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España > Ciudad Real > Torrenueva
06-12-12 13:11 #10836430
Por:maria reyes hellin c

34 años de Constitución
Hoy nuestra Constitución cumple 34 años, con sus luces y sombras, pero vayan mis mayores deseos para que cumpla muchos más, pues nunca España ha gozado de un periodo tan dilatado de estabilidad. Con tal motivo y para recordar tal y como la mayoría de mis paisanos vivió aquél día, vuelvo a divulgar estas anotaciones que en su día fue publicado en la revista "Adelante"

LA CONSTITUCIÓN Y MI PUEBLO

Un seis de diciembre de hace treinta años tuvo lugar en España la celebración del referéndum por el cual se planteaba a los españoles la aprobación o no de la Constitución, queriendo la voluntad del pueblo español que fuese aprobada, lo que supuso la apertura de un periodo de especial importancia a través del cual se estableció la normalidad democrática en nuestro país.

Atrás dejábamos una dictadura y la división de las dos Españas de la que tanto se dolía Machado, siempre excluyentes y enfrentadas. Pero, el camino no fue fácil, hubo que ceder mucho y olvidar mucho. No obstante, se propició un clima de diálogo favorable a la distensión y a la esperanza y todo ello gracias al consenso integrador de la mayoría de las fuerzas políticas.

En aquel momento, la fuerza política que gobernaba en España era la Unión de Centro Democrático (UCD) liderada por Adolfo Suárez, a la sazón Presidente del Gobierno. Este partido junto con el PSOE, como fuerzas políticas más representativas, pidieron el voto afirmativo. Todavía para los que mantenemos viva la memoria de aquel día, podemos recordar a Felipe González, líder del PSOE, mostrar el voto afirmativo antes de introducirlo en la urna. Sólo las derechas e izquierdas más extremas, junto con independentistas, se opusieron a ella.

Ese acontecimiento, lo viví intensamente en mi pueblo, el cual, como no podía ser de otra manera, también apostó por el cambio. Aquel día, era frío y ya habían comenzado las primeras escarchas, como correspondía a la época, pero a diferencia de otros, se presentó inmejorable puesto que no era un día mustio y triste, sino todo lo contrario. En la mayoría de los hogares se estaba llevando a cabo la matanza del cerdo. Los hombres, ya habían terminado la “simienza” y se disponían a organizar todos los preparativos para la recolección de la cosecha de la aceituna. Pero aún así, se vivió un ambiente festivo. Es hermoso recordar como la gente se echaba a la calle a votar el texto constitucional. Era la gran oportunidad para superar el pasado, de emprender un nuevo camino a través del diálogo, de la tolerancia y del respeto, donde todos fuéramos capaces de resolver los problemas de nuestra convivencia.

El servicio de correos repartió ejemplares de la Constitución por todo el pueblo. Quizás muchas de las personas en edad de votar no llegaron a leer el texto constitucional. Pero, el sentido común les decía que había que votar sí, porque eso suponía votar sí al progreso, a la concordia y a la libertad.

Yo aún conservo uno de esos ejemplares, el cual me lo proporcionó, la entonces encargada de correos, Eloisa. Mi gran afición por la política, la cual no hay duda que se empezó a gestar cuando realizaba mis estudios en Madrid, en esa época en la que se comenzaba a desatar lo que en palabras de Franco “todo estaba atado y bien atado”, hizo que me leyese íntegramente todo el texto, si bien, muchas de las cosas que decía, entonces no las comprendía, y lo hice a sabiendas de que no podría ir a votar ya que me faltaban unos días para cumplir la mayoría de edad. Sin embargo, el azar me permitió votar, ya que por un error en el censo estaba incluida en el mismo, de modo que una vez que los miembros de la mesa electoral, así como los interventores, me dijeron que dejaban a mi elección el votar o no, decidí ejercer ese derecho en las entonces escuelas de la plaza, siendo las ocho en punto de la noche y probablemente la última en votar. Allí estaban ya presentes para el recuento de votos el entonces alcalde del Torrenueva D. Pedro González Hidalgo y el Juez de Paz D. Ramón Perea.

