Baena - Cordoba

"Vosotros no entendéis ni palabra. Conviene más que perezca un hombre a que lo haga toda la Nación". (Caifás. Sumo Sacerdote. Jerusalén. Siglo I de nuestra Era).

Estaba claro que la condena a Jesús de Nazaret tuvo un fuerte componente político. Las jerarquías de Israel se habían acomodado en aquel tiempo a la fuerza dominante del imperio romano y mientras conservaban sus prebendas, hacían oídos sordos a las justas demandas del pueblo que luchaba contra la opresión. No era conveniente, por tanto, la aparición en escena de nuevos líderes que hicieran peligrar su posición hegemónica y bajo el falso pretexto de proteger al pueblo, acallaban la voz de los que defendían la justicia y hacían el juego a los que tenían subyugada a la Nación.

En el caso del Nazareno y de alguno de sus coetáneos como Juan el Bautista, se daba la circunstancia además de lo que podríamos definir coloquialmente como "no tener pelos en la lengua". Denunciaban las injusticias de los gobernantes, la hipocresía de los que se consideraban como "modelos sociales a imitar", defendían a la mujer y a los marginados y, sobre todo, elevaban la dignidad de las personas no considerando a ninguno inferior. Eso, qué duda cabe, no gustaba en absoluto a la minoría que tiranizaba al pueblo practicando, como siempre han hecho, políticas de terror. Si alguien expresaba su oposición se le encarcelaba y si persistía se le ejecutaba públicamente para advertencia a otros.

Los tiranos saben que las masas son fáciles de manipular. Sólo basta lanzar una idea sencilla para que automáticamente se convierta en un motivo contra el que luchar... "Conviene que perezca un hombre...", por eso, precisamente, fue el "pueblo" el que gritó a Pilatos "No a ése, sino a Barrabás", por eso hemos visto recientemente una horda de partidaríos del dimitido Mubarak atacar enfurecidos a los que se manifestaban por la libertad en la plaza de Tahrir y por ese mismo motivo encontramos en este mismo foro sin ir más lejos, defensores exacerbados de los argumentos más imposibles. El poder tienta y corrompe, casi siempre utilizando el dinero para ello. Treinta monedas bastaron para que uno de los de confianza traicionara a su Maestro y, lo que es peor, los principios e ideales por los que un día lo siguió.

A Cristo había que crucificarlo, porque la muerte en cruz era además uno de los más efectivos escarmientos para quienes osasen manifestarse contra el poder constituído. A Cristo lo condenó el odio de quienes como Herodes o Caifás veían en él el liderazgo popular que ellos no poseían, lo condenó el miedo de quienes como Pedro lo negaron y la pasividad de un pueblo que contemplaba atónito y sin hacer nada como lo conducían hasta el Calvario. Allí lo ajusticiaron pero en aquella ocasión hasta el propio gobernante que lo ordenó reconocía en su interior que estaba cometiendo una injusticia, pero convenía... era un aviso a navegantes, que todos supiesen como acababan los que se ponían del lado del más débil para denunciar la opresión. Por esos motivos, el Cristo Crucificado es todo un símbolo y parece muy adecuado que permanezca en el salón de plenos del ayuntamiento baenense. ¿Qué mejor lugar que ése? Allí se respira en muchas ocasiones verdadero odio, se ignoran los más elementales derechos y desde el poder se ataca a las personas sin piedad. En ese salón se han dicho y se dirán mentiras y habrá miedo, el mismo que se denota en las caras de quienes saben que hoy forman parte de los elegidos pero mañana podrían caer en desgracia. Es un espacio donde hay también hipocresía, defendiendo principios religiosos y riéndose en el fondo de todo lo que representan, si el menor respeto hacia quienes los profesan, pero no nos engañemos... tal vez los respetaban más quienes postulaban porque se retirase que quienes defendieron su permanencia a sabiendas que lo hacían para utilizarlo como arma política tal y como en este mismo foro se ha demostrado. Sin duda, para ellos estaba de más el segundo Mandamiento de la Ley de Dios... ¿Qué mejor lugar que el salón de plenos? Creo, sinceramente, que debe seguir ahí porque cada vez que se debaten determinados temas en ese lugar, la similitud con el sanedrín es enorme. Visceralidad, venganzas personales, falsos testimonios, hipocresía, miedo al poder constituído, carencia de valores, egoísmo... en definitiva, todo lo que condenó a Cristo. Este sagrado símbolo debe seguir en el polemizado lugar, en alto y bien visible, de este modo, como hacía los romanos, recordará al "pueblo" que aquel que manifieste oposición acabará "crucificado". No lo quiten de ese lugar, que siga en el salón de plenos, muy cerca de quienes lo defienden a la vez que militan en partidos que legislan a favor de la muerte, quizá de esa forma nos recuerde a quienes siempre consideramos como el ágora, el foro o el propio salón de plenos en nuestros días, en lugar de ser santuario de la libertad, tolerancia y respeto, no es más que un vulgar escenario donde se rinde culto a la mediocridad, se adora a la hipocresía y hasta a veces, cuando algunos llegan a su estado puro, se vislumbra claramente la perversidad de los hombres.

Zambudio, se nota que eres una persona mu prepará.

Mas dejao alusinao.

