Espiel - Cordoba

En tiempos de crisis toca recortar gastos. Se está viendo en todos los sectores de la economía, pero hay algunos recortes que preocupan demasiado porque influyen de manera directa en el estado de las arcas del Estado. Y es que algunas empresas están recurriendo al fraude para librarse de pagar el Impuesto de Sociedades que establece la ley para los empresarios. Los ingresos por este tributo generados en Córdoba han caído un 50,5% durante los primeros nueve meses del año con respecto al mismo periodo de 2008. En términos absolutos, esto significa que el Estado ha dejado de recaudar 52 millones de euros en la provincia en este impuesto, según un informe del Sindicato de Técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha). En total, el erario público ha visto reducida su recaudación un 30% entre enero y septiembre y ha pasado de 543 millones de euros a 379 millones. Además del tributo de sociedades, el impuesto sobre la renta es otro de los que más ha descendido, un 28,9%, lo que supone que Hacienda ha dejado de ingresar 90 millones de euros por este capítulo durante los primeros nueve meses del año.

Volviendo al apartado de las sociedades, el secretario general de Gestha, José María Mollinero, asegura que este descenso se debe al fraude de las empresas, ya que en tiempos de crisis "declaran más gastos y menos beneficios". Existe, en opinión de Mollinero, "una sensación de impunidad que está disparando la economía sumergida". Son varios los mecanismos que utilizan los empresarios. El primero es el de "ocultar sus ingresos al no emitir facturas". Esto se da sobre todo en el sector de las reparaciones, agricultura o ganadería; es decir, entre pequeños industriales. Las medianas empresas optan por "facturas falseadas infladas con gastos" que son emitidas a su vez por otra industria que recibe una comisión por esta gestión. Ambas reciben un beneficio, por lo que esta práctica está cada vez más extendida. Las grandes multinacionales, por su parte, crean los llamados paraísos fiscales para evitar rendir cuentas a Hacienda, aunque en Córdoba el fraude se da sobre todo en pequeñas y medianas empresas del sector de la construcción y la joyería. Estas prácticas pueden suponer una merma de los ingresos de 8.900 millones de euros al año para las arcas públicas.

El otro impuesto que más ha caído es el de la renta, debido a que hay una mayor tasa de desempleo. Se trata de una espiral, ya que si hay menos empresas y éstas facturan menos, se pierden puestos de trabajo y esto incide tanto en los impuestos de sociedades como en la renta. Hasta que no se vuelva a crear riqueza, las arcas del Estado no volverán a recuperarse, algo que está previsto que no suceda hasta 2011 puesto que los niveles de paro seguirán subiendo durante el próximo ejercicio, según la estimación realizada por los economistas.

Menos mal que había brotes verdes. Y que nos decían que empezábamos a salir del agujero desde hace un año. Seguimos cayendo y ya veremos. Con la colaboración de todos: administraciones públicas, oposición y administrados (nosotros).

En fin. Seguro que sí, que los empresarios engañan a Hacienda. Empresarios grandes, los que votan a la derechona. Y empresarios más grandes todavía, que votan al Psoe, tipo Carlos Slim o los dirigentes de Prisa. Y seguro que también los empresarios mucho más pequeños, tipo el albañil de mi calle, el ferretero de la esquina, el bar de abajo o el que tala los olivos. Y seguro que yo también, cuando compro cosas sin factura y sin IVA. Esto está mal. Sin coñas. Está mal. Porque si cada uno de nosotros no aporta el grano de arena que le toca, ya me diréis cómo arreglamos la situación.

También está mal y es un engaño a Hacienda y a todos los paisanos, cobrar el paro cuando se está trabajando en negro. O no querer trabajar porque es más cómodo el PER o el paro.

Y está mal que vayamos a cualquier sitio público y no encuentres a nadie porque los funcionarios están en la compra, pintándose las uñas o desayunando 3 horas más y 7 veces más de lo que necesita cualquiera. Y está mal que no lo denunciemos, por desidia o por miedo de que tomen represalias. Y está mal que las tomen.

Y está mal que el gobierno suba los impuestos como medida para pagar las ocurrencias de todos los días, como si con eso se pudiera salir de la crisis. Y luego vemos que nuestro dinero, el de todos los que tenemos una nómina y no podemos cobrar en B, se promociona el flamenco en Corea, se financia un mirador para ballenas en sudamérica, se pinta una bóveda en la ONU o se gasta en mil mariconadas y jjjiliipolleces que se les ocurren a los políticos que creen que el dinero público no es de nadie.

Y está mal que todas estas cosas nos conformemos con denunciarlas en un foro y cuando haya elecciones sigamos votando a los de siempre, porque son los míos, aunque sean unos inútiles o unos ladrones.

Así nos va.