Como María Irene Como nuestra paisana María Irene, hoy he leído una cosa que puede aplicarse a la situación actual de crisis. Es del profeta Isaías: ocho siglos antes de Cristo, casi hace 3000 años, vamos de ayer por la tarde: «Es un pueblo rebelde, hijos renegados, hijos que no quieren escuchar la ley del Señor; que dicen a los videntes: "No veáis", y a los profetas: "No profeticéis sinceramente, decidnos cosas halagüeñas, profetizad ilusiones; apartaos del camino, retiraos de la senda, dejad de ponernos delante al Santo de Israel." Por eso, así dice el Santo de Israel: Puesto que rechazáis esta palabra y confiáis en la opresión y la perversidad, y os apoyáis en ellas; por eso esa culpa será para vosotros como una grieta que baja en una alta muralla y la abomba, hasta que de repente, de un golpe, se desmorona; como se rompe una vasija de barro, hecha añicos sin piedad, hasta no quedar entre sus añicos ni un trozo con que se puedan sacar brasas del brasero, con que se pueda sacar agua del aljibe.» |