Montemayor - Cordoba

¡Ciertamente! La política no debe ser una profesión, sino un servicio temporal a la comunidad, sin ánimo de lucro, por parte de personas competentes.
Creo que no debería ser candidato a ningún puesto político, quien no acreditará tener un oficio, carrera o puesto de trabajo, ejercido cinco años antes, al menos. Es decir, que no sea “un pesebre” de salida profesional, sin haber trabajado antes.
También debería haber un límite de ejercicio en la actividad política, no demasiado largo. ¿Dos mandatos?
Que las retribuciones, sean adecuadas al trabajo que se ejerce, cotizando a la SS por el nivel de su trabajo profesional que ejercia, sin privilegios al salir.
Que tengamos listas abiertas, para negar nuestro voto a quien nos parece inadecuado, limitando así la ologarquía de los partidos, verdaderas dictaduras, no democracia.
Que los partidos, los sindicatos y las iglesias los mantengan sus afiliados. que no cobre ni un euro de las arcas públicas.
Que se limiten las instituciones y órganos políticos a lo necesario, dedicando menos recursos a tantos gastos innecerios (fuera el Senado, Congreso más cerca del votante -distritos uninominales-, menos “parlamentos y gobiernos regionales”, menos “embajadas regionales”. En suma, menos “pesebres para enchufados y vagos”.
¿Utopia o necesidad?