La princesa Corinna agita el debate sobre la agenda privada de Don Juan Carlos
El annus horribilis que vive la Casa del Rey parece no tener fin. Cuando los rescoldos dejados por la cacería del monarca en Botsuana aún siguen calientes, una nueva hoguera ha vuelto a avivar las llamas de la polémica. La princesa alemana Corinna zu Sayn-Wittgenstein, amiga de Don Juan Carlos, ha irrumpido en el peor momento en el debate sobre los límites de la agenda privada del jefe del Estado, abierto, precisamente, a raíz de su safari en África, costeado por el empresario de origen árabe Mohamed Eyad Kayali
Don Juan Carlos no lo aclaró. Y ayer el periódico Bild Zeitung, el de mayor circulación de Alemania, salía a la calle con una portada explosiva que conmocionó a La Zarzuela. Sobre sendas fotografías del Rey y Sayn-Wittgenstein, este titular:
"¿Ama a esta princesa alemana el rey Juan Carlos?". Para más inri, el diario El País aseguraba, citando fuentes oficiales, que el monarca "no renunciará" a sus "amistades personales", entre ellas "la que mantiene desde hace años" con la princesa Corinna, a la que se refería, como "empresaria y organizadora de safaris".