Villanueva de San Carlos - Ciudad Real

¿Calumnias?, ¿qué calumnias?

07:55 | 19 de abril, 2010 Editorial

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Omite propiedades en su recuento de patrimonio. / Borja Sánchez-Trillo

En una entrevista al diario que filtró su declaración de bienes al Fiscal General, José Bono presume de transparencia y tacha de “calumniadores” a quienes le acusan. No nos daremos por aludidos porque, como nuestros lectores saben, LA GACETA se ha ceñido a ofrecer datos sobre sus bienes, cumpliendo con su deber de informar.

Al que no parecen salirle las cuentas es a Bono que ayer reconoció que sí tiene un apartamento en Alicante, días después de negarlo en el periódico que recogió la documentación presentada ante el Fiscal General. Lo desliza ahora hacia la mitad de la entrevista. Y añade: “No le dé más vueltas”. Pero el único que le da vueltas es él. Primero, dijo que le gustaría comprarse un piso en El Campello para cuando se retirara. Dos días después, LA GACETA demostró que el deseo no era tal sino una realidad, porque el apartamento, valorado en 360.000 euros, era suyo desde hacía dos meses. LA GACETA publicó fotos del inmueble. Y por fin, Bono rectifica en la entrevista de El Mundo: “[Tengo] un apartamento de 76 metros cuadrados en Alicante”.

Tampoco le salen las cuentas a Bono con el recuento de su patrimonio. Resume: “La casa en la que nací, 2,5 hectáreas herencia de mis padres, la casa en la que vivo y 80 participaciones de la sociedad hípica”. ¿Sólo? ¿Y los dos áticos de Estepona?; ¿y el chalé de Bargas (Toledo)?; ¿y el ático del madrileño barrio de Salamanca?; ¿y el piso que le regala a su hijo en el barrio de los Austrias?; ¿y el apartamento de El Campello?; ¿y el local de Albacete del que es propiedad su hija de 10 años? Nos salen más propiedades que el presidente del Congreso omite.

Tampoco consigue justificar Bono la disponibilidad de liquidez suficiente para hacer frente a tanta compra inmobiliaria. Valora sus ingresos familiares en más de un millón de euros anuales, resultado de sumar a su sueldo, los beneficios de la Hípica Almenara y los ingresos de su mujer en Tous. Pero en todos los ejercicios de la Hípica los beneficios se han reinvertido, de modo que los resultados de la empresa son irrelevantes respecto a su capacidad económica de compra. Eso sin contar con los impuestos que como cualquier otro ciudadano tiene que pagar. En cuanto a los ingresos de su mujer, que administra las franquicias de Tous, están aglutinados en la empresa familiar SAJA, pero sucede que ésta nunca ha repartido dividendos entre los accionistas, salvo en 2007 (456.936 euros). ¿De dónde proviene la liquidez de Bono para tanta adquisición?

Pero que no se confunda, ¿quién le acusa de nada? Es el propio Bono el que se mete en berenjenales judiciales: “Si yo le acusara a usted de asesinato –llega a decir en la entrevista– ¿no cree que yo debería aportar las pruebas de su autoría en vez de exigirle a usted que demostrara su inocencia?”. Nadie ha abordado su acopio patrimonial en términos de responsabilidad penal porque, que nosotros sepamos, no la tiene. Lo único que le pedimos es transparencia. “Durante 40 años he tenido abiertas mis puertas de par en par y así permanecen”, afirma. Pero sólo tuvo acceso a su patrimonio el Fiscal General, cuando Bono se lo enseñó, no hace 40 años, sino hace menos de una semana. El Fiscal General y un medio de comunicación (¿por qué discriminó a los demás?). A la vista de todo esto, persisten dudas que el ciudadano tiene derecho a despejar acerca de su patrimonio. Porque él afirma una cosa pero días después nos enteramos de otras nuevas.

¿Calumnias? No vemos por ningún lado las calumnias, pero tampoco las respuestas a esos interrogantes que deberían ser esclarecidos con dos elementos que el presidente del Congreso debe conocer mejor que nadie: luz y taquígrafos.

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