Ideal revolucionario. En los años 70,Agnelli, el dueño de la Fiat, puso en marcha una iniciativa muy inteligente. Se las arreglaba para dar como premio a sus obreros más de izquierdas un viaje de veinte días al paraíso soviético. Cuando volvían a casa, después de luchar con comisarios políticos, grifos de los que no salía agua, comidas interminables a base de nabos y berzas y otras encantadoras experiencias proletarias, su fe en el comunismo estaba tan maltrecha como sus estómagos. jajajaajajajajajajajajjajaj |