LE PUEDE PASAR A CUALQUIERA... Y fue así: Yo tenía que acabar de redactar un informe y me metí con mi portátil en una sala en la que no había nadie. Mesa grande, aire acondicionado, tranquilidad, buena iluminación… ¡Bien, buen sitio! Así que entré y me senté en un sillón. Abrí el ordenador y me puse a trabajar. En la sala había una tele, como en todas las salas de juntas, pero esta vez no estaba la publicidad del centro y las instrucciones a los usuarios que es lo que suele haber siempre… Había una película. Cuando llegué se veía en la tele a mucha gente, todos sentados alrededor de una mesa. Una película como con una reunión de negocios, o algo así, vamos…. No le presté atención, la verdad. Yo seguía trabajando en mi ordenador, y de cuando en cuando echaba un vistazo a la tele. Siempre estaba esa gente ahí sentada ¡Vaya película aburrida! Y lo más raro es que empezaban a mirarme. Primero pensé que era un plano del director en el que los actores miraban a la persona que presidía la reunión. Pero poco a poco me noté raro, como observado: Todos me miraban desde la tele, a mí, con mucha insistencia… ¡Y NO HABLABAN! De repente caí en la cuenta: yo me había metido en la tele… en una videoconferencia. Esa gente no eran los actores de una película, eran unos directivos y me veían a mí como yo a ellos. Recogí mis cosas como si la cosa no fuera conmigo, cerré mi portátil y me fui como si no me hubiera dado cuenta del ridículo que acababa de hacer metiéndome sin permiso en una reunión muy formal a la que yo no estaba convocado ni invitado. ¡¡¡Glups!!! |