Hinojosa del Duque - Cordoba

Nuestros políticos nos han repetido hasta la saciedad que la economía española atraviesa la mayor crisis de la democracia, que vienen tiempos difíciles, de grandes sacrificios para la sociedad y que hay que apretarse los cinturones. Parece ser que dichos tiempos difíciles y dichos sacrificios no alcanzan a la clase política, que una vez sí y otra también despilfarran los impuestos que los vecinos pagan cada vez con más sacrificio. Este es el caso de Ambite, un pequeño municipio madrileño de algo más de 500 habitantes, situado en la Vega del Tajuña y colindante con la provincia de Guadalajara.

En el mes de septiembre se debate en el Pleno Municipal, una “indemnización” por valor de 125 € por concejal y por Pleno y meses después se propone un sueldo para el Alcalde de 14 pagas de 2.100 € netos, a lo que hay que añadir todas las contingencias que conlleva dicho sueldo (IRPF, Seguridad Social, etc.), y como colofón 4.000 € anuales de «libre disposición» para el Gobierno Municipal. Todas estas medidas, que nunca constaron en el Programa Electoral del Partido Popular en las pasadas elecciones municipales y que han sido aprobadas a espaldas del pueblo, supondrá una subida de impuestos escandalosa e imposible de pagar para muchos ambiteños. Han empezado con el IBI. ¿Cuál será el siguiente impuesto a incrementar?

Por ello, un grupo de ambiteños, ha dicho basta y han sacado una «Iniciativa Popular» adelante, firmando la práctica totalidad del municipio. Asociaciones de trabajadores, agricultores, mujeres y partidos políticos (entre los que se encuentran Falange Española de las JONS) han sido capaces de apartar sus diferencias ideológicas para hacer frente común ante esta injusticia.

Las reacciones no se han hecho esperar, y cierto sector minoritario del pueblo ha descalificado esta «Iniciativa Popular», por estar encabezada por «los tres falangistas del pueblo». Tres falangistas que han conseguido unir a todo Ambite, independientemente de ideologías, cuando nunca se había producido, tres falangistas que en las pasadas elecciones municipales se quedaron a algo más de un voto de obtener representación municipal (con un 10,54% de los votos), pero que, al fin y al cabo, se han hecho un hueco en la vida política del pueblo.

FE de las JONS seguirá apoyando esta «Iniciativa Popular» y proponiendo nuevas acciones para poner fin a esta injusticia.

El comentario de la redacción de «Patria Sindicalista»

Prácticamente son una minoría muy reducida los políticos que consideran que la democracia trasciende —o debería trascender— al ámbito de las urnas. La abrumadora mayoría de los miembros de la clase política española, por el contrario, consideran que los sufragios son lo más parecido a un cheque en blanco; peor aún, una suerte de bula que les permite hacer justamente lo contrario de lo que prometieron en campaña. Los ejemplos son tantos y de tan grave calado que ocuparnos aquí, aunque fuera de manera epidérmica, requería por nuestra parte un océano de megabites. Nos basta con el «lío» de Ambite, al que están haciendo frente nuestros camaradas de la pequeña localidad madrileña.

¿Hay vida más allá de las urnas? ¿Se puede hacer política «extraparlamentaria»? Por supuesto que sí. Ambite es una prueba de ellos. Es un derecho inalienable y, desde el punto de vista del nacional-sindicalismo, un deber ineludible dar la cara en todo momento y en todo lugar. España y el bienestar de los españoles está por encima de los rígidos —y, en muchísimos casos, fraudulentos— corsés de de una democracia que tiene muy poco de demócrata y demasiado de sórdida partitocracia.

La «derechona» nos llama en Ambite «los tres falangistas del pueblo». Según la lógica de estas gentes no llegaríamos a ser siquiera los «cuatro gatos» necesarios para ser alguien en la «vida local». Sin embargo, tres personas con el cerebro bien amueblado, con unas reivindicaciones justas, con un discurso certero y con ánimos para comunicar, pueden hacer frente con solvencia y capacidad de movilización a la estafa política y forzar al poder local —«desde fuera»— a que rectifique y haga algo tan sencillo como cumplir lo que se prometió en campaña. ¿Acaso a los prebostes del Partido Popular no se le llenó la boca en campaña —¡y en la larguísima precampaña que le precedió!— de que iban a bajar impuestos?

Desde «Patria Sindicalista» saludamos a «los tres falangistas del pueblo» de Ambite y les animamos a no bajarse de la burra. Siempre, siempre, siempre trae cuenta luchar.