La esencia de la "teorÍa de las fuerzas productivas" es oponerse a la revoluciÓn proletaria El renegado, agente enemigo y vendeobreros Liu Shao-chi siempre abogó por la reaccionaria "teoría de las fuerzas productivas". De acuerdo a esta falacia, si un país no tiene capitalismo altamente desarrollado y sus fuerzas productivas no alcanzan un nivel elevado, no está capacitado para emprender la revolución socialista ni tomar el camino socialista. Antes de la toma del Poder por el proletariado, Liu Shao-chi abogó por su teoría para impedir que el proletariado se levantara para hacer la revolución y a tomar el Poder. Después de la toma del Poder por parte del proletariado, la preconizó para oponerse a la transformación socialista en un intento fútil de conducir a China por el camino capitalista. Luego de completada en lo fundamental la transformación socialista de la propiedad de los medios de producción, continuó dando bombo a su teoría en un siniestro complot para restaurar el capitalismo. La práctica es el criterio para comprobar la verdad. Las grandes victorias de la revolución de nueva democracia, de la revolución y construcción socialistas de China dirigidas por el gran Líder el Presidente Mao han proclamado la bancarrota de la "teoría de las fuerzas productivas" pregonada por Liu Shao-chi. Por supuesto, los cambios operados en las relaciones de producción son originados por un determinado desarrollo de las fuerzas productivas. Sin embargo, un enorme desenvolvimiento de las fuerzas productivas siempre se realiza después de un cambio operado en las relaciones de producción. La experiencia histórica ha probado que sólo creando, ante todo, la opinión pública revolucionaria y tomando el Poder, y luego cambiando las relaciones de producción, se puede desarrollar en amplia medida las fuerzas productivas. Esta es una ley general del desarrollo social. Se opone a que el proletariado tome el poder La vieja China era un país semicolonial y semifeudal cuyas fuerzas productivas tenían un nivel sumamente bajo y se estancaron por largo tiempo. Este era el resultado principalmente de la cruel opresión y explotación del imperialismo, el feudalismo y el capitalismo burocrático. Siempre que poseemos el Poder poseemos todo. Las decadentes y atrasadas relaciones de producción pudieron ser cambiadas en lo fundamental y las fuerzas productivas enormemente desarrolladas sólo cuando las masas fueron armadas con el pensamiento Mao Tsetung cuando el proletariado (a través del Partido Comunista) dirigió a las masas populares, principalmente a las masas campesinas, a llevar a cabo la revolución, es decir, la revolución de nueva democracia contra los enemigos principales -el imperialismo, el feudalismo y el capitalismo burocrático- y a conquistar el Poder en todo el país y, a continuación del triunfo de esta revolución, pasó a la revolución socialista sin interrupción. Ya en los primeros años de la revolución de nueva democracia en China, Liu Shao-chi, en pos de Chen Tusiu pregonó fanáticamente la "teoría de las fuerzas productivas", para oponerse a que el proletariado se alzara en revolución y tomara el Poder. Pretextando que China estaba atrasada industrialmente y el nivel de sus fuerzas productivas era muy bajo, calumnió al proletariado chino como "pueril" y "seriamente lumpen", alegando que la conquista del Poder por el proletariado era "cosa de un futuro lejano" y que era absolutamente "innecesario hablar mucho discutiéndolo". Negar la posibilidad y la necesidad de la toma del Poder por parte del proletariado so pretexto de que el nivel de las fuerzas productivas es bajo, es una falacia total pregonada con segundas intenciones. El problema de si el proletariado puede tomar el Poder no se determina en absoluto por el nivel de las fuerzas productivas, sino, objetivamente, por el que exista o no una situación revolucionaria y, en lo subjetivo, por el que cuente o no con un Partido Comunista armado con el marxismo-leninismo-pensamiento Mao Tsetung, el cual dirija de manera acertada a las amplias masas revolucionarias en una lucha heroica por la conquista del Poder. Las contradicciones entre los tres enemigos principales y el pueblo chino eran extremadamente agudas en la vieja China. El proletariado y las grandes masas de campesinos estaban sometidos a una opresión cuya severidad y crueldad eran raramente vistas en el mundo. Ellos deseaban urgentemente una revolución. El proletariado, aunque era numéricamente pequeño, tenía lazos naturales con los cientos de millones de campesinos depauperados, con quienes podía formar una alianza estrecha. Existía en China una situación revolucionaria. Si se armaba con el pensamiento Mao Tsetung, el Partido Comunista de China podría, con seguridad, dirigir a las masas revolucionarias a vencer al enemigo paso a paso, y a conquistar el Poder en todo el país. La gran victoria de la revolución china lo ha probado plenamente. Al pregonar con afán la "teoría de las fuerzas productivas", el perverso propósito de Liu