Nueva Carteya - Cordoba

Durante estos días España se impregna de olor a incienso, clavel y cera. Por un lado veremos fervor religioso, recogimiento, oración, pies descalzos, cadenas; por el otro ostentación religiosa, mantillas, tradición, historia, folclore, turismo, gastronomía, etc. Pasos religiosos, redoble de tambores, bombos y timbales rompiendo la hora, terceroles, capirotes, repique de campanas, silencio...

En España la Semana Santa está muy arraigada, forma parte de nuestra historia, de nuestras tradiciones, de nuestros pueblos, de nuestro propio paisaje; en buena parte debido a los siglos y siglos de catolicismo totalitario, así como de los últimos cuarenta años de dictadura nacional-catolicista.

A mi entender existen dos semanas santas: la que vemos en nuestras calles, que es tradición, costumbres, folclore (tambores, bombos, procesiones, costaleros...) y la que se vive dentro de la iglesias, que es fervor, religiosidad, recogimiento y oración. La Semana Santa española, no deja de ser una herencia del pasado, una celebración de ostentación y exaltación del catolicismo. Y ante tanta “Santa” semana, tanto folclore y tanto redoble de tambores, voy a romper una punta de lanza a favor del laicismo.

En materia religiosa no puede ni debe de haber religiones privilegiadas frente a otras, porque si así fuera estaríamos fomentando desigualdades entre los ciudadanos dependiendo de la religión que profesaran. De ahí que debamos caminar hacia el laicismo.Laicismo entendido como neutralidad; no contra nadie sino a favor de la libertad, la tolerancia y la igualdad de todos los ciudadanos.

La laicidad no es otra cosa que un marco en el que los ciudadanos de diferentes religiones, agnósticos y ateos, podamos convivir y entendernos sin privilegios de unos sobre otros, sin que nos importe la raza, la religión o las creencias que profesemos, el partido político al que pertenezcamos o votemos, etc.

En definitiva, un marco de relación entre todos los ciudadanos donde perseveremos en la tolerancia, la igualdad, la libertad y sobre todo en la convivencia, eso es un estado laico.

Que cada ciudadano pueda ejercer su religión o profesar sus creencias libremente, pero dentro del ámbito al que pertenece que no es otro que el privado o el religioso (iglesias, mezquitas, sinagogas, etc).

Por respeto, por garantías, por libertad y por la igualdad de todos, debemos caminar decididamente hacia un estado laico.

Carta de un ateo a Zapatero
Estrategias oblicuas — Ignacio Escolar
« La España aconfesional |

Señor presidente de un país que se define como aconfesional (ja, ja). Ya que la calle es de todo dios, salvo de los ateos, recurro a esta carta para reivindicar públicamente mis derechos. Su delegada del Gobierno en Madrid ha decidido prohibir la manifestación atea convocada para hoy (“jueves santo”, según el calendario laboral “aconfesional”). Entre las melindrosas razones esgrimidas por su Gobierno para cercenar este derecho constitucional destacan “la necesaria protección de la imagen turística de Madrid” o que “la manifestación discurre por una zona donde se encuentran múltiples parroquias”. Con estos dos argumentos en la mano, parece que la única manera de poder manifestarse contra los privilegios católicos pasa por escoger un lugar de nulo interés turístico y sin iglesias cerca: tal vez la urbanización del Pocero en Seseña, que si se hace por el campo alguien diría que es una romería y volverían a acusar a los convocantes de “genocidio” o de “blasfemia”.

Señor Rodríguez Zapatero, ¿por qué nuestra democracia no hace valer la letra firmada con la teocracia vaticana? Le recuerdo el punto 5 del artículo 2 del acuerdo económico del preconstitucional Concordato: “La Iglesia católica declara su propósito de lograr por sí misma los recursos suficientes para la atención de sus necesidades”. Han pasado 32 años desde que la Iglesia prometió autofinanciarse, y el Estado aún entrega a los obispos cada año más de 6.000 millones de euros del dinero de todos. Apenas un 5% de este enorme presupuesto sale de la “encuesta” del IRPF, una casilla que sólo marca un tercio de los contribuyentes españoles. Señor presidente, ¿a qué espera para anular un Concordato que sólo cumple España y no Roma?

La España aconfesional
Estrategias oblicuas — Ignacio Escolar

Antes de felicitarse por la lógica sentencia del Tribunal Constitucional, que acaba de fallar a favor de una profesora de religión que fue despedida por no vivir bajo los criterios morales de la Iglesia Católica, conviene preguntarse cómo hemos llegado hasta aquí. Los hechos probados: Resurrección Galera se quedó sin trabajo hace diez años porque el Obispado de Almería decidió no renovar su contrato. ¿El motivo? El Obispado nunca lo ocultó: “Nos han llegado afirmaciones de que estás viviendo con un señor casado. Es una situación insostenible”, le dijeron. El “señor casado” era, en realidad, un “señor divorciado”. Poco cambia la cosa –como si fuese una señora, o dos–, y sólo resalto el dato para subrayar la hipocresía de unos obispos que no tienen problema alguno en casar a una señora divorciada en la Catedral de la Almudena si el novio va a ser rey de España, pero que se permiten el privilegio de meterse en la vida privada de una trabajadora cuyo salario, además, no pagan ellos.

