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La promotora municipal de grandes obras deberá este año 19 millones a acreedores

A.R.V. CÓRDOBA

Viernes , 29-01-10

El principal motor inversor del Ayuntamiento estos años atrás, Procórdoba, está gripado. La falta de ingresos, provocada por la parálisis del mercado inmobiliario, asfixia a la promotora de las grandes obras. Ante la falta de dividendos del ladrillo, la sociedad municipal ha optado por endeudarse para solucionar sus problemas de liquidez. Pero no por ello la situación financiera es menos preocupante.
Así lo ponen de manifiesto las cuentas de la firma para este año. Procórdoba espera cerrar 2010 con un pasivo total de 40,3 millones de euros y debiendo a los acreedores más de 19,21 millones, según el balance que acompaña a las previsiones de gastos e ingresos que el consejo de la empresa aprobará hoy. De esta última cuantía, las facturas vencidas y pendientes de abonar a proveedores sumarán 5,91 millones de euros, mientras que los contratistas de proyectos aguardarán al cierre del ejercicio el pago de 9,55 millones en certificaciones de obra.
Los 19,97 millones de pasivos que restan es el préstamo que el pasado mes renovó con el BBVA para salir al paso de las dificultades financieras. Un informe del jefe del Departamento Económico de Procórdoba ya alertaba que al finalizar el mes de octubre «la liquidez de la empresa es enormemente delicada».
Los más de 40 millones de euros en números rojos contrastan con la escasez del personal que emplea. La plantilla la componen apenas diez personas, incluido el gerente, según el organigrama que aparece en su página web.
A pesar de las dificultades de liquidez, los únicos capítulos que subirán en 2010 son los gastos de personal, que pasarán de 799.377 a 800.681 euros, así como el dinero destinado a contratar a «profesionales independientes», que crece en casi 3.000 euros y suma 93.392 euros en total.
La contracción económica ha pintado un panorama poco halagüeño para esta compañía que nació en la abundancia. A finales de la década de los 90 se convirtió -bajo la denominación de Telfeco- en la gestora de los más de 30 millones de euros en plusvalías que dejó la venta de las parcelas en la «milla de oro» del Plan Renfe.
La crisis ha imprimido un giro inesperado. Procórdoba cuenta con un patrimonio valorado en 52 millones de euros, la mayoría en suelos y aprovechamientos a los que no puede dar salida.
La situación se ve agravada por los avatares surgidos en proyectos como el nuevo barrio residencial de Santa Isabel, o el parque joyero de San Eloy, ubicado en la zona industrial de la Carretera de Palma -cuyas obras de urbanización terminarán en febrero-. Éste último ha visto frenado el ritmo de urbanización en el último trimestre de 2009, retrasos que han obligado a readjudicar parcelas y hacer frente a derramas que rondarán los 3 millones durante este año, según se recoge en las cuentas de la empresa.
Poca venta de suelo
La imposibilidad de vender terrenos se ha traducido en importantes «desfases de tesorería» que obligan a «acudir a financiaciones temporales», es decir, a créditos, según se expone en el borrador presupuestario.
La burbuja de la construcción ha desinflado los ingresos y devaluado el valor los terrenos. En 2010, la empresa que preside el concejal Francisco Tejada estima que obtendría 7,16 millones de euros por la enajenación de suelo municipal, una previsión optimista teniendo en cuenta que, a falta de dos meses para acabar 2009, sólo había ingresado 3 de los 30 millones estimados.
En 2010, Procórdoba prevé «hacer caja» a costa de la manzana de San Eloy (2,5 millones de euros), proyecto que arrastra una importante demora tras retirarse algunos adjudicatarios, que no pudieron atender los pagos.
Mas sus principales expectativas están puestas en la venta de terrenos del barrio Huerta de Santa Isabel, en cuya urbanización participa Procórdoba, que, sin embargo, tendrá que liquidar derramas por importe de 3,4 millones este año.

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