26-09-09 22:12 | #3359804 |
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A PETICION DE UN FORERO GROSERO Y MALEDUCADO DEL PUEBLO De las tres lenguas que tenemos en Cataluña el castellano, el catalán y el aranés usaré mayoritariamente la lengua castellana, lengua común de todos los españoles, y que hará que más gente pueda conocer nuestra tierra. - De les tres llengües que tenim a Catalunya el castellà, el català i l´aranés faré servir majoritàriament la llengua castellana, llengua comuna de tots els espanyols, i que farà que més gent pugui conèixer la nostra terra. - Des tres lengües qu'auem en Catalonha eth castelhan, eth catalan e l´aranesa emplegarè majoritàriaments era lengua castelhana, lengua comuna de toti es espanhòus, e que harà que mès gent pogue conéisher era nòsta tèrra. viernes 11 de septiembre de 2009 Mossèn Jacint Verdaguer Jacinto Verdaguer: poeta, figura capital de la “Renaixença” y principal recuperador de la lengua catalana como lengua literaria. Nació en el pueblo barcelonés de Folgueroles el 17 de mayo de 1845 en el seno de una familia humilde de campesinos. A los once años ingresó en el seminario de Vic, tras lo que se ordenaría sacerdote en 1870. Ejerció de capellán de la Compañía Transatlántica (1873-1875), propiedad del marqués de Comillas, de cuya familia fue posteriormente confesor y limosnero. Comenzó a ser conocido a causa del premio recibido por varias de sus poesías en los Juegos Florales de 1865, lo que se repetiría en años posteriores causando sensación que el autor de tan notables obras fuese un joven campesino. Recibiría el título de maestro en Gay Saber en 1880. En esos años, inspirado por sus travesías oceánicas entre la península y Cuba, comenzó a esbozar un largo poema épico titulado “Espanya naixent” (España naciente), primera forma de lo que, tras una elaboración de varios años, acabaría siendo “La Atlántida”, monumental poema, premiado en los Juegos Florales de 1877, que le valdría el reconocimiento general tanto en España como en el resto de Europa. Se trataba de una visión mitológica del hundimiento del Continente perdido y la futura misión americana de España y Colón. Éste, tras el relato de un anciano sobre el mítico Continente, ofrece a Génova, Venecia y Portugal tender un puente sobre el océano Atlántico hasta las tierras del otro lado del mundo, pero sólo encontrará comprensión y ayuda en Isabel la Católica, “la reina de les reines que hi ha hagut” (“la reina de las reinas que ha habido”). “Vet aquí, Colom, mes joies; compra, compra alades naus; jo m´ornaré amb bonicoies violetes y capblaus”. (“Colón, mis joyas te doy para que naves aprontes; yo me adornaré desde hoy con violetas de los montes”). Y con estos versos finalizó la epopeya: “Lo savi ancià, que des d´un cim l´obira, sent estremir lo cor com un lira; veu a l´Angel d´Espanya, hermós i bell, que ahir amb ses ales d´or cobrí a Granada, eixamplar-les avui com l´estelada i fer-ne l´ampla terra son mantell. Veu morgonar amb l´espanyol imperi l´arbre sant de la Creu a altre hemisferi, i el món a la seva ombra reflorir; encarnar-s´hi del cel la saviesa; i diu a qui s´enlaira sa escomesa: -Vola, Colon…ara ja puc morir!”. (“El sabio anciano, que le contempla desde una cima, siente estremecer su corazón como un lira; ve el Ángel de España, hermoso y bello, que con sus alas de oro ayer cobijó a Granada, extenderlas hoy por el firmamento, y a la amplia tierra hacer de ellas su manto. Ve brotar, junto con el imperio español, el santo árbol de la Cruz en otro hemisferio, y el mundo florecer a su sombra; encarnarse en él la celeste sabiduría; y dice a quien se lanza a su encuentro: -¡Vuela, Colón…ahora ya puedo morir!”). Sus versos religiosos (Idil.lis i cants mistics, Caritat, Sant Francesc, Flors del Calvari, Lo somni de Sant Joan, Jesús Infant, Al cel, Eucarístiques, etc.), alcanzaron cimas de misticismo que le convirtieron en el digno heredero de la gran poesía religiosa española de los siglos de oro. La manipulación nacionalista. Dedicó muchas de sus páginas a cantar con excelsa inspiración las costumbres, el