Shao-chi consistía en que el proletariado debía someterse a la opresión y explotación por parte de los tres enemigos principales y en que no se permitiera al proletariado levantar un solo dedo contra el reaccionario y putrefacto sistema político-económico de la vieja China. Mientras afirma que las fuerzas productivas y la base económica desempeñan, por regla general, el papel principal y decisivo con respecto a las relaciones de producción y la superestructura, el gran líder el Presidente Mao subraya: "Cuando el desarrollo de las fuerzas productivas se hace imposible sin un cambio de las relaciones de producción, este cambio desempeña el papel principal y decisivo". "Cuando la superestructura (política, cultura, etc.) obstaculiza el desarrollo de la base económica, las transformaciones políticas y culturales pasan a ser lo principal y decisivo". La "teoría de las fuerzas productivas" propugnada por Liu Shao-chi describió unilateralmente el progreso de la sociedad como resultado natural del desarrollo de las fuerzas productivas, principalmente de los instrumentos de producción. Tal teoría negó por completo que, en determinadas condiciones, la superestructura y las relaciones de producción desempeñan el papel principal y decisivo con respecto a la base económica y las fuerzas productivas, también negó totalmente que, el proletariado, al emprender en forma consciente la revolución bajo la guía de la teoría revolucionaria, conquistar el Poder y cambiar las relaciones de producción, desempeña el papel decisivo para desarrollar las fuerzas productivas e impulsar el desenvolvimiento social. Negó radicalmente el principio de que "el pueblo, y sólo el pueblo, es la fuerza motriz que hace la historia mundial" y el principio de que "las revoluciones son las locomotoras de la historia". Utilizó el materialismo mecanicista para reemplazar el materialismo dialéctico, y el evolucionismo vulgar para combatir a la dialéctica revolucionaria. La "teoría de las fuerzas productivas es, de cabo a rabo, una falacia contrarrevolucionaria. Desbroza el camino para el desarrollo del capitalismo La fundación de la República Popular China en 1949 marca el término fundamental de la etapa de la revolución de nueva democracia y el inicio de la etapa de la revolución socialista. Respondiendo firmemente al llamamiento lanzado por el Presidente Mao de "construir [China convirtiéndola en] un gran Estado socialista", la clase obrera y los demás trabajadores decidieron pasar sin interrupción a la revolución socialista. Precisamente en esta coyuntura de cambios históricos, Lui Shao-chi salió precipitadamente armando un gran ruido por todas partes en oposición al camino socialista y abogando por el camino capitalista. Su fundamento "teórico" siguió siendo la contrarrevolucionaria "teoría de las fuerzas productivas". Liu Shao-chi vociferó en repetidas ocasiones: "El problema del socialismo es un asunto del futuro. Es demasiado temprano para plantearlo ahora". También chachareó que "el capitalismo en China hoy aún está en su juventud y es el momento mismo para poner en juego su papel histórico y positivo y dejarlo hacer su contribución", y que deben "permitir a los capitalistas existir y desarrollarse durante décadas" sin restricción. Insistió en que no hacer esto "afectaría la elevación de las fuerzas productivas" y sería, por lo tanto, "reaccionario". Incluso difamó la cooperativización agrícola antes de la mecanización como un "concepto utópico reaccionario del socialismo agrícola". Abogó febrilmente por el desarrollo de la economía de los campesinos ricos y gritó a todo pulmón que aun cuando un campesino rico contratara a "cien" trabajadores agrícolas, "debería ser protegido de perjuicios". Este contrarrevolucionario de larga data se volvió tan cínico que confundió lo negro con lo blanco e invirtió lo justo y lo erróneo. El absurdo de que la Nueva China tenía que depender del capitalismo para desarrollar las fuerzas productivas es enteramente un aullido de los perros falderos de la burguesía. Aunque la burguesía nacional de China no era objeto de la revolución democrática, estaba, como señaló Marx, "chorreando sangre y lodo por todos los poros, desde los pies a la cabeza", y siempre explotaba brutalmente al proletariado. Era muy débil en lo político y económico, y mantenía conexiones con el imperialismo y el feudalismo por medio de múltiples vínculos. La burguesía nacional de China vino a este mundo relativamente tarde y "en mala hora", pero envejeció y pudrió muy rápido. En el momento en que el mundo entero entró, hace tiempo, en "la era de la ruina inevitable del capitalismo", y cuando el proletariado conquistó el Poder en la Nueva China, la contradicción entre la clase obrera y la burguesía se convirtió en la principal contradicción en el país. Si no aplicáramos la política de utilización, restricción y transformación en relación con la industria y el comercio capitalistas, y si los dejáramos expandirse en forma ilimitada como Liu Shao-chi pregonaba, las