Baena - Cordoba

...como nos educaron,según los genes,según nuestra experiencia...
Invito a este debate no político y creo que profundo.

Si hubieras nacido en Israel, probablemente serias Judío.
Si hubieras nacido en Arabia Saudita, probablemente serías Musulmán
Si hubieras nacido en la india, probablemente serías Hindú.
Pero como has nacido en un país de mayorías cristianas, eres Cristiano.
Tu fe no se basa en algo divino, constante o verdadero. Es simple y llana Geografía.
Porque creer en dios es cuestión de geografía.

¡Qué gran suerte que de tantas religiones que hay... Yo haya sido criado en la única Religión que maneja la verdad!
Lo piensa el Cristiano, el Judío, el Musulmán el hindú y el resto de las 4200 religiones vivas que existen en el mundo.

No creo que la pregunta vaya por ahí, o la proposición de debate...
Más bien se trata de cuanto pone un Ser de sí mismo en su vida, o sólo somos producto y consecuencia de la educación, ámbito, costumbres, estudios, religión y experiencias...

Y lo único que de verdad cuenta es lo que ese Ser sienta y viva...por lo que soy de los que piensan que muy pocos son lo que han elegido..la inmensa mayoría optan, en el mejor de los casos, a llegar al patrón que de ellos SE esperaba...

No me he explicado,no lo limito al ámbito religioso,sino a nuestra forma de ser,nuestras reacciones,nuestra visión de la vida.
No creo que nadie tenga esa clave,solo trato de fomentar una introspección,como ejercicio intelectual.
Saludos.

¿Qué o a quién trata de analizar Fidias? y la afirmación que hace de que no cree que nadie tenga esa clave... ¿usted la tiene? Veo en su afirmación falta de humildad. ¿Por qué no empieza usted explicándonos qué es lo que entiende por el término "poder"?

No ha entendido nada.Léalo de nuevo.
¿Por qué esa violencia?.
Mañana ampliaré la respuesta.

Olvidaba,¿dónde ha leído la palabra poder?.

Encantado Fideas de participar en este debate y muchas gracias por la invitación. Antes de salir a la carretera expreso mi opinión, es un poco temprano, pero más tarde me tropiezo contigo y me echas la " bronca", en el buen sentido de la palabra, aunque llevamos unos días fresquitos

Mi gusto y pasión por los animales – palomos y pájaros – me llevó a leer algo de genética con objeto de encontrar los mejores reproductores que me diesen los resultados apetecidos. En Biología hay un principio que viene a decir que los genes no operan en el vacío sino que interaccionan entre sí y con el medio para obtener un fenotipo determinado.

Trasladado esto al terreno de lo humano, entiendo que lo que dice es que en nuestro comportamiento hay parte innata y parte adquirida. Lo innato lo constituye el conjunto de genes que forman nuestro ADN. La mitad de nuestros genes lo recibimos de nuestro padre y la otra mitad de nuestra madre, ¿quiere decir esto que somos individuos intermedios entre el padre y la madre? O dicho de otra forma, ¿de un mal padre y una buena madre, salen hijos regulares? NO, porque hay genes dominantes, inhibidores, reguladores, alteraciones genéticas llamadas mutaciones y aberraciones. La herencia es muy compleja y en la reproducción sexual se barajan tantas cartas, tantas combinaciones que resulta difícil saber desde el punto de vista de lo innato cuáles serán nuestras reacciones, nuestra forma de ver las cosas etc.

En mi opinión, de esto no puedo presumir de haber leído mucho, pero dejándome llevar por mi experiencia, veo mucho más fácil los factores de índole social que influyen y a veces determinan nuestra forma de ser, nuestro comportamiento: familia, barrio, amigos, escuela, tradiciones… Desde este punto de vista nuestra conducta es moldeable, basta con eliminar esos factores que pueden incidir de forma negativa.

Si un niño nace en el seno de una familia marginada que carece de lo mínimo para cubrir sus necesidades básicas, nace en un barrio marginal donde se da de “todo”, existe una altísima probabilidad de salir como los que viven en ese barrio. Ahora si el mismo niño, por cualquier circunstancia, es adoptado por una familia con medios económicos más que suficientes, que viven en un barrio de ricos su comportamiento es totalmente diferente. En el peor de los casos, podrá salir un ladrón de guante blanco pero nunca un robagallinas. El comportamiento de la sociedad hacia ese mismo individuo también es diferente según el caso.