Porque el verdadero problema es éste: ¿cómo es posible que en este país la Iglesia tenga el derecho a contratar y despedir arbitrariamente a unos profesores cuyo sueldo paga el Estado? Sí: el Estado. Ese dinero ni siquiera se camufla en esta ocasión bajo el paripé de la casilla del IRPF (que no supone, como en Alemania, que el contribuyente creyente pague un pequeño impuesto extra, como sería lógico). Los profesores de religión nos cuestan al año unos 600 millones de euros. Son puestos de trabajo públicos que se cubren a dedo, según ordene el señor obispo, que no sólo es el dueño de su jornada laboral, sino también de su tiempo libre. ¿Es compatible este sistema medieval con una España “aconfesional” en pleno siglo XXI?

No entiendo qué problema tienen estos laicos, ¿acaso nos gobiernan los curas? yo tengo entendido que las leyes las hace el poder civil, ni militares como en la dictaduras comunistas ni el poder religioso como en los países islámicos. Entonces ¿por qué no dejáis a la gente en paz que se exprese libremente con sus celebraciones religiosas?
¿Qué tiene que ver el laicismo con que se celebre la Semana Santa?
España se rige por civiles, y un Cristo en la calle o un Portal de Belén en nada influye a la hora de dictar sentencias o promulgar leyes.

Seguramente este laico recibiría de pequeño un capón de un cura, por algo que hizo mál. Y todo eso le ha corroido a lo largo de su pedorra vida, confundiendo las churras con las merinas. Queriendo que los demás sigamos sus pasos de jilipolaico, y de progre dictatorial, acatando su analfabeto-cultura y profesemos santos que no son de nuestra devoción.
Se dice una mancha de mora con otra se borra, y yo diría un buen capón con otro se cura..........................................

Escuelalaica, lamentablemente para ti podrás romper una lanza o mil en favor del laicismo, pero afortunadamente para los que amamos nuestra historia, nuestras tradiciones y nuestras creencias, seguiremos teniendo semana santa, navidad, feria de San Pedro, Virgen de la Asunción (15 de agosto), Virgen del Carmen, Virgen del Rosario, Romería de San Isidro, San Fermín,Virgen del Pilar , etc. etc. etc.

Oye... ¿No se te ha ocurrido pensar que casi la plena totalidad de las fiestas que celebramos en España tienen origen religioso?

Pero vamos, que si no te gusta, continúa rompiendo lanzas en favor del laicismo, que mientras tú trabajas laicamente esos días, los demás seguiremos de fiesta.

¡Ah, no, que tú también te los tomas de descanso! Pues para ser coherente contigo mismo, no deberías.

Permítanme intervenir diciendo que todas esas fiestas de religiosas solo tienen el nombre.

Y el mismo derecho tiene a expresar sus opiniones un jilipolaico que un gilipocreyente.

Ah..!! No se os olvide que oficial y legalmente España es un país láico. Así lo contempla la Constitución actual refrendada por la inmensa mayoría de españoles.

Así que una poquita de tolerancia hacia el que declara con todo su derecho su no conformidad con los palios en la calle ni con el "bienhacer" del Vaticano.

Solo eso. Mil perdones.

Sea por fervor, sea por devocion, sea por costumbre o tradición, la Semana Santa sigue todavía ahí. Apoyada y respetada por muchos vecinos de nuestro pueblo, incluso autoridades que politicamente no tienen por que ser afines a esas creencias, pero que respetan a los demás acompañándolos en oficios y actos religiosos.En este caso me refiero al Sr.Alcalde y los concejales que le acompañan, que demuestran tener respeto y saber estar a la altura de las circunstancias.En este caso mi reconocimento por tal actitud al Sr.Alcalde Vicente Tapia y corporación local.

Yo soy catolica pero no practicante , voy a la iglesia cuando no me queda mas remedio ( funerales , algunas bodas y bautizos ), no creo en los curas y no estoy de acuerdo en que el gobierno les de un duro , ya ganan bastante con las misas y las colectas que hacen , pero tampoco me meto con los que si creen y van a la iglesia , porque tenemos libertad de culto y la semana santa es una tradicion en España y todos sabemos que en andalucia aun mas , por mi parte pueden pasear y rendir culto a todos los santos que quieran , que yo no me voy a meter con ellos lo mismo que nadie deveria de hacerlo , cada uno es libre de adorar al Dios que quiera sin que nadie tenga que meterse con el.

Adriano dijo:

Permítanme intervenir diciendo que todas esas fiestas de religiosas solo tienen el nombre.

No te equivoques, Adriano.
Todas esas fiestas a las que yo me refería y que son de origen religioso, van acompañadas de sus correspondientes cultos y actos religiosos, como misas,ofrendas florales a la Virgen, procesiones, etc.

A lo mejor tú no te has enterado porque sólo vas a la "comilona".

Nadie te lo echa en cara, pues somos muchos los que hacemos lo mismo, pero hay otras personas que sí viven los actos religiosos íntegramente. Así que el hecho de que tú o que yo no asistamos a los mismos, no es óbice para que la fiesta sea religiosa, tanto en su origen como en su celebración.

Hombre, ya sabemos que hay gente pa tóo, pero de esa muy poquita.

Cuantas personas cumplen con su obligación como católicas cotidianamente o incluso solo los domingos.??.

Religiosos para el choriceo, el morcilleo, el panceteo y toda clase de eos
sin que falte el paelleteo. Por lo demás, pregúntaselo al parroco.

Hipocresía hijo, pura hipocresía.

Recogida de la Virgen de los Dolores 2011

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