Nueva Carteya - Cordoba

Para mi la miseria política son Los políticos que viven en una sociedad que podríamos decir que no es la misma que la nuestra, nosotros estamos día a día ´sobreviviendo´ y luchando para ganar nuestros sueldos y poder mantener una familia mientras tantos ellos se dedican a decir cuatro palabras, a engatusarnos con sus mentiras y a hacer que todo parezca que va bien, pero la cruda realidad es que ellos , los políticos viven a costa de nosotros , de la sociedad. Es un puro teatro, que hacen para dar buena imagen.
Pues sí, estoy descontento con la clase política pues lo más importante de cualquiera es conseguir el poder y para llegar nos prometen, nos ilusionan, nos engañan pero..los creemos y damos nuestro mayor respaldo que es mas grande que la palabra
NUESTRO VOTO pero eso es irremediable, el sistema es así, primero elegimos "sueños" y el que mejor nos encante le damos el poder.
A veces pienso que me gustaría que subieran los que sin estar en él haya echo realidad esos "sueños", que el poder fuera para quien se lo mereciera por su lucha por el pueblo sin esperar el "sillón" es decir primero la política de lucha y valor frente a los problemas de la sociedad y sus posibles soluciones y luego podriamos darles nuestro voto ante echos demostrados y no al contrario darlo para que nos lo demuestren.
Tal vez me estoy liando pero creo que tanto "uniforme" en la política, tanta rivalidad partidsta está dañando la Democracia que somos todos nosotros.
Esta política está separando lo verdaderamente importante que es el servir al pueblo por servir a una ideología sin que se pongan de acuerdo para buscar soluciones en unión por una misma causa, que al final es el buscar lo mejor para los que representan y les hemos dado ese voto de confianza.
Miseria política y ciudadana que contribuimos a que esto ocurra siguiendo los mismos patrones que nos dictan.
Miseria que no acabará mientras hallan intereses partidistas mas que de servicio a la sociedad.

Del hablador he aprendido a callar; del intolerante, a ser indulgente, y del malévolo a tratar a los demás con amabilidad. Y por curioso que parezca, no siento ninguna gratitud hacia ese "maestro".