Espiel - Cordoba

El Congreso de los Diputados ha respaldado hoy casi por unanimidad la convalidación del decreto sobre la ayuda de 420 euros a los desempleados que han agotado el paro y los subsidios, y la tramitación como proyecto de ley de la ampliación de este plan para que se aplique a aquellos que dejaron de percibir estas prestaciones a partir del 1 de enero.

La iniciativa ha recibido el apoyo de PSOE, PP, CiU, PNV, ERC, IU, UPN y Nafarroa Bai. Sólo UPyD ha rechazado la convalidación de la ayuda al considerarla "cicatera" y que "discrimina" a los parados que perdieron su protección antes de 2009.

En la presentación de la medida ante el Parlamento, el ministro de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho, ha afirmado que el Gobierno "es consciente de que quienes más sufren el impacto de esta situación adversa son los ciudadanos sin recursos", por lo que ha pedido al resto de grupos que tengan la misma "sensibilidad" que el Ejecutivo y apoyaran la medida.

El diputado del PP José Ignacio Echániz ha trasladado el "claro sí del PP" a esta ayuda, ya que si no "sería condenar a la indigencia a los nuevos pobres que ha creado el Gobierno socialista". Echániz, que ha calificado la ayuda de "cheque parado", ha asegurado que ésta es la "última viñeta de este vía crucis en la que han convertido la crisis". En este sentido, ha subrayado como en "otros países no debaten sobre empleo ni sobre subsidios" ya que no tienen este problema.

El portavoz de CiU en la Comisión de Trabajo e Inmigración del Congreso, Carles Campuzano, ha dado su apoyo a la ayuda pero ha advertido de que "estas medidas no son aquello que va a reactivar el mercado de trabajo". Campuzano ha criticado que el Gobierno esté "instalado en una posición dogmática, como la de otros grupos sociales, que es de no entender que la salida de la crisis va a exigir reformas en el mercado de trabajo en un sentido amplio".

Está claro que hay que ayudar a quien lo necesite. Insisto en esto: a quien lo necesite. Ese dinero de las ayudas y cualquiera que maneja el Estado en su conjunto sale de nuestros bolsillos. Pero hay que ayudar. Y no hay que engañar.