Baena - Cordoba

No, no crean ustedes que les voy a hablar de la que se ha venido en llamar "generación NiNi" (Ni estudian, Ni trabajan), no. Tampoco me referiré a aquellos que por su edad se presupone que no aportarán gran cosa a nuestra sociedad. La generación perdida no tiene edad, ni carácter, ni perfil... es una generación en la que tienen cabida personas muy diversas, con intereses y aspiraciones que difieren en según qué caso. Sin embargo, hay un elemento común que se da en cuantos forman parte de ella. El egoísmo. Ese egoismo que busca exclusivamente el bien personal e ignora el de los que nos rodean.

En Baena hay una generación perdida. No será nunca el eslabón de nada. Si se hubieran perdido en su origen no habríamos dejado de avanzar lo que hemos avanzado hasta ahora. Luego entonces ¿cual era su función? ¿para qué existía una genración que no aportaba nada?...Simplemente para que el resto de personas se diesen cuenta de su potencial valor. Para que los demás distinguiesen entre lo correcto y lo que no lo es. En definitiva, era necesario que hubiese personas que no merecen la pena para que se valorase a los que tienen capacidad y mérito suficientes como para ser tenidos en cuenta.

Hemos querido igualar a la baja. Restar importancia a lo que lo tiene. Supravalorar lo que no merece ni el mas pequeño aplauso. Equiparar doctorados con módulos de aprendizaje. Se le ha dado credibilidad a pobres funcionarios del "copia y pega" en detrimento de aquellos investigadores que se han esforzado en su cometido dando frutos que solo han sido tenidos en cuenta por quienes esperaban con ansia su aparición para plagiarlos y obtener su indolente cuota de éxito ante los demás.

Para la generación perdida todo vale. La dignidad, los principios, el honor, la valentía y el respeto son "teorías" que quedan bien en los programas y en los foros, pero que no han de mantenerse, sobre todo porque tenemos la garantía de que "los demás" no lo harán y, por tanto, tendremos la más que justificada excusa de no hacerlo nosotros tampoco.

Vivimos en medio de una generación perdida. Poco se puede explicar a quien decide su voto en base a los dos besos (y "kit torreparedores" de regalo) que hace determidano candidado. Qué más da si esa persona es anciana o joven. El caso es que ha vendido su alma, perdón, su voto, por un minuto de gloria (el contacto físico con el candidato, de autoproclamadas virtudes invencibles e inmortales) y un regalo acompañado de la prebenda del momento (llámase contrato de 15 días o "pásate por el ayuntamiento y ya hablaremos de lo tuyo").

El caso es que hay una generación que está vendida por completo. Nada se puede hacer por salvarla. Vendieron su dignidad al partido del gobierno y su alma al diablo... Puestos a vender, todo es susceptible de compra. Esa generación no merece la pena. Los que cambian su voto por una fiesta, por una gorra, por un bolso... por una promesa de trabajo en tan difíciles momentos, buscarán, sin duda, una mejora en sus vidas, pero deben saber también que al conseguirla estarán rememorando, sin duda, un pasaje que a Judas le llevó a coger la cuerda.

No le falta razón a tus palabras, Zambudio. A tu exposición se le podría añadir que el auge y expansión de esa generación que por tan poco se ha entregado se produce conservando el acervo popular una condición heredada de la dictadura, connatural a cualquier régimen con ansia de control, que es la de del miedo, y la complicidad del poder político y religioso con el recurso al mismo, de manera extraoficial, para acallar cualquier tipo de voz que ponga en cuestión la eterna autoridad del Incuestionable. Bien que hoy la amenaza no sea acabar con dos costillas rotas, pero sí un "tú aquí no tienes nada que hacer", un "sabes que no te conviene enfrentarte con nosotros", más de un "yo contigo no tengo nada que hablar" y otras tantas formas de achantar la moral -o de comprar la voluntad, si se prevé algún rédito- de quienes por principios, por necesidad, o por accidente, han cuestionado la Pax Morena.

Pues mira, esto no va a gustar, pero me da igual:

En Baena la inmesa mayoria de esa generacion perdida, son hijos de quienes han estado votando al PSOE-Bildu. Asi que por mi que se pierda entera, que a sus padres se lo deben.

Yo creo que este estado de cosas que relata usted, Zambudio, es una herencia además del franquismo del antiguo clientelismo en torno a la figura patriarcal del señorito. El señorito todo te lo da (y todo te lo quita) y el buen jornalero debe estar agradecido. Caer en desgracia es no volver a trabajar en este o acaso ningún cortijo.

Hay quien gobierna un Ayuntamiento a modo de cortijo: silencio, distancia, garrote y pesebre. El buen jornalero agacha la cabeza y obedece al amo. Es lo que ha hecho toda su vida ante el señorito.

Me da igual de donde venga la "herencia". Primero agachaban la cabeza con el señorito y ahora la agachan con el "señorito-Bildu-PSOE". Que sus hijos paguen lo que hacen sus padres, es lo justo. Ni tienen futuro ni lo tendran gracias a tanto agacharse. "Gracias papa, Gracias mama, me habeis jodido la vida".

De más que de una generación perdida podríamos hablar de sectores generacionales que,al sol que más calienta y desde el principio de las civilizaciones organizadas jerarquicamente,se acomodan al servicio del poder establecido y como parásitos se benefician del compromiso de esa otra parte de la sociedad que movida por nobles inquietudes,también inherentes a la especie humana por naturaleza, piensa,lucha y trabaja en pos del progreso general y que,como una pesada carga,debe soportar el freno y el lastre que suponen estas insoportables y eternas plagas de lapas societarias.

Pero no podemos obviar que son los poderes instalados los que más necesitan de esta lacra social para mantener,por seculam seculorum,su status de privilegio.Esta es la pescadilla que se muerde la cola en todas las civilizaciones a lo largo de toda la historia.Interesadamente indivisos,los unos se retroalimentan de los otros con el producto generado por el esfuerzo y el sacrificio de la gran mayoría que,enfrascada y absorta en su quehacer cotidiano,pocas veces repara en combatir esta carcoma que disfruta ajenas y gratuitas plusvalías sólo por el hecho de halagar y enaltecer,con un discurso de conveniencia,el orden de turno vigente que en correspondencia los sustenta,ya sea con cargos inmerecidos,con favores de trato y prebendas en bienes materiales o dinerarios.

Si este problema es heredad intemporal,últimamente se ha agravado notoriamente,debido precisamente al avance cancerígeno de este grotesco binomio que dispone,en este mundo actual de la información y la informática,del poder de subyugar y silenciar otras ideas que no sean las que los sometidos medios, comprados a golpe de talonario y ni que decir tiene,interesadamente cómplices,nos repiten hasta la saciedad sus planificadas urdimbres para hacerlas prevalecer como únicas y absolutas sobre el pensamiento erudito de la filantropía,las ciencias,la historia y las humanidades.

Tarea es ineludible de todo individuo que se precie digno y consecuente con su tiempo y la realidad que le rodea,combatir y señalar con la denuncia pública,ya sea a través del boca a boca,vía sms o servicios de internet,en foros,en tertulias,etc,a esta caterva de vividores en soez complot,que son la más deleznable casta de impíos depredadores,necrófagos y carroñeros en cadena,y que tienen por misión sempiterna,aniquilar cualquier sociedad que pretendiera crecer librepensante fuera del alcance de su estrangulador y traidor abrazo y/o el atontolinador control al que sometieron para sus insaciables fines,a morcilleros,bufones,paniaguados,chichiribailes y otras innombrables raleas de baja e innoble servidumbre.