paisaje, la historia y las leyendas de su tierra, lo que ha servido a los manipuladores de hoy para presentar a Verdaguer con ropajes nacionalistas que dejarían estupefacto al interesado si pudiese enterarse de la grosera falsificación que todo tipo de agitadores políticos perpetran diariamente con su persona y su obra, con los gobiernos de Jordi Pujol a la cabeza. En el año 2002, centenario de su muerte, fue especialmente pródigo en manifestaciones tergiversadoras. Joan Triadú, escritor y crítico literario, ha insinuado que la injusticia provocada por el predominio de una nación sobre otra fue el motivo que llevó a Verdaguer a “hacer patria” cantando a Cataluña en sus versos. Victor Batallé, comisario del Año Verdaguer, apunta “razones secretas” –de carácter nacionalista, obviamente- en la obra del poeta, que hoy debe ser recordado “para mantener todo lo que nos hace diferentes”. El propio Jordi Pujol ha afirmado que “el poeta nacional de Cataluña” puso su musa “al servicio de la recuperación de Cataluña como país” y que “mientras ayudaba a recuperar la lengua, conscientemente ayudaba a recuperar la patria”. La evidente exaltación de Cataluña en sus obras, que se perfila como el principal motivo director de su producción profana, no implica negación alguna de lo español; al contrario, toda la obra de Verdaguer –profundamente española por ser profundamente catalana- respira un evidentísimo patriotismo español que desconcierta y se esfuerzan por ocultar los inventores de esa fantasmagórica Cataluña enemiga secular de España. La obra de Verdaguer “Pàtria” (188 ![]() Si aquellos que han recibido en las aulas catalanas la enseñanza de que Verdaguer fue un notorio militante nacionalista abrieran las páginas de “Pàtria”, se encontrarían, ya desde la dedicatoria, con versos como éste destinados a la Virgen de Montserrat, patrona de Cataluña: “Vostre blau mantell és gran; abrigau a tota l´Espanya, lo regne de vostre amor, como un nuiet sota l´ala.” (“Vuestro manto azul es grande, arropar a toda España, el reino de vuestro amor, como un nido bajo el ala”). En el prólogo a aquella primera edición de 1888 había escrito Jaume Collell: “Aixís és como refarem i enaltirem la Pàtria catalana, anant sempre a la vanguardia en lo progrés i en la defensa de la Pàtria espanyola”. (“Así es como reharemos y enalteceremos la Patria catalana, yendo siempre a la vanguardia en el progreso y la defensa de la Patria española”). Junto a otras numerosas expresiones de catalanidad y españolidad, que para Verdaguer eran, naturalmente, la misma cosa, dedicó unos épicos versos a uno de los momentos cimeros de la historia de España, recordando la participación de los soldados catalanes junto a los otros españoles en la batalla de Lepanto, capitaneados por el castellano Don Juan de Austria y el catalán Don Luis de Requesens: “¡Naus d´Espanya, sempre avant!; al topar-se Europa y Àssia, una o altra al fons del mar”. (“¡Naves de España, siempre adelante!; al toparse Europa y Asia, una u otra al fondo del mar”). En la oda dedicada a Barcelona, recordó Verdaguer la creación de la bandera española a partir de los colores de la señera y la principal participación de la ciudad condal en las empresas de América y Lepanto: “Per ço da ducs a Atenes i comptes a Provença, i per bandera a Espanya un tros del seu penó: per ço ni un peix se veia dintre la mar immensa que no dugués gravades les barres d´Aragó (…). Aquí Don Joan D´Austria les àncores aferra, duent-li de Lepanto llorers; allí Colón, tornant d´aquell viatge que duplicà la terra, als peus del Reis Catòlics féu rodolar un mon”. (Por eso da duques de Atenas y condes de Provenza, y por bandera a España un trozo de su pendón: por eso ni un pez se veía en la mar inmensa que no llevase grabada las barras de Aragón (…). Aquí echó sus anclas Don Juan de Austria, trayéndole laureles de Lepanto; allí Colón, al volver de aquel viaje que duplicó la tierra, hizo rodar un mundo a los pies de los Reyes Católicos”). Al eminente guerrillero José Manso y Solá, uno de los grandes caudillos catalanes de la Guerra de la