El Cañuelo - Cordoba

El Cañuelo no tiene la fiesta en paz

POR M. OSUNA.
PRIEGO
Lunes, 27-07-09
Un último baile amargo es el que ha tenido este año la celebración en honor de la Virgen de la Cabeza en la aldea prieguense de El Cañuelo, donde un joven de 16 años presuntamente abusó de una niña de la pedanía y obligó a varios menores más a realizar juegos sexuales en su presencia.
La desagradable noticia ha servido de cuchicheo en la verbena organizada este fin de semana al tiempo que ha dado al traste con la fiesta, muy en segundo plano del interés local, a pesar de los propios vecinos, que no superan el medio millar.
«Nos han estropeado las fiestas», venía a comentar ayer uno de los pocos habitantes que rompían aun con dubitaciones la ley del silencio autoimpuesta en la aldea desde que se conoció la noticia de la detención del chico y su posterior ingreso en un centro de menores de Almería.
Y es que ayer, la gran mayoría de los vecinos seguía sin querer hacer ningún tipo de manifestaciones públicas con respecto al caso, lo cual no ha impedido que el tema estuviera en boca de todos la noche del sábado en la verbena.
«¡Ya viene otra vez!», decían los vecinos quejumborosos y en tono de reproche al acercarse cualquier periodista que intentase preguntarles su opinión y que por respuesta anticipada recibía una puerta que se cerraba o una invitación más o menos educada a marcharse.
Reputación a base de trabajo
Los pocos que hablaban ante la prensa no daban crédito a lo sucedido. Y no por la gravedad del hecho, sino por su recelo hacia la versión de las niñas. «Son cosas de ellas», aseveraba un hombre que como el resto prefería no revelar su identidad. Los cimientos de su tesis los hundía este vecino en la reputación de la familia del ahora internado en un centro de menores de Almería como presunto autor del suceso.
Tanto sus padres y tres hermanos, de origen maroquí, residen en El Cañuelo desde el año 2000 y en todo este tiempo se han ganado la calificación de «personas trabajadoras» que ayer apuntaba algún que otro residente en la aldea, en la que nunca habían protagonizado escándalos ni altercados de ningún tipo.
Tampoco lo había hecho el acusado, que un vecino definía como «trabajador», en la misma línea que el resto de los preguntados y el padre del joven, que estaba empleado como aprendiz en un taller mecánico.
De ahí que otro hombre que vive en la calle de la familia marroquí asegurase ayer que «esto es una cosa muy rara» y se inclinase por la opción de que todo sea «cosa de chiquillos», pues nunca había visto comportamientos extraños en el menor.
Mientras, la investigación prosigue su curso y las familias de las niñas su intención de no pronunciarse fuera de los tribunales con el ánimo de lograr la tranquilidad que ayer pedía la madre de una de las menores que habrían sufrido el abuso. Éso y nada más decía por la mañana en el bar que regenta en El Cañuelo,una aldea que ha visto apagarse los focos de su verbena y ahora espera con ansia que se apaguen los de las cámaras de televisión.

https://ordoba.abc.es/20090727/cordoba-cordoba/canuelo-tiene-fiesta-20090727.html