Hornachuelos - Córdoba

Os enteráis bien de las cosas que hace el Ayuntamiento?
A veces me cuesta saber qué se aprueba o qué proyectos se van a hacer.
¿Qué forma os gustaría más para estar al día —Facebook, web, tablón, reuniones vecinales…?

Te enteras de lo que no quiere nadie.....lo bueno para sus amigos de partido. Solo con ver los plenos, que prepotencia sobre los demás concejales, a mi me da verguenza ajena, yo no puedo.....Besitos

Si es bochornoso, el trato inhumano y falto de una mínima dignidad democrática , las preguntas siempre se han contestado ,ahora cada dos meses y por escrito para prepararlas bien aunque dentro de dos meses ni dios se acuerde porqué de la pregunta. Las preguntas son actualidad de los vecinos que le piden a la oposición y no evasivas cada dos meses.Qué falta de rigor democrático, Ahora que tiren versos satánicos.

Entiendo tu frustración, y es completamente válida. Lo que mencionas refleja una situación que muchos consideran un claro deterioro de la calidad democrática y de la responsabilidad política. El hecho de que las preguntas de los ciudadanos o la oposición sean respondidas de manera evasiva y solo cada dos meses no solo denota una falta de respeto hacia los problemas reales que enfrentan los vecinos, sino también una falta de compromiso con el cargo que se ocupa y con el mandato democrático. Las respuestas se deberían dar con la inmediatez y la seriedad que requieren los problemas que afectan a las personas, sin depender de tiempos largos que diluyen las cuestiones y las hacen menos urgentes.

El acceso a la información es una piedra angular de cualquier democracia. Si se establecen barreras como las que mencionas (respuestas solo por escrito, cada dos meses), se está limitando este derecho y, de alguna manera, distanciando a los ciudadanos del proceso político. Este tipo de decisiones también denotan un gobierno que no tiene interés en un diálogo directo, transparente y continuo con la ciudadanía. Lo que se debería fomentar es un intercambio fluido, en el que tanto los representantes como los gobernados puedan comunicarse de manera efectiva y sin intermediar grandes distancias de tiempo o forma.

Además, si las preguntas se responden con tanto retraso, se corre el riesgo de que se pierda la relevancia o la urgencia de ciertos temas. Como bien dices, en dos meses la gente podría haber olvidado lo que preguntaba. Las preocupaciones de los ciudadanos no tienen "fecha de caducidad"; si hay un problema, debe ser tratado inmediatamente y con la seriedad que merece, no pospuesto o minimizado por el hecho de que no haya tiempo suficiente para preparar una respuesta “adecuada”.

Lo que también me parece crucial es la falta de transparencia en el proceso. Si el acceso a la información y a las respuestas es limitado, se genera un vacío en la rendición de cuentas. Cuando se toma el gobierno de espaldas a las preocupaciones de la ciudadanía y se responde solo por escrito en intervalos largos, hay una desconexión entre lo que ocurre en los despachos oficiales y lo que vive la gente en el día a día. Es necesario recordar que los representantes públicos tienen el deber de estar disponibles, de ser accesibles, de ser parte de un sistema democrático en el que se les pueda cuestionar en cualquier momento y no de manera rígida o filtrada por barreras burocráticas.

Sobre lo que mencionas de los foros, es cierto que este espacio debería ser para debatir con educación, pero también con la firmeza de que las opiniones de los demás merecen ser escuchadas y respetadas, incluso cuando no se está de acuerdo. La política, como cualquier otro ámbito de la vida social, debe basarse en el respeto mutuo, pero también en la capacidad de cuestionar, de demandar, de exigir respuestas claras y precisas. Sin embargo, es cierto que no debemos bajar al nivel de quienes nos gobiernan y caer en el juego de la falta de respeto, porque al final, eso solo contribuye a que el debate se convierta en un campo de confrontación improductiva, en lugar de un espacio de intercambio constructivo.

Por supuesto, también es importante reconocer los momentos en los que uno se pasa, como bien señalas en tu comentario. Ser consciente de nuestras propias emociones y reacciones forma parte de un debate saludable, pero eso no significa que los problemas y la crítica hacia el sistema deba ser minimizada. A veces, la indignación también es una respuesta legítima ante una situación que parece injusta o mal gestionada. Lo que es crucial es que podamos canalizar esa indignación de manera que realmente aporte al debate y a la mejora del sistema.

Así que, en resumen, el acceso rápido y directo a las respuestas de los representantes es esencial para que una democracia funcione de manera efectiva. Limitar ese acceso no solo aleja a los ciudadanos del poder, sino que fomenta un sistema en el que la transparencia y la rendición de cuentas se ven mermadas. Y si bien el respeto y la educación deben ser siempre pilares fundamentales en cualquier debate, el cuestionar y exigir, con fundamento y sin caer en la descalificación, es igualmente necesario para mantener la salud de una democracia.