Independencia, le dedicó unos versos que concluían así: “I lliure de cadenes la sempre invicta Espanya, de llor cenyit son front, amb refulgenta espasa tenyida amb sang estranya del Pirineu atívol escriu en la muntanya: Vencí a Napoleón”. (“Y libre de cadenas la siempre invicta España, su frente ceñida de laurel, con refulgente espada teñida en sangre extraña del Pirineo altivo escribió en la montaña: Vencí a Napoleón”). No sólo en este volumen se encuentran las referencias de Verdaguer a su patria, que abundaban por toda su obra. Por ejemplo, ésta es la estrofa final de “Somni de Sant Joan” (Sueño de San Juan): “Aprés de mil anys de nit del meu cor sortirá l´alba; aprés de l´albada ´l sol, lo sol de la gloria santa. Batrá´l cor de tot un Deù al pit de la raça humana; son realme será´l mon, peró son trono l´Espanya”. (“Después de mil años tristes, de mi amor surgirá el alba, y después del alba, el sol, el sol de la gloria santa. Y latirá el corazón de Dios en la raza humana; su reino será este mundo y su trono será España”). En su poema “A la reina de Catalunya”, es decir, la virgen de Montserrat, Verdaguer escribió: “Donau abric a Espanya, la malmenada Espanya que ahir abrigava el mon, i avui és com lo cedre que veu en la muntanya descoronar son front”. (“Da abrigo a España, la maltrecha España que ayer abrigaba el mundo, y hoy es como el cedro que ve en la montaña descoronar su frente”). A la “Immaculada, patrona de Espanya” le imploró con estas palabras: “Oh Verge Immaculada, per vostra Concepció, d´Espanya Reina amada, salvau vostra nació. Vós, María, sou l´estrella que guià Espanya al Nou Món, la de l´alba hermosa i bella de la gloria que se´ns pon. Oh María, hermosa estrella, replendiu d´Espanya al front. Quan sa Reina era María, nostre regne era el més gran, sa bandera el mon cobría des d´América a Lepant. Si a regnar torna María ses grandeses tornarán. Vós d´Espanya sou la gloria, Vos lo Sol del Principat; nostra pàtria i nostra historia Vos, oh Verge, ens ho heu donat: tronos son de vostra glòria Covadonga y Montserrat”. (“Oh Virgen inmaculada, por vuestra Concepción, de España Reina amada, salvad vuestra Nación. Vos, María, sois la estrella que guió España al Nuevo Mundo, la del alba hermosa y bella de la gloria que se nos pone. Oh María, hermosa estrella, resplandecéis de España en la frente. Cuando su Reina era María, nuestro reino era el más grande su bandera al mundo cubría desde América a Lepanto. Si a reinar volviera María sus grandezas volverán. Vos de España sois la gloria, vos el sol del Principado; nuestra patria y nuestra historia vos, oh Virgen, nos lo has dado: tronos son de vuestra gloria Covadonga y Montserrat”). Junto a “La Atlántida”, su otro poema épico fue “Canigó” (1886), cantar de gesta sobre los orígenes cristianos de Cataluña en los albores de la Reconquista. Su título viene del nombre de la hermosa montaña que tras 1652 quedó en posesión de Francia. Así describió Verdaguer el macizo de la Maladeta: “Los catalans que hi munten estimen més llur terra, veient totes les serres vassalles de lur serra, veient totes les testes als peus de llur tità; los estrangers que obiren de lluny eixa muntanya, -Aquel gegant -exclamen- és un gegant d´Espanya, d´Espanya i català”. (“Los catalanes que la suben aman más su tierra, ven todas las sierras vasallas de su tierra, ven todas las cabezas a los pies de su titán; los extranjeros que contemplan de lejos esta montaña, -Aquel gigante –exclaman- es un gigante de España, de España y catalán”). En 1897 Jerónimo López de Ayala, conde de Cedillo, realizó la primera traducción al castellano de esta epopeya pirenaica. En agradecimiento a su trabajo, Verdaguer le escribió: “Nadie mejor que usted podía traducir una obra dedicada a los Pirineos catalanes y en especial a la más hermosa de sus montañas, que la política sagaz de Richelieu y Mazarino arrancó a la corona de España (…). Ya que hemos perdido esa hermosa tierra, parte integrante de la antigua Cataluña, guardemos sus glorias, que glorias catalanas son, y por ende, españolas”. Jacinto Verdaguer murió