Muy bueno.
Estas opiniones si aportam

Me recuerda .........

Profundo artículo el de Zambudio, por su enorme y riguroso derroche de intelecto,alternado magistralmente con una exquisita dosis de ironía.No puedo más que quitarme el sombrero ante tan lúcido pensamiento,expresado con una clase literaria propia de una persona versada en humanismo y evidentemente,muy erudita y ducha en el campo de las letras,la política,la historia y otras muchas sabias virtudes dignas de loa.
No caben peros,no obstante,y por no parecer un mero adulador,decir que mi condición de agnóstico me lleva a plantearme ciertas reflexiones sin cuestionar nada de lo expuesto por Zambudio,sino más bien y en lo que pudiera,ampliar la magnitud de su brillante planteamiento de cara a una población que,en gran mayoría,no sería capaz de descifrar la límpida verdad que entrañan sus palabras.Es ahí donde entra el juego de los que ostentan el poder,los que se lo disputan,pues creen firmemente poder ejercerlo de más ecuánime manera,y los seguidores de unos y otros, además de los que se dicen imparciales o aquellos otros que dicen no saber o no contestan.Más,sin entrar en controversia sobre la vigente ley electoral,todos los antes mencionados tienen con igual valor derecho al voto,a votar en blanco o simplemente no votar.Por la misma regla,y aunque la disyuntiva de sí o no al crucifijo en el salón plenario parte de raíces políticas,que en lo referente a la libertad religiosa hacen distintas lecturas de lo que la Constitución recoge en tan ambiguo y por consiguiente controvertido artículo,decir:que la religión católica se nos impone al libre albedrío de políticos a todos,ya cristinos,teóricos de la liberación,agnósticos,ateos o multitud de creyentes en otras doctrinas.Y terminar diciendo,que todos,tanto ideólogos,humanistas como librepensantes o adoctrinados en otras creencias, todos tienen un mártir que simboliza su escepticismo o fe,ya sea deidad religiosa o sencillamente como lo fue Cristo hasta su interesado maniqueísmo,un hombre peligroso para el sistema de su mundo y su tiempo.Como lo fuera Hipatia,Ghandi,Che Guevara por poner algunos ejemplos significativos.Finalizo,si todos tenemos derecho al voto¿no sería igual de justo que todos tuviésemos en el salón plenario aquella simbología que, por creencias de fe o por empatía con otros mitos idealizados,murieron por defender lo que creían humanamente justo? Imagínense cómo le caería esto a la señora de la limpieza del ecxmo ayto.

Muchas gracias por los mensajes dejados y, particularmente, mi felicitación a Jauría por la ampliación que ha hecho. Afortunadamente, a través de este medio se nos proporciona la oportunidad de reflexión que tantas veces se intenta neutralizar con buenas dosis de champions.

Y como este no podía ser menos,¡¡aupa también!!

Era evidente que el fin de la campaña electoral y los resultados que trajese el escrutinio del 22-M no iban a cambiar mucho la actitud de determinados foreros, algunos de ellos burdos clones de anteriores nicks y otros conocidos en el argot del ciberespacio como "trolls" o lo que es lo mismo, personajes infiltrados cuya única misión es la de sembrar dudas, crear polémicas y dividir opiniones hasta lograr el maremagnum de la dicordia, en el que parecen sentirse muy felices. Vuelven, por tanto, a querer enredar con el debatido asunto del Crucifijo y es por ello que me permito subir de nuevo este post. Lo hago con el deseo de que aquellos que polemizan a costa de los sentimientos religiosos, tergiversando argumentos y pretendiendo que la ciudadanía identifique determinadas siglas políticas con ataque frontal a la religión y, por ende, a las tradiciones cristianas de nuestro pueblo; como digo, mediten tan solo un instante lo que están haciendo y si su defensa del sagrado símbolo en el salón de plenos es tan verdadera como pretenden hacernos creer, yo lo insto a que cuando en algún pleno se descubran mentiras (que se descubrirán), se pretendan cometer injusticias, surja la visceralidad y aflore el odio, vaya y pida con voz alta y clara que retiren el Crucifijo. Sí, lo han leído ustedes bien, que lo retiren porque si en esta nueva legislatura el equipo de gobierno no representa la justicia, la equidad, la lealtad y compromiso y el espíritu de servicio a los demás, la representación de Cristo estaría tan fuera de lugar como si lo pretendiésemos mantener en el quirófano de una clínica abortista.

A todos los que de manera capciosa preguntan qué va a pasar con el Crucifijo les emplazo a que vigilen si el equipo de gobierno mantiene en su quehacer cotidiano el mensaje evangélico que Jesús predicó. Si no fuese así, que estos ardientes defensores reclamen en el próximo plenario que le entreguen ese Crucificado para llevarlo a un lugar más noble. Si no lo hacen, no les quepa la menor duda que seré yo que lo reclamaré, con la mayor de las humildades pero con el firme propósito de no permitir como cristiano que los fariseos de nuestros tiempos quieran utilizar lo que para los creyentes significa el símbolo de la Redención, con el único objetivo de sembrar discordia en los baenenses.

Zambudio que bien te sabes el cuento, y el de los cerditos, y el de Blancanieves te lo sabes igual de bien y tantos otros que hay por ahi.

Es evidente que no ha entendido usted nada.