poesia dedicada a Espiel EL VERDADERO ESPIEL El verdadero Espiel, el de las minas, el de casitas blancas encaladas de espaldas a los campos asomadas, de portones y afiladas esquinas es el que trepa hasta las colinas por calles tortuosas y empedradas, escalinatas, cuestas empinadas a encaramarse entre las encinas. Recogido en sí mismo y apartado de la carretera y de su bullicio, por este Espiel te sientes transportado como paloma remontando el vuelo hasta el azul sin ningún prejuicio. Por supuesto, Espiel está en el suelo. Miguel de María Luque |