en “Vil.la Juana”, una residencia entre los bosques de Vallvidrera, el 10 de junio de 1902. Su entierro se convirtió en una grandiosa manifestación de duelo –a la que se calculó que asistieron más de mil personas- presidida por las autoridades barcelonesas y los representantes del rey y el Gobierno, que poco antes le había concedido la Gran Cruz de Alfonso XII. Publicado por Javi Hispánico en 4:47 PM 0 comentarios: Publicar un comentario en la entrada Enlaces a esta entrada Crear un enlace Entrada más reciente Entradas antiguas Página principal Suscribirse a: Enviar comentarios (Atom) Número de visitas Datos personales Javi Hispánico Ver todo mi perfil Archivo del blog ▼ 2009 (4) ▼ septiembre (4) Himno de "Els Segadors" Mossèn Jacint Verdaguer Joan Maragall 11 de septiembre Diada de Cataluña Enlaces 1492.ForoEspaña Seguidores Libros recomendados "Historia Total de España", Ricardo de la Cierva. "Otra historia de Cataluña", Marcelo Capdeferro. "Adios, España", Jesús Laínz. "La Nación falsificada", Jesús Laínz. "La aventura de los godos", Juan Antonio Cebrián. "Carlos V, el César y el hombre", Manuel Fernández Álvarez. "40 preguntas fundamentales sobre la Guerra Civil", Stanley G. Payne. "La Reconquista", Julio Valdeón Baruque. Localización de las visitas Joan Maragall Glòria Casals (Universidad de Barcelona) Desde la perspectiva de la historia de la poesía catalana, la de Joan Maragall hace de puente entre las diversas fórmulas del siglo XIX y las del siglo XX. Maragall recoge y revisa la tradición de los jocs florals de la Renaixença, el romanticismo de Verdaguer, el naturalismo de Apel·les Mestres y el clasicismo de Alcover y Costa i Llobera a la par que, con espíritu agitador, formula una reflexión innovadora sobre su propia poética que, sin él saberlo, coincidirá en algunos de sus rasgos definitorios con los del simbolismo, y experimenta unos modelos poéticos que desembocarán, por una parte, en la creación de una escuela maragalliana de calidad y resonancia desiguales (Pijoan, Lleonart, Pujols e incluso Sagarra) y, por otra, en algunas de las grandes obsesiones de Riba (la poesía pura, la inspiración, la palabra y el ritmo y la manera de entender la crítica), de Espriu (Goethe, la figura de Nausica) o, a otro nivel, de Salvat-Papasseit (el cancionero, la mujer y el amor como fuentes de placer y de creación). Maragall se convertirá, así, en un clásico. El primer poeta clásico del siglo XX. Años de aprendizaje Cuarto y último hijo, y único varón, de una familia de pequeños industriales textiles, Maragall nace en Barcelona el 10 de octubre de 1860. Del colegio de los primeros años sabemos poca cosa. Debía de ser un término medio entre lo que Rusiñol describe en L'auca del senyor Esteve [Las aleluyas del señor Esteve] y el don José del que habla Sagarra en sus Memòries [Memorias]. El de Estevet "era encogido y práctico"; Sagarra aprendía en él "una serie de cosas útiles". Los estudios de bachillerato y las obligaciones familiares señalan, según él mismo admite en las Notes autobiogràfiques [Notas autobiográficas] escritas en 1885, un primer punto de inflexión en su trayectoria personal y literaria: "[...] acabé el bachillerato y empecé a ser infeliz. [...] Fui bruscamente arrancado de los libros y colocado ante la mesa de trabajo en la industria a la que estaba destinado, y sujeto, en cierto modo, a la condición de poco más que aprendiz. El golpe fue terrible y resonó en todo mi ser, y de aquel desbarajuste de aspiraciones contrariadas se levantó, enarbolando el estandarte de la rebelión, mi pasión por la poesía, al mismo tiempo que mis dieciséis años me entregaban en cuerpo y alma a la adoración, a la idolatría de cuantas mujeres de buena presencia pasaban ante mis ojos, y una especie de misticismo por la Naturaleza se iba filtrando dentro de mí. El amor a la poesía se manifestó en una especie de rabia por llenar de innumerables versos, con una fecundidad verdaderamente asombrosa y en todos los momentos que podía robar al trabajo, libretas que escondía entre otras más prosaicas y repletas de números referentes