa escena de «Una noche en la ópera» se ve entrar a los personajes al diminuto compartimento hasta que no queda espacio ni para respirar, en la crisis socialista pasa al contrario. Uno a uno han abandonado el barco hasta que al frente del mismo se ha quedado el díscolo Benito García.
Paralelismos también hay entre los personajes. Juan Pablo Durán ha sido el Groucho de Pozoblanco con su enorme baúl del que salen Harpo-Fernández con su bocina y Chico-Velasco con su inseparable piano de cola.
Al ex alcalde y hoy delegado de Empleo de la Junta le va que ni pintado el papel de mudo, porque ha sido el único protagonista que ha permanecido sin abrir la boca; sólo ha hablado para decir que nunca ha estado detrás de la defenestración del regidor y otrora amigo. Las carcajadas en Pozoblanco se pudieron escuchar esta semana desde las Tendillas.
Y Rafael Velasco ha jugado un papel de segundón, voluntaria o involutariamente, que baila con el paso cambiado. ¿Si el conflicto se venía larvando desde tiempo atrás, cómo es posible que las ejecutivas no han intervenido antes?
¿Y Benito García? Cuál es su papel. ¿De víctima?, ¿de verdugo?, ¿de héroe, tal vez?
Ni lo uno, ni lo otro. Ha sido el histrión, el actor que exagera las formas, que dramatiza en exceso, y de comportamientos siempre imprevisibles.
Para sus fieles seguidos es Morgana, pero para el resto del planeta no deja de ser un aprendiz de taumaturgo que juega con las cartas marcadas. ¿Por qué sólo tomó medidas contra cuatro ediles del equipo de gobierno si los que firmaron la carta eran seis? Lean los nombres, la respuesta está «cantada».
Lo raro del asunto es que el PSOE no ha hecho nada para correr el telón antes de que acabe la función. Al contrario, ha aceptado el reto y se ha desnudado ante el público sin medir las consecuencias de sus actos.
Porque lo que quedará después de la crisis es la imagen de un partido con un gran déficit democrático, que resuelve los conflictos intermos a base de amputar a sus miembros y sin escuchar al capital social que lo sustenta. No sería de extrañar que tras el camarote de los hermanos Marx venga una reedición de Fuenteobejuna.
https://ww.abcdesevilla.es/20090420/cordoba-cordoba/camarote-psoe-20090420.html

vaya rollo que te has marcado. tanto escribir para no decir nada importante