Bujalance - Cordoba

Aunque sea un dicho muy antiguo y aplicable a varios contextos, en este caso me centro en una cosa muy en particular que hasta que no he sido padre, no me he dado cuenta de ello aún habiendo vivido en Bujalance toda mi vida.
¿Alguien se ha fijado que Bujalance es nefasto (también) en acerado apto para su uso por parte de personas en sillas de ruedas o para las sillitas de bebé? Y es que es lo mires por donde lo mires: por el centro, donde se ha cambiado el acerado varias veces en los últimos años haciendo buenas inversiones de cara al futuro por parte del antiguo gobierno municipal, te tienes que bajar de la acera en varios puntos clave exponiendo a tus bebés a los coches (algunos de los cuales van como todos sabemos) o incluso luchar para que no se te vuelce el carrito al pasar por una rampa maravillosamente puesta para que entren y salgan vehículos a cocheras privadas. Se podría decir que el ensanchar ciertos puntos de esos acerados por el centro sería perjudicial para la circulación de vehículos puesto que es verdad que algunas zonas son estrechas, pero así estaríamos asumiendo también que los coches tienen prioridad sobre las personas. En cuanto a los exteriores del pueblo, donde se han hecho acerados completamente nuevos, se observa como se han adaptado rampas para la entrada/salida de vehículos de (sobre todo) las cocheras pero no para cambiar de una acera a otra cuando tienes que atravesar la desembocadura de una calle. Vaya a ser que los tractores tengan algún problema a la hora de entrar a las naves... pero los que vamos con carritos o en sillas de ruedas, tenemos que hacer peripecias.

En fin, son solo unos pequeños comentarios de una cosa para la que he tenido que esperar a ser padre para darme realmente cuenta de lo bien estructurado y planificado que está mi querido pueblo (lo mismo que podría haber puesto el ejemplo de la piscina cubierta). No es tiempo, con la que está cayendo, de rehacer otra vez los acerados, sin embargo, sí lo es para pensar y analizar para no tropezar más veces con la misma piedra, ¿no pensaís lo mismo?