La bombardera de Trípoli Aqui os dejo un artículo de los amigos de Ácratas que les va a gustar mucho a los del P$OE... Ganó El Químico. Por poco, el 1% de los votos, pero ganó. Con la incalificable ayuda de Felipe y Guerra, que llamaron uno a uno a los delegados de todas las federaciones vulnerando cualquier norma ética (¿qué es eso, la ética, para el socialismo español?), pero derrotó a La Bombardera. El PSC, el partido más traidor a la clase obrera castellano-parlante que haya existido jamás, la secta que aupó a Zapatero a la secretaría general del PSOE en 2000, está de luto. Su 'lideresa' ha caído, víctima de un empacho de vacuo poder zapateril. Pero la verdad es otra. No hay luto que valga. Chacón, medio tonta del culo, no la ha visto aún. Pronto recapacitará o se la hará ver alguien con dos dedos de frente. ¡Chacón sólo ha sido la dama a sacrificar para que unos cuantos alfiles catalanistas (alguno de ellos con hasta dos zetas en el apellido, mira tú qué catalanes de 'la ceba') se auparan a la ejecutiva federal! Por eso, Chacón acabará, os lo vaticinamos desde Ácratas, de alcaldesa en algún importante villorrio de tu 'adorada Catalunya'... Ella sabe que no merece más, como no ha merecido nada de lo que le regaló Zapatero, al respeto de cuotas coñiles y, sobre todo, de agradecimientos a pasadas fidelidades del PSC. Como aquel suicida 'apoyaré el Estatut que apruebe el Parlament de Catalunya' prometido a Pasqual Maragall. Por tales devoluciones fue la Chacón a Vivienda (tres meses, que no le dio tiempo ni a 'coger discurso', como llaman ellos al aprendizaje del fingimiento competencial); y a Defensa, con su bombo de preñada a punto de estallar como granada de racimo. Por cuota femenil y por participación sectaria. Y allí se ganó, servil con quien manda de verdad en el mundo —la City financiera de Londres—, el título de 'Bombardera de Trípoli'. Chacón es una clase de tiparraca que lo mismo exige el 'no a la guerra' en las manifestaciones de Barcelona de 2003, por el apoyo de España a los EEUU como extensión del mandato 1441 de la ONU —referente a unas armas de destrucción masiva que no existían— , que se aplica luego, sin otro mandato que el de evitar vuelos de la aviación libia en una zona de exclusión, al bombardeo de mujeres y niños inocentes, ciudadanos de Trípoli, hasta 15 veces durante el acoso al régimen de Gaddafi (cruel aplastamiento desde el socialismo travestido al socialismo verdadero, el de la distribución de la riqueza del petróleo a sus ciudadanos, el del país con la renta más alta y mejor repartida de África, Libia. A resultas de su derrota, Chacón se queda sin cargo en la ejecutiva federal del PSOE. Nos alegraríamos mucho de que 'La Bombardera de Trípoli' se retirase de la política completamente. Y, con ella, el resto de incompetentes zapateristas aupados a un poder que les ha venido siempre grande, de fidelidades inquebrantables obtenidas a base de cargos, sueldazos y prebendas, igual de firmes y duraderas que esos cargos deputas del proxenetismo socialista. Al socialismo no le queda casi nada de poder en España. Griñán, tras respaldar incondicionalmente a la candidata del PSC, se esclafará como un huevo en las andaluzas de marzo. No lo va a apoyar ni su partido, por traidor a la 'vieja guardia' del falangismo franquista sevillano. Y Patxi irá al sumidero de la Historia detrás, a menos que el PP ilegalice otra vez a la izquierda abertzale antes de las elecciones autonómicas. Pero ¿para qué, si ya el PNV se ha renovado en la dirección 'correcta', o sea, en la de la defensa de los intereses de las oligarquías capitalistas de Euzkadi, una vez el cura Ibarretxe amortizado? La madre que los parió... ¿Y el PSC? ¿Qué va a pasar con él? Pues está claro. Un partido que se autodefine de centroizquierda, socialdemócrata, catalanista y federalista, va a radicalizarse en el nacionalismo catalán en contra de los intereses de sus bases, hordas de ignorantes, engañados, siempre vendidos al fascismo catalán a cambio de poder y de dinero para el partido. Pero, eso sí, continuará con su doble juego en Ferraz, agazapado, esperando clavarle la estaca en el corazón a Rubalcaba y, a través de él, a la vieja guardia representada por Alfonso Guerra, a quien se la tiene jurada desde hace mucho tiempo, desde lo de Filesa, Malesa y Time Sport. Todos sabemos por qué. El socialismo español nunca morirá, porque no existe y jamás ha existido. La 'izquierda española moderada y nacional', o sea el falangismo franquista, seguirá no obstante esperando su oportunidad para relevar a la derecha en el poder tras su agotamiento electoral, víctima de sus excesos y, sobre todo, de su jesuita soberbia. Pero ¿tendrá paciencia el socialismo catalán para esperar 8 o 12 años sin deshacer el partido? ¡Pues claro! Si le sumamos ese tiempo a las edades de los líderes históricos del PSOE comprobaremos que los relativamente jóvenes socialistas catalanes en la ejecutiva federal van a estar entretenidos yendo a muchos entierros con el puño en alto. Al de Felipe, Alfonso y Alfredo, seguro. ÁCRATAS |