a nuestra industria." (Joan Maragall Notes autobiogràfiques [Notas autobiográficas]. Estos primeros versos responden básicamente a dos modelos de la poesía decimonónica: por una parte, una línea humorístico-satírica (sería el caso de lo que Maragall considera su "primer triunfo literario", el poema "Óptica" —publicado en el periódico Lo Nunci el 22 de septiembre de 1878—, que habla en términos despreocupados y humorísticos de una relación amorosa frustrada porque no era de dos, sino, como mínimo, de tres); por otra, una línea próxima a las rondallas y a la poesía amatoria de los jocs florals (el poema "An ella", también publicado en Lo Nunci el 12 de enero de 1879, canta en términos más delicados unos amores juveniles henchidos de ilusión). Después de una tensa discusión con el padre en otoño de aquel mismo año 1879, Maragall abandonará, finalmente, el negocio familiar y se matriculará en la Facultad de Derecho. Las clases, las faltas de asistencia, las tertulias, la lectura, la música, la ópera y unos cuantos amigos (los siete condiscípulos que constituían el "círculo", Antoni Roura y Josep Soler i Miquel) ampliarán rápidamente lo que hasta entonces había sido un horizonte intelectual bastante enclenque. Antoni Roura (1860-1910), compañero de la facultad, fue el amigo y el confidente por excelencia; las numerosas cartas conservadas nos hablan de una relación no tan literaria como la mantenida con Soler i Miquel o con Pijoan, pero mucho más humana, familiar y doméstica. Más despreocupada, pero infinitamente más serena. Por su parte, Josep Soler i Miquel (1861-1897), también compañero en la Facultad de Derecho, trabajó de crítico literario en La Vanguardia. Conocedor de la poética simbolista, ejerció una gran influencia sobre el Maragall poeta y también sobre el Maragall crítico y teorizador. Fue el responsable de la edición del libro Poesías (1891), regalo de los amigos el día de la boda de Maragall con Clara Noble. Gran parte de su producción fue reunida en 1898 en el volumen Escritos. A partir de 1902, Maragall volvió a encontrar en Josep Pijoan (1879-1963) el excelsior que había perdido al morir Soler i Miquel. El epistolario da muestra de la solidez de sus relaciones y de cómo el magisterio no fue siempre unidireccional. Fue en la universidad donde Maragall empezó realmente sus años de aprendizaje, durante los cuales, unas veces con timidez y otras con presunción, tuvo que resolver muchos interrogantes, afirmar posiciones y marcar caminos. Las opciones estéticas y la lengua con que vehicularlas; los modelos culturales y las fuentes literarias; las relaciones entre la teoría y la práctica, entre lo abstracto y lo concreto o, lo que es lo mismo, entre el arte y la vida; la identificación entre creación y crítica, y el rechazo de cualquier tipo de preceptiva o de codificación previa fueron algunas de las grandes cuestiones a las que Maragall tuvo que dar respuesta. Los poemas de esos años confirman y acentúan las tendencias meramente esbozadas en los primeros poemas, que Maragall escribía a escondidas. El plagio, la imitación y la parodia de la poesía española barroca, romántica y postromántica más desgastada dan forma a algunos poemas "dedicados" a los profesores, compuestos sobre la marcha y para matar el aburrimiento propio y de los compañeros, y los poemas amorosos escritos por encargo de algún compañero con pocas dotes poéticas. La mayoría de los que se conservan entre los apuntes de clase están escritos en castellano, con algunas palabras en catalán cuando la rima o la burla lo requerían, y reflejan a un individuo rebelde, de tendencia anarquizante, defensor del nihilismo y propenso a reírse hasta de su sombra; capaz, eso sí, de poner estas ideas por escrito, en líneas cortas que rimaran entre sí. Los poemas escritos en catalán, amorosos y circunstanciales, presentan una tipología diferente. A pesar de estar hechos, como dijo Soler i Miquel "con relleno de las res comunes del arte", apuntan ya hacia un lirismo expresivo nada trágico y hacia una sensualidad ingenua pero terriblemente efectiva, y, convenientemente