fuerzas productivas no podrían desarrollarse en amplio margen y, en consecuencia, el Poder conquistado por el proletariado cambiaría de color. La aseveración de que la construcción del socialismo es "utópica" y "reaccionaria" es exactamente el lenguaje de los renegados del proletariado. El gran Lenin puntualizó hace tiempo: El que la revolución democrática burguesa, después de su victoria, pueda o no convertirse sin interrupción en revolución socialista depende del "grado de preparación del proletariado y del grado de su unión con los campesinos pobres". Después de la fundación de la República Popular China, la clase obrera tomó el Poder. Esto fue el preparativo político más importante. La confiscación del capital burocrático que "permitirá a ésta [la república popular] controlar las arterias vitales de la economía del país y a la economía convertirse en el sector dirigente de toda la economía nacional", fue el preparativo económico más importante. A través de la prolongada lucha de la revolución democrática, la alianza obrero-campesina de China se hizo muy consolidada y poderosa. Como la clase obrera y los campesinos pobres y medios de la capa inferior sufrieron una cruel explotación, entre ellos "existe latente [...] un entusiasmo inagotable por el socialismo". Después de la reforma agraria, los campesinos pobres y medios de la capa inferior deseaban urgentemente organizarse para aprender el camino de la cooperativización. Sólo de esta manera se podría evitar una nueva polarización en el campo de China y realizar paso a paso la mecanización agrícola. En las viejas zonas liberadas, bajo el gran llamamiento del Presidente Mao de "organicémonos", se habían obtenido experiencias preliminares pero exitosas en la promoción de la ayuda mutua y cooperación entre los campesinos individuales. Por eso, después de la fundación de la Nueva China, bajo la guía de la línea revolucionaria proletaria del Presidente Mao, El Partido Comunista de China dirigió a las grandes masas de obreros y campesinos para realizar la transformación socialista de la economía nacional mediante las formas y medidas apropiadas. Esto representó la tendencia general y la aspiración del pueblo y estuvo totalmente conforme con la ley objetiva. Sólo de esta manera podemos poner en pleno juego el entusiasmo de los centenares de millones de obreros y campesinos por la revolución y la producción y desarrollar enormemente las fuerzas productivas. El que Liu Shao-chi pregonara tan vigorosamente la "teoría de las fuerzas productivas", tenía precisamente por objeto hacer que la clase obrera y el pueblo trabajador entregaran a la burguesía en bandeja de plata los frutos de la victoria conquistados en la revolución". Una vez que este complot se realizara, los cientos de millones de obreros y campesinos caerían de nuevo en el abismo de la miseria. El gran líder el Presidente Mao señaló hace mucho: No es más que un "puro delirio" establecer en China una sociedad capitalista de dictadura de la burguesía después de la victoria de la revolución de nueva democracia en China. Como la burguesía nacional de China es muy débil, tiene que capitular ante el imperialismo para oponerse al socialismo. En último análisis, el reaccionario programa de Liu Shao-chi para desarrollar el capitalismo es impracticable en China, precisamente como el Presidente Mao nos ha señalado: "de hecho este camino es impracticable, en realidad están dispuestos a entregarse al imperialismo, al feudalismo y al capitalismo burocrático". La "teoría de las fuerzas productivas" predicada por Liu Shao-chi no sólo muestra que él es el representante general de la burguesía, sino que revela sus verdaderos rasgos de perro faldero del imperialismo. Cortina de humo para restaurar el capitalismo Bajo la sabia dirección de nuestro gran líder el Presidente Mao, para 1956 China había cumplido ya en lo fundamental la transformación socialista de la propiedad de los medios de producción y esto promovió grandemente el desarrollo de las fuerzas productivas. Sin embargo, existe tanto armonía como contradicción entre las relaciones de producción y las fuerzas productivas y entre la superestructura y la base económica. La lucha de clases está lejos de terminar y el foco de la lucha todavía se concentra en la cuestión del Poder. El Presidente Mao enseña: "La sociedad socialista cubre una etapa histórica bastante larga. Durante la etapa del socialismo, aún existen clases, contradicciones de clases y lucha de clases; existen la lucha entre el camino socialista y el capitalista". En estas circunstancias, "la sola revolución socialista en el frente económico (en la propiedad de los medios de producción) es insuficiente y no puede ser consolidada. Debe haber también una revolución socialista radical en los frentes político e ideológico". Esto constituye un desarrollo trascendental del marxismo-leninismo, una importante componente de la gran teoría del Presidente Mao sobre la continuación de la revolución bajo la dictadura del proletariado