A los comunistas nos toca describir la realidad por cruda que parezca, no para flagelarnos, ni por ningún regusto sádico, sino por la necesidad imperiosa e histórica de transformarla. Nada podrán transformar, ni mejorar, aquéllos que maquillan el régimen económico y político bajo el que vivimos y que condiciona nuestras vidas, aquéllos que intentan camuflar con perfume de rosa la mierda que nos echan encima. Pues bien, “Españoles por el mundo” es uno de esos ejemplos de idealismo y tupido velo sobre el aspecto de clase del fenómeno de la emigración, que se nutre de las clases populares y sus jóvenes que por no tener nada han de buscar el porvenir allá donde medre el capital.
La visión que nos transmiten estos “reporteros” que entrevistan a funcionarios de instituciones europeas, economistas, o empresarios en busca de jugosos negocios, es que emigrar es un paseo divertido y turístico por el mundo. “¡Qué gran oportunidad es emigrar y qué bien se vive aquí!” parecen decirnos. En los medios de comunicación se repite siempre la misma historia, la clase obrera, la más moderna de la historia y la que produce colectivamente la mayor cantidad de riqueza del planeta, es la más ignorada, como si no existiese.
Un grupo de jóvenes emigrantes levantan la voz en internet (https://ww.nonosvamosnosechan.net/ ) para transmitir la dura realidad que supone dejar a los suyos, y su tierra, por la necesidad imperiosa de comer y de tener un mínimo de presente. Entre los más de 6000 casos que se recogen en la web de los “exilios forzosos” encontramos los casos hirientes de Marta Seror, una española de 25 años, empleada ahora en Polonia en una empresa de "outsourcing" y donde gana unos 600 euros. Gran parte de estos jóvenes presentan una cualificación muy superior y variada a aquellos que emigraron en los años 60,70 u 80. Investigadores, arquitectos, ingenieros, biólogos, periodistas, filólogos, informáticos, topógrafos, arqueólogos, enfermeros, médicos, maestros, físicos, … Jóvenes proletarios más preparados que nunca en todas las disciplinas, pero al mismo tiempo con poca preparación política que les permita comprender el origen del problema y la vía para acabar con él. Se encuentran desorganizados, aislados y buscando una solución personal fruto de la falta de influencia de una organización política que cohesione y conduzca a la clase obrera española de dentro y fuera del país a arrebatar el poder económico y político a la burguesía española, con el objetivo de devolver así la riqueza a aquellos que la producen. Para desarrollar esa organización trabajan incansablemente la FJCE y el PCOE. 13 de marzo de 2013