Belalcázar - Cordoba

Respuesta a la carta de D. José Cortés Fernández
Enviada a las Cofradías y Hermandades de Belalcázar

Una vela simboliza la fuerza vital de tu espíritu. Si está encendida indica que tratas de conectarte con la fuente primordial, con la esencia misma de tu ser. simboliza la pureza del alma necesaria e indispensable para recibir a Jesucristo dignamente.
El cirio pascual simboliza a Jesucristo resucitado, como luz que ilumina la existencia humana en todas sus realidades.
Los alumbrantes en las procesiones pasionarias sustituyeron progresivamente a los disciplinantes; iluminan la procesión y son muestras de la fé y del amor a Dios.
La antorcha es una representación de la Pasión, muchas veces se identifica a Jesús junto a
una antorcha. Es una forma de idealismo utópico.
En nuestra Cofradía como en todas las Cofradías y Hermandades la quema de cera es el símbolo de nuestra entrega, la luz que desprende simboliza la pureza con la que deseamos contactar con Dios y con el mundo. Históricamente, algunos pagos y limosnas se hacían con cera y nos sentimos orgullosos de mantener un tradición tan hermosa. La luz de la vela está presente en todos los grandes momentos del cristiano desde el Bautizo hasta la celebración del matrimonio, pasando por la Comunión o la Confirmación.


De esa forma, y desde que nuestra Cofradía se creó, quemamos cera en honor a nuestro Dios y mientras los más de trescientos hermanos que componen esta Hermandad o los que componen la Hermandad de Nuestra señora de Consolación, o los que componen la Hermandad de Nuestra Señora de Gracia de Alcantarilla, lo deseen, así seguirá siendo, conscientes de su simbología y orgullosos de embellecer nuestras celebraciones con esa “Luz”.

Los habitantes de este pueblo que formamos parte de esas Hermandades, seguiremos respetando la herencia que hemos recibido de nuestros bisabuelos, abuelos y padres con sus aciertos y desaciertos y le recuerdo que hasta los desaciertos pueden ser relativos y en cualquier caso, forman parte de la historia de este nuestro pueblo que tanto parece admirar.

Cuando procesionamos las imágenes, lo hacemos con la mayor dignidad de la que somos capaces y le aseguro que no siempre es fácil en los momentos que vivimos, pero nuestra dignidad es mucha y procuramos hacerlo gustando a todos y hasta dejamos que nos fotografíen, aún a costa de manchar las baldosas de la plaza. Lo que más nos importa son las mujeres y los hombres que pisan sobre esas baldosas portando velas o antorchas honrando las imágenes que veneran y lo que simbolizan. Somos los mismos que, sobre esa misma plaza, celebran la llegada del nuevo año con vino espumoso, o cualquier otra fiesta como luminarias, carnavales etc...

Le aseguro que los aquí vivimos, deseamos lo mejor para nuestro pueblo y esas mejoras no pasan necesariamente por satisfacer sus particulares criterios estéticos.

Nos sentimos orgullosos por mantener viva una tradición que forma parte de la historia de nuestro pueblo como de la de otros muchos.
Nuestra plaza sólo es hermosa cuando está llena de mujeres y hombres que la adornan, sea cual sea la celebración, la pisan, la manchan, luego la limpian y cuando es necesario, la reconstruyen con los medios de que disponen (aunque no siempre sean los más adecuados), porque, aquí vivimos.

Lamentamos que su criterio no coincida con el de nuestros Hermanos y Hermanas. En cuanto a las baldosas que usted parece tanto admirar habría mucho que decir sobre ellas (pero es otro tema).

Fernando Torrero Mesa
Secretario de la Cofradía de Ntro. Padre Jesús Nazareno