trabajados y pulidos y adecuadamente repartidos, se convertirían en instrumentos estilísticos decisivos para su poesía posterior. De los primeros años de carrera data una declaración de principios muy contundente a propósito de la literatura y de la lengua, concretamente en una carta (5 de julio de 1881) a su compañero Joaquim Freixas: Participo de tu entusiasmo por la literatura castellana, si bien mis aficiones me llevan con frecuencia al estudio de otra a la cual debo y profeso mayor cariño por ser la de la lengua en que balbuceé mis primeras oraciones y en la que expresaré sin duda mi amor a la primera Carlota o Margarita que algún ángel bueno ponga en mi camino; no menos que por ser el habla en que hemos expresado mutuamente nuestra amistad. En esta misma lengua me daría a entender sin que nadie lo extrañara, si esta carta la escribiera cuatro siglos atrás; o si cuatro siglos atrás no hubiese tenido lugar lo que los catalanes recordaremos siempre con cierta amargura, y ahora que vuelvo a leer tu apreciable, observo que en un pasaje dices "nuestra literatura (la castellana)", de cuyo paréntesis no sé si entristecerme o alegrarme, pues al par que nos transformas en castellanos sin merecerlo, muestra ya el temor de que por "nuestra literatura" pueda afortunadamente entenderse alguna que no sea la castellana. (Joan Maragall (1960): "Carta a Joaquim Freixas", en Obra completa I. Barcelona. Selecta.) Maragall mantuvo siempre esta posición; al mismo tiempo aceptó implícitamente y no combatió nunca la diglosia estilística imperante: una lengua para los sentimientos y las emociones, otra para la razón y los juicios, con algunas intersecciones más o menos significativas, siempre en la misma dirección (no tiene obra poética en castellano). Los años de la universidad permiten también comprobar la evolución de sus lecturas y el impacto de los autores alemanes, Goethe sobre todo, en su formación literaria. En 1881, empapado de Goethe, Maragall gana su primer premio literario, precisamente con el poema "Dins sa cambra", recreación libre del episodio en que Fausto es conducido por Mefistófeles a la habitación de Margarita y se sienta al lado de la cama. Con este poema Maragall encabezó la recopilación Les disperses [Las dispersas], antología retrospectiva de los años 1881-1903 publicada en 1904 en la Biblioteca Joventut. Los ochenta fueron también los años en que escribió sus primeras aproximaciones/reflexiones sobre el arte en general y la creación poética en particular. No son formulaciones elaboradas que se sustenten en teorías concretas, ni expresión de un sistema de pensamiento completo. Más bien hacen pensar en la necesidad de justificación de quien acaba de empezar, en los ejercicios de autodisciplina que se imponen Heine, Longfellow, Musset, Lamartine o Bécquer, por ejemplo, cuando descubren su vocación. En el caso de Maragall la mezcla de metafísica y estética es ciertamente indiscriminada y, sin embargo, podemos vislumbrar una progresión entre algunas afirmaciones de las Notes autobiogràfiques [Notas autobiográficas] de 1885, "La Naturaleza es Dios Padre, el Arte Dios Hijo, el Amor es Dios Espíritu Santo, que son un solo Dios: la Belleza. Eso es todo para mí " y el programa poético de la "Oda infinita", publicada en 1888 en la Ilustració Catalana, tímido anuncio de lo que más adelante se conocería como "teoría de la palabra viva", que a partir de 1903 Maragall autorizaría y desarrollaría a través de Novalis y a la que siempre fue fiel. La modernidad de una poética El año 1891 señala el verdadero punto de partida de la aventura personal y literaria de Maragall: por una parte, se casa con Clara Noble; por otra, los amigos (entre ellos Soler i Miquel, Oller, Sardà e Yxart) le ofrecen como regalo de boda una edición de Poesías, una selección de poemas originales y de traducciones de Goethe que le habían ido sacando poco a poco. El regalo significaría su reconocimiento como poeta. A partir de 1892 Maragall se convierte en el abanderado indiscutible de los nuevos aires de modernidad que circulaban por Barcelona