Los políticos son muy responsables en forjar la conducta de los ciudadanos. Hoy vemos imágenes - gracias a que no vivimos en un estado totalitario aunque el camino por el que nos están conduciendo pinta muy mal - de familias con niños que son echados de sus casas de forma violenta, derribando puertas, arrastrando y aporreando a sus padres porque no pueden pagar la deuda contraída de una vivienda que cuando la compraron estaba supervalorada, porque esta sociedad les ha condenado bien al paro, bien a ganar un jornal miserable. Qué imagen se les quedará grabada a ese niño, qué recuerdos llegarán a su mente cuando pasa por donde vivió y la ve cerrada y ellos viviendo debajo de un puente.

Aprovecho este hilo que ha abierto Fideas para que participe Mariquilla, su opinión sería bastante interesante. Mariquilla, anímese e intervenga.

Fidias usted ve violencia, y yo veo preguntas

Creo que no hemos sido dueños de nuestro propio aprendizaje, nuestras mentes han sido tratadas como contenedores de almacenamiento. De esta manera somos fácilmente manipulados y controlados. Nos inculcan, desde la infancia, aceptar la autoridad como verdad en lugar de la verdad como autoridad. Nos anulan el pensamiento crítico.
Creo que la cualidad que más se debe cuidar hoy en día en la sociedad es la capacidad crítica ya que nos permitirá poder saber si una acción es buena o por el contrario va a perjudicar a los demás o a nosotros mismos.

alien2009,he pretendido crear un hilo que no guarda relación con la política,ni con la religión,ni con el concepto de belleza,ni con la distribución de la riqueza,ni con...Tiene que ver con todos,tiene que ver con como reaccionamos ante los estímulos que cada uno de ellos suscita en nosotros,con nuestros comportamientos,con nuestra forma de ser.¿Nos viene dada por nuestra herencia genética?,por nuestra educación?,¿por nuestra experiencia vital?,¿ha sido una elección consciente?...Ese es el hilo.
Solo es una propuesta de ejercicio intelectual sobre un tema que siempre me ha apasionado y del que aunque no es posible obtener una respuesta clara,permite analizar los distintos factores que han confluido en nuestro carácter.
Un saludo.

Vamos a tratar de buscar juntas cuál de estas dos preguntas podemos convertir en afirmación. Es probable que no nos lo hayamos preguntado nunca, o sí. En todo caso, mirarnos, entendernos y reconocernos es algo que siempre nos ayuda a crecer y, siendo como somos, valientes aceptando retos, aquí tenemos uno. Si exploramos qué nos guía: el sentimiento o la razón, lo entendemos y lo asumimos, también podremos decidir qué es lo que queremos que nos guíe. En definitiva, podremos avanzar hacia nuestro autocontrol.

Muchas veces, cuando nos sentimos disgustadas o enfadadas, buscamos la causa en un hecho, en una situación, en algo que nos ha sucedido. Pero el disgusto, como reacción ante eso, es nuestra elección. No es la única opción, pero es la que hemos elegido. ¿Por qué?

¿Por qué?, diréis. ¿Cómo puedo reaccionar, por ejemplo, ante una situación de despido laboral o frente al diagnóstico de una enfermedad grave? –Sólo puedo disgustarme, responderéis.

Pues probablemente, NO. No es lo único que puedes hacer. Disgustarte no es la única respuesta posible. No pienses que tus reacciones son inevitables. Probablemente, tampoco podrás alegrarte –la frivolidad tampoco es buena…-, pero sí puedes pensar que una piedra en el camino quizás sea la oportunidad para empezar algo nuevo o que los problemas pueden tener solución; y, para ello, es imprescindible actuar en positivo.

Todos tenemos nuestra manera de reaccionar y eso, ¿de qué depende? Fijaos bien: nuestro comportamiento viene determinado por cómo interpretamos la realidad y, a raíz de ello, nos comportamos de una u otra forma. Es decir: “Sentimos según Pensamos”.

Aceptar esta afirmación y actuar en consecuencia para que sea beneficioso para nosotras es clave: es un reto. Pero nosotras sabemos de retos, los tenemos cada día por imposición ajena y otros, fantásticos, estimulantes, positivos y deseados, nos los ponemos nosotras mismas. Está claro, por ejemplo, el reto de una carrera de alto nivel.

