El cura de Iznájar Parece imposible que este seńor empiece un solo día la misa a la hora estipulada. Encima, tiene la poca delicadeza de no pedir perdón; aunque no se le podría perdonar porque siempre empieza bastante tarde. Este seńor no piensa en la cantidad de feligreses que están esperando y que a lo mejor tienen otras cosas que hacer. A ver si llega a enterarse de este ecrito y le da un poco de ... y cambia de actitud. |