y en el guía de su deteriorada sociedad. Para hacerlo, dispone de las diferentes plataformas de lanzamiento del modernismo (L'Avenç, Luz y Catalònia), las fiestas modernistas de Sitges, el Teatre Íntim y las sociedades corales; dispone también del conservador Diario de Barcelona (en octubre de 1890 entró a trabajar como secretario personal del director, Joan Mañé i Flaquer), de los jocs florals y de las tertulias más significativas del momento: la de L'Avenç y la del Ateneo Barcelonés. Maragall experimenta con intenciones y resultados algunas de las variadas propuestas modernistas (decadentismo, vitalismo de raíz nietzschiana, prerrafaelitismo, etc.); paralelamente refuerza ese lirismo directo y primario, expresivo y sincero, con el que canta el paisaje, las costumbres y las fiestas, los mitos y héroes de Cataluña, y el amor a la mujer y a los amigos. Poesies [Poesías], de 1895, será su primer libro. A finales de siglo, Maragall contribuye decisivamente a la recuperación del catalanismo no sólo con unos géneros que afectan a la colectividad (cantos, himnos y canciones), sino también con su propia poética, que lo obliga a dinamizar la lengua y a arrinconar las formas demasiadas complejas. Los poemas de su segundo libro, Visions i cants [Visiones y cantos], publicado en 1900, serán el mejor ejemplo. La fama del Maragall poeta, publicista y conferenciante, ciudadano honrado y modélico padre de familia, fue atemperando poco a poco la rebeldía aristocrática y un poco romántica distintiva de los años anteriores hasta convertirla en una actitud ecléctica y generosa, liberal y universalista, ortodoxamente cristiana, en definitiva. En términos literarios este cambio supuso el rechazo de las posibilidades estéticas del modernismo y la consolidación de la reflexión sobre la propia experiencia creadora (la mal llamada "teoría" de la palabra viva, esbozada en 1903 en el Elogi de la paraula [Elogio de la palabra] y elaborada en 1909 en el Elogi de la poesia [Elogio de la poesía]) a través de la simplificación de los temas, de las técnicas métricas y de versificación, de los recursos lingüísticos y de los procedimientos retóricos. Enllà [Más allá], del año 1906, fue la mejor prueba de ello. El empuje con que los novecentistas capitaneados por Eugeni d'Ors hicieron su aparición en el panorama cultural, y la crítica a menudo insolente, indiscriminada y preconcebida en contra de los modernistas y, sobre todo, de su cabeza más visible e importante, condujeron a Maragall a una situación de crisis, de repliegue y de reflexión sobre la propia obra que se tradujo en silencio. Después de la recepción desfavorable de Enllà, Maragall poeta enmudeció. Sin poder precisar si se trató de una pequeña venganza, de terapia o de un acto volitivo, de responsabilidad del artista ante su obra y su público, Maragall acometió la primera gran rectificación de su poesía. En Tria [Elección] (1909), antología destinada a libro de lectura para niños, Maragall mostró que era capaz de hacer aquello que los novecentistas decían que debían hacer los buenos poetas: someter la obra a revisión con el fin de ofrecerla depurada de incorrecciones, incongruencias y desórdenes. Las correcciones tienden a eliminar defectos formales (repeticiones, coloquialismos, castellanismos...) y a pulir defectos de versificación, siempre que el cambio no signifique una agresión a su personal sentido del ritmo ni lo obligue a modificar su gusto por el verso libre y por el anisosilabismo. La corrección contribuye también a atenuar los excesos de sentimentalismo y de ramplonería, así como la superficialidad de los sentimientos religiosos y patrióticos. El discurso gana coherencia interna gracias, sobre todo, a la eliminación de elementos inútiles. Tras la revisión, Ors rectificó lo que había dicho sobre la poesía de Maragall, especialmente a propósito de Enllà. La Semana Trágica fue el reactivo que hizo salir a Maragall del letargo en que se encontraba y que le devolvió, en los últimos años de su vida, la función de agitador de sus comienzos. La violencia de julio de 1909, que Maragall