Montemayor - Cordoba

Era una vez un hombre obstinado que instaló una pequeña fábrica en el fondo del patio de su casa. Para ello, invirtió todo lo que tenía, incluso vendió las joyas de su esposa. Despuès de dos años de trabajo intenso, el producto fue considerado de mala calidad y, por lo tanto, rechazado.

Muchos habrían desistido, pero él no. Regresó a la escuela, estudió dos años más y perfeccionó la mercancía, que finalmente fue aceptada. Cuando todo parecía estar encaminado, estalló la guerra y su pequeña fábrica fue bombardeada. El hombre no se desesperó y la reconstruyó. Pero entonces ocurrió un terremoto que destruyó su empresa. Pero una vez más, él se rehusó a darse por vencido: construyó nuevamente la fábrica. La guerra llegó a su fin y se vivió una gran escasez de gasolina en todo el país. Su empresa y sus automóviles no servían para nada. Él entró en pánico y… ¿desistió? No.

Creativo como era, adaptó un pequeño motor a su bicicleta y salió a las calles. Los vecinos quedaron maravillados y querían tener una de las llamadas bicimotos. La demanda de motores aumentó mucho y se quedó sin mercancía. De nuevo estaba en cero. Decidió crear, el mismo, una empresa para desarrollar su invento. Pero no tenía dinero y recorrió las quince mil tiendas que había en el país. La mayoría lo rechazó, pero un pequeño grupo creyó en la idea y la fábrica fue todo un éxito.

Para resumir la historia, ese hombre existió y se llamó Soichiro Honda. La empresa fundada por el es una de las mayores multinacionales del mundo, uno de los imperios de la industria automovilística, la honda Motor Company.

El mundo esta lleno de personas insatisfechas y de aquellas que se desaniman por fracasar tan solo una vez. La historia nunca hablará de ellas. Sin embargo, existen aquellas que nunca aceptan la derrota, como Soichiro Honda.

Una derrota no significa que eres incompetente y estas destinado al fracaso. Con la experiencia adquirida en el fracaso, recomienza y aprovecha las lecciones aprendidas. El único fracaso que no vale la pena es aquel que no nos transmite nada. El error siempre nos puede enseñar algo.

.-En todo fracaso hay una oportunidad nueva.

la leche vladimir pareces confucion con tanto cuento,probervio y refran jajajajaja

Ojalá se extendiera esa filosofía. Estamos demasiado preparados para ganar, y las reacciones ante la adversidad, pues....ya las estamos viendo...