y el faro que guía al proletariado y al pueblo revolucionario para continuar la revolución. Fue precisamente en este momento crucial en que la revolución socialista podía continuar avanzando o no que Liu Shao-chi saltó adelante, creando vigorosamente la opinión pública contrarrevolucionaria. Clamó por todas partes: "En nuestro país, la cuestión de quién vencerá a quién: el socialismo o el capitalismo, ahora ha sido resuelta" y "ahora la tarea principal del pueblo chino y de nuestro Partido es desarrollar lo más rápido posible las fuerzas productivas". Estas falacias son meramente una nueva forma de expresión de la "teoría de las fuerzas productivas". Según su absurda teoría, las relaciones de producción ya no están en contradicción con las fuerzas productivas, y la revolución socialista en el frente económico ha terminado; la superestructura ya no está en contradicción con la base económica, y la revolución socialista en los frentes político e ideológico es eternamente innecesaria; las clases se han eliminado, ya no existe la burguesía, la lucha de clases ha terminado, y es completamente suficiente que la clase obrera y el pueblo trabajador se sumerjan simplemente en la producción y el trabajo profesional. Nuestro gran líder el Presidente Mao señala penetrantemente: "Para derrocar el Poder político es siempre necesario, ante todo, crear opinión pública y trabajar en el terreno ideológico. Así proceden las clases revolucionarias, y también las clases contrarrevolucionarias". El desarrollo de las fuerzas productivas clamado por Liu Shao-chi es falso y su restauración del capitalismo es real. La opinión pública contrarrevolucionaria de la "producción es todo", creada por él, es una cortina de humo. Trató de usar esto para relajar nuestra vigilancia revolucionaria para poder reclutar enérgicamente a renegados y desertores y formar camarillas en su propio interés, e impulsar frenéticamente su línea revisionista contrarrevolucionaria en los diversos frentes, haciendo degenerar así la dictadura del proletariado en dictadura de la burguesía y transformando la economía socialista en capitalista. Si hubiéramos caído en su trampa, nos hubiéramos olvidado realmente de la necesidad de continuar la revolución bajo la dictadura del proletariado en vez de llevar a cabo la lucha de clases, la revolución en los dominios de la superestructura, dar prioridad a la política proletaria, destruir completamente el cuartel general burgués acaudillado por Liu Shao-chi y consolidar la dirección del proletariado, y si nos hubiéramos sumergido en la producción, "nos hubiéramos interesado únicamente por la producción de cereales, algodón y aceite, y no hubiéramos hecho una distinción entre nuestros enemigos, nuestros amigos y nosotros mismos", si nos hubiéramos preocupado sólo por la mecanización y no por la revolucionarización, entonces no habría hecho falta mucho tiempo para que se hubiera producido fatalmente una restauración contrarrevolucionaria a escala nacional, y hubiéramos sido decapitados sin saber cómo. Lenin señaló: "La política no puede sino ser colocada por encima de la economía". "Sin un enfoque político acertado del problema, la clase no mantendrá su dominación, y por consiguiente no podrá cumplir tampoco su tarea de producción". El gran líder el Presidente Mao ha desarrollado grandemente este brillante pensamiento de Lenin. El Presidente Mao nos enseña repetidamente: "La política es el mando, es el alma, el trabajo político es la arteria vital de todo nuestro trabajo económico". El Vicepresidente Lin señala: "«Empeñarse en la revolución y promover la producción» es un principio complemente justo, pues expone correctamente la relación entre la revolución y la producción, y entre lo espiritual y lo material, entre la superestructura y la base económica y entre las relaciones de producción y las fuerzas productivas". Al tomar parte en la construcción socialista jamás debemos olvidar continuar la revolución bajo las condiciones de la dictadura del proletariado. En todo momento, debemos dar prioridad a la política proletaria, colocar la producción bajo el mando de la revolución y utilizar la revolución para promover e impulsar la producción. Debemos llevar a cabo la mecanización y aún más la revolucionarización haciendo que la segunda dirija a la primera. Sólo de esta manera, podemos consolidar la dictadura del proletariado, adherirnos a la orientación socialista y desarrollar las fuerzas productivas a saltos. Liu Shao-chi ya es un cadáver político, pero la influencia perniciosa de la "teoría de las fuerzas productivas" divulgada por él todavía no ha sido eliminada. Debemos armarnos en mayor medida con la gran teoría del Presidente Mao sobre la continuación de la revolución bajo la dictadura del proletariado, criticar y repudiar cabalmente la "teoría de las fuerzas productivas", y empeñarnos vigorosamente en la revolución y promover enérgicamente la producción a fin de obtener éxitos tanto en la revolución como en la producción". |