describe en la segunda parte de la "Oda nova a Barcelona", como la de 1893, reflejada en "Paternal" (Poesies [Poesías]), o la de los años de la guerra colonial, expresada en "Els tres cants de la guerra" (Visions i cants [Visiones y cantos]), la violencia —decíamos— ha servido para algo: para poner en evidencia unos errores, para reclamar esperanzados una reparación que debe alcanzarse por compromiso, no de unos cuantos sino de todo un país, y para expresar una fidelidad a ese mismo país. El problema es que la Barcelona de 1909 no era la misma que la de 1893 o de 1898: la oferta de vías era más amplia y las posiciones, más radicales. En la nueva etapa combativa de Maragall el vitalismo nietzschiano y la elegía romántica quedarían atrás y darían paso a una reflexión íntima y serena, levemente trágica incluso, que encontraba su razón de ser en el descubrimiento y la asunción del dolor y del egoísmo, en el sentimiento de culpabilidad y en su expiación; en la soledad, en definitiva. En 1911, con Seqüències [Secuencias], Maragall completa o cierra algunos ciclos temáticos empezados anteriormente: el del mar, el de Haidé, el de la poesía civil y el del conde Arnau. Y empieza uno que no tendría continuidad: el del "Cant espiritual". Joan Maragall murió en Barcelona el 20 de diciembre de 1911. | |
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26-09-09 23:46 | #3360517 -> 3359804 |
Por:No Registrado | |
RE: A PETICION DE UN FORERO GROSERO Y MALEDUCADO DEL PUEBLO SIGUE, YO CON SOLO DOS PALABRA, BUENO EN ESTE CASO CUATRO TE DIGO TODO CHARNEGO, HIJO DE LA GRAN PUT...........@ | |
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28-09-09 07:38 | #3368567 -> 3360517 |
Por:No Registrado | |
RE: A PETICION DE UN FORERO GROSERO Y MALEDUCADO DEL PUEBLO ESTAS MENCIONANDO INSULTANDO EL NOMBRE SAGRADO DE TU MADRE.... MAL HIJO | |
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29-09-09 17:13 | #3385066 -> 3368567 |
Por:No Registrado | |
RE: A PETICION DE UN FORERO GROSERO Y MALEDUCADO DEL PUEBLO su madre del catalino se hizo el ligamento de trompas cuando vio lo que havia parido para saver que clase de vicho era lo tuvo tres dias echado en vinagre y lo movia con un palo de hay su retraso una pena no le tengais en cuenta lo que dice se comprende despues de todo esto una pena ![]() ![]() ![]() ![]() | |
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30-09-09 20:39 | #3398774 -> 3385066 |
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RE: A PETICION DE UN FORERO GROSERO Y MALEDUCADO DEL PUEBLO y tu madre se afeita la barba... ¿que raro? | |
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30-09-09 22:22 | #3400027 -> 3398774 |
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RE: A PETICION DE UN FORERO GROSERO Y MALEDUCADO DEL PUEBLO ¿Y AL CORNUT DE TEU PARE? | |
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01-10-09 21:27 | #3410480 -> 3400027 |
Por:No Registrado | |
RE: A PETICION DE UN FORERO GROSERO Y MALEDUCADO DEL PUEBLO 3400027 que cosa mes curiosa , el teu pare y la teva mare, son molt semblants y tot dos porten barba... "*El día que naciste ,tus huevos se los echaron a los perros"[/b] | |
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01-10-09 23:59 | #3412591 -> 3410480 |
Por:No Registrado | |
RE: A PETICION DE UN FORERO GROSERO Y MALEDUCADO DEL PUEBLO “Per ço da ducs a Atenes i comptes a Provença, i per bandera a Espanya un tros del seu penó: per ço ni un peix se veia dintre la mar immensa que no dugués gravades les barres d´Aragó (…). Aquí Don Joan D´Austria les àncores aferra, duent-li de Lepanto llorers; allí Colón, tornant d´aquell viatge que duplicà la terra, als peus del Reis Catòlics féu rodolar un mon”. MENCIANOS ANALFABETOS | |
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04-10-09 22:18 | #3434876 -> 3410480 |
Por:No Registrado | |
RE: A PETICION DE UN FORERO GROSERO Y MALEDUCADO DEL PUEBLO •No sois rivales para mi cerebro, izdiotas Estaría en problemas si alguna vez lo usaseis un menciano en cerdañola | |
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