Pedroche - Cordoba

Conviene, como siempre, empezar con los hechos.

1) El pasado domingo, en una entrevista en El Mundo, se produjo el siguiente diálogo entre el periodista y Mariano Rajoy:

- Hay casi un 44% de paro juvenil. ¿Qué mensaje le da usted a esos jóvenes?
- Sé que la situación es terrible por la falta de horizonte, pero las cosas van a cambiar pronto. El mensaje es: no te rindas nunca. A los 20 años puedes caerte, puedes levantarte, puedes volver a caerte y puedes levantarte. No te rindas nunca, confía más en tí que en el ministro, en este caso ministra, de Economía que hay ahora.

2) El pasado martes, en una entrevista en Veo 7, ante la pregunta de una ciudadana sobre las medidas que incluye en su programa para crear empleo y para apoyar a los jóvenes emprendedores que no tienen acceso al crédito, Rajoy respondió lo siguiente:

Vamos a ver… Ehhh… El…. Es que me ha pasado una cosa verdaderamente notable, es que lo he escrito aquí y no entiendo mi letra. Crear empleo es fundamentalmente, eh, eh, animar la inversión. Y para eso generar confianza, y luego reestructurar el sistema financiero para que haya créditos. Y luego hay, sin duda alguna, muchas medidas que es las bajadas de impuestos que hemos dicho a emprendedores, las bajadas de cotizaciones sociales para la mayor contratación de jóvenes. Y hay un tema que es capital, sobre todo a los jóvenes, es que hay que decirlo así porque es la verdad: cuanto más sepas, cuanto mejor te formes, cuanto más te preocupes, cuanto más estudies, cuanto más vida tengas, mucho mejor y muchas más posibilidades.

Es verdaderamente notable lo que le ocurre a este señor. No es que tenga un lapsus, no, como pretenden disculparle algunos periodistas amigos. Un lapsus es confundir el nombre de su candidata en Asturias. Lo que demuestra Rajoy es un absoluto desprecio por los ciudadanos, ya que ni siquiera se toma la molestia de memorizar dos o tres medidas para luchar contra la lacra del desempleo juvenil, uno de los principales problemas que tiene España. Lo que demuestra Rajoy es, en su terminología de telepredicador, que no sabe de los temas, que no se forma, que no se preocupa, que no estudia. Eso sí, con todo el tiempo libre que le queda al no hacer sus deberes, es probable que tenga mucha vida.

Es verdaderamente notable lo que le ocurre a este señor. A falta de planes concretos para salir de la crisis, castiga a los ciudadanos con sermones propios de seminarista en prácticas. Dice que quiere ser presidente del Gobierno, yo creo que no vale para presidir una comunidad de vecinos en Chandebrito.

publico.es 04/02/2011