Ahí, el esfuerzo sabemos muy bien que es más mental que físico. A veces, corriendo, nos duele más el cerebro que las piernas. Por tanto, el control mental y el comportamiento que se deriva de él, son clave para una preparación satisfactoria, lo que nos permitirá alcanzar nuestra meta física y mental.

Pues bien, un buen ejercicio de autoanálisis es pensar en cómo os comportáis cuando estáis haciendo algo que os encanta, lo que sea. Lo más seguro es que sean momentos en que el tiempo vuele. ¡Es que estáis motivadas! Y esa motivación os relaja y os hace disfrutar. Esa actitud positiva y fresca está actuando en beneficio vuestro y os está inyectando eficacia. Si surge algún problema, buscáis la solución. La posible frustración no existe. Al interpretar de manera positiva, generáis pensamientos también positivos; y, si en algún momento os encontráis con alguno negativo, ya os encargáis vosotras de transformarlo en una experiencia a tener en cuenta, en una manera más de aprender.

Cuando llegamos a este punto, en las manos, nos sentimos más fuertes y la vulnerabilidad se diluye. Disponemos de una gran caja de herramientas. Somos unas handywomen, capaces de solucionarlo todo.

Éstas son las herramientas de vuestra caja que podéis utilizar a la hora de entrenar. Todas las tenemos todas, sólo es cuestión de aprovecharlas y darles el uso adecuado.

1º Cada intento o mejora en el entrenamiento, reconocedlo y reforzáoslo. No hay mejor valoración que la de una misma.

2º No tengáis prisa en mejorar, tened calma que los resultados llegan.

3º Habrá días de desgana. Os encontráis mal o, simplemente no os apetece: por tanto, el entreno os ha supuesto un esfuerzo superior al habitual. Esos días suman aún más. Lo habéis hecho y, con ello, os habéis superado a vosotras mismas. Habéis saltado una barrera.

4º Y por último, DISFRUTAD del camino, andándolo o corriéndolo es cómo más vais a aprender de vosotras mismas.

Jajaja un poco de hilo, yo creo que depende en la educación de tu familia, las costumbres y tradiciones que cuando te vas haciendo mayor vas amoldando a tu sentido común, experiencia vivida y razonamiento...
Aunque también creo que somos lo que comemos, viva el ceite virgen extra...

Somos lo que somos en esencia.
Somos lo que queremos ser
y lo que nos van dejando ser.
Somos el veraz producto de afirmaciones
y también, de muchas negaciones.

Somos fruto maduro de posibilidades,
alegría y dolor, fortalezas y debilidades…
La valentía.El miedo. El riesgo.
El arrojo. Error y acierto.

Somos la mano que abrimos y cerramos las puertas
y también la que golpea cuando están cegadas.
Somos los pasos que andan un camino de rectas,
curvas y contracurvas, cruces, atajos,
empalmes e intersecciones.

Somos lo que buscamos. Somos lo que encontramos.
Somos lo que no hallamos. Causa y consecuencia.
Somos nuestra elección y también,
alguna que otra, elección de los demás.

Somos un cuerpo, pero sobretodo un espíritu potente.
Somos un espacio físico que se expande
y un territorio intelectual que se propaga.

Somos nuestra propia luz por lo tanto
la proyección de nuestra propia sombra.
Somos como nos vemos pero, también como nos ven.

Somos una valija repleta de sueños
y un espejo triturado de múltiples realidades.
Somos anillo vital de compromiso.
Alforja de responsabilidades.
Con derechos. Con deberes.Con nosotros. Con el otro.

Somos uno con uno y uno en un millón.
Hacia adentro… para afuera.
Somos el ropaje que llevamos puesto,
el atuendo que nos quitamos ayer y ese traje
que nunca nos atrevimos usar.

Somos el río y su ribera, la planta,
la semilla…las dos caras de una misma moneda.
Somos recuerdos reciclados en el hoy.
Ancestral esperma. Registro de voces de otros tiempos
y padrón de épocas futuras.

Somos herencia, presencia, “aquí y ahora”, sello,
huella dactilar, profundo surco…Seguros.
Vulnerables. Carne y emoción.Momento y eternidad. Únicos.
Pero, aún así, no somos en su totalidad…
Siempre “estaremos siendo” hasta el último momento
de nuestra existencia.

Del poeta Carlos Alberto Boaglio.