El monumento a Lenin en el Sochi olímpico, cercado por vallas
Nos estamos refiriendo al famoso monumento, sito en el mismo centro de la capital olímpica. Un monumento escultórico obra del famoso escultor Z. Vilensky y del arquitecto Rudenev, erigido en 1957 en conmemoración del 40 aniversario de la Gran Revolución Socialista de Octubre, considerado uno de los dos mejores monumentos dedicados al líder del primer Estado socialista del mundo. Como monumento histórico y cultural, está protegido por el Estado.
Pero ni su estatus de obra protegida del patrimonio, ni la vergüenza consiguen evitar que los actuales chaqueteros del partido gobernante cometan este acto vandálico. A falta de pocos días para el inicio de un acontecimiento de relevancia mundial, el monumento al líder del proletariado mundial, se vio cercado por dos hileras de vallas, a través de las cuales podía verse como a escasa distancia del monumento, directamente en la zona protegida, se alzaba una construcción horrorosa y se desplegaban todos los medios técnicos para su explotación. Resultó que esa construcción no era otra cosa que un pabellón publicitario de una conocida firma internacional, que es espónsor de los JJ.OO de invierno y que promueve la venta de sus productos en el mercado ruso.
Los dirigentes de la región y de la ciudad, antiguos miembros del Komsomol, excomunistas, el gobernador de la región de Krasnodar, A.N. Tkachov y el alcalde de Sochi, A.N. Pajomov, matan así dos pájaros de un tiro. Consiguen para la marca patrocinadora un espacio publicitario en el mismo centro de Sochi, al tiempo que apartan de los ojos de los deportistas olímpicos y visitantes de las olimpiadas el símbolo de los grandes logros de sus antepasados, que ellos tanto odian pues les recuerda su traición política. De paso también ocultan de los ojos de los curiosos el estado lamentable del césped y de los arbustos de búxus, que se encuentran en total abandono.
No podemos pasar por alto, que en la región de Krasnodar y en la ciudad de Sochi, entidades dirigidas por estos antiguos ardientes leninistas, miembros del Komsomol y pseudo-comunistas, la persecución contra nuestra historia y cultura han alcanzado su máximo apogeo. En Krasnodar retiraron el monumento a Lenin y en su lugar colocaron uno a Catalina II. En Sochi, bajo el mandato de Pajomov, se ha intentado en más de una ocasión trasladar el monumento “a otra ubicación”. En más de una ocasión ha sido mancillado por miembros de la “Joven Guardia de Rusia Unida”, manejados por la propaganda antisoviética, que destilan sus “camaradas” mayores. Solo la decidida intervención de los comunistas de Sochi y del diputado de la Duma Serguei Obújov, ha evitado que se saliesen con la suya. Si permanecerá o no el monumento a Lenin en el lugar actual tras las olimpiadas, volverá a depender de ellos. Hay que detener a estos destructores del legado Sovietico , antes de que destruyan todo lo sagrado, alcanzado con el esfuerzo de nuestros antepasados.