Rememorando aquella época, a la memoria me viene la imagen viva de mi pueblo. Un pueblo eminentemente agrícola, donde todavía tenía como linderos las eras, las huertas y alamedas; aún existían bodegas, almazaras, fraguas y la tejera; era corriente ver por las calles transitar al ganado, a carros y remolques tirados por mulas, a los ancianos subidos sobre los lomos de sus asnos; algunas de las calles aún empedradas y muchas de las fachadas encaladas; las calles alegres, ya que tenían como inquilinos a los chiquillos, puesto que en aquel momento ellas eran su escenario de juego; la plaza con su casino, sus escuelas, su fuente y sus árboles y con su reloj marcando el ritmo de la vida torreveña; la vieja casa cuartel del la Guardia Civil, ubicada muy cerca de la misma, como si estuviese guarneciéndola; la esquina de “La Encomienda” en pleno esplendor; a los serenos en la plaza custodiando el Ayuntamiento o rondando por el pueblo; a las parejas de enamorados hablando en las puertas de las casas de las novias; a los hombres, sobre todo a los mayores, con su cabeza cubierta por la boina y a las mujeres mayores vestidas de negro, con su pelo recogido en un moñete y con su toca o pelerina sobre sus hombros…y a tantos y tantos torreveños que con sus vidas y sus hechos perfilaron día a día la historia de nuestro pueblo y que ya no están con nosotros.

Desde entonces, el pueblo ha experimentado una honda transformación, desde lo demográfico a lo urbanístico y desde lo económico a lo social, que es fácil constatar en cada uno de sus rincones. Hoy el pueblo, por citar alguno de sus progresos, cuenta con Universidad Popular, dispone de biblioteca pública, banda de música, parque público, piscina municipal, consultorio médico, residencia para mayores, tanatorio y, en general, sus gentes disponen de mayor bienestar social y económico.

Sin embargo, no todos los cambios han sido buenos desde el momento en que algunos de ellos le han hecho perder sus propias señas de identidad, puesto que también es fácil constatar la tendencia contracultural en lo que a la cultura rural se refiere, ya que se han perdido muchas tradiciones y costumbres; muchos oficios ya han desaparecido; también se están dejando de escuchar numerosos vocablos que se perderán del todo cuando nuestros mayores se nos vayan para siempre; igualmente, se están olvidando todos esos juegos que la chiquillería practicaba en la plaza, calles y corrales; del mismo modo, se está relegando la gastronomía tradicional, puesto que las mujeres no elaboran aquellos apetitosos guisos cuyos sabores dejaban una huella en el paladar, ni realizan la matanza del cerdo, ni hacen esas suculentas cochuras en el horno…

Así pues, sigamos esforzándonos en progresar cada vez más para que no se estanque nuestro pueblo, pero también esforcémonos por mantener vivo todo ese pequeño, pero a la vez rico patrimonio que nos caracteriza, amémoslo, mimémoslo, salvaguardémoslo y divulguémoslo, no sólo para salvarlo del naufragio que supone el olvido, sino para contribuir de esa manera a un mayor conocimiento y sensibilización de los jóvenes de ahora y de las generaciones venideras. Es un compromiso que todo torreveño debemos contraer, compromiso, por otra parte, contraído por el propio Estado español y que la propia Constitución recoge en su Preámbulo al indicar que: “La Nación española (…) proclama su voluntad de: Proteger a todos los españoles y pueblos de España en ejercicio de los derechos humanos, sus culturas y tradiciones(…). Promover el progreso de la cultura y de la economía para asegurar a todos una digna calidad de vida”.

Hoy, a la vista de todo lo que ha acontecido en estos treinta años, los españoles podemos manifestar ser protagonistas del mayor periodo de estabilidad y prosperidad, ello, no cabe duda, gracias a nuestra Constitución, la cual estoy segura que, incluso el propio Don Quijote, aquel seis de diciembre, teniendo como tenía por ideales superiores la justicia y la libertad y aún a pesar de su idea de que “las leyes sólo sirven para oprimir a los débiles”, hubiese votado SÍ. De modo que ¡Muchas felicidades Constitución! Y siguiendo evocando a Don Quijote “por el tiempo que queráis”.

María Reyes Hellín Cruz
Diciembre 2008
Puntos:
07-12-12 02:28 #10838174 -> 10836430
Por:Quiñones.

RE: 34 años de Constitución
¡Vaya mala racha que lleva, usted!, "mi más sentido pésame". Una expresión poco afortunada en las defunciones, a mí me recrimina -sin venir a cuento- por algo que no ofende a quien me dirijo, publica por segunda vez (quién sabe si más) que ejerció un derecho que no tenía y, después Viva la Pepa y la legalidad constitucional, da una visión muy particular del consenso constitucional (haciendo referencias a algunos y omitiendo a otros) y no contenta con su decisión ilegal de ejercicio de voto, ¡quiere hacer votar a D. Quijote! ("cosas veredes, Sancho, que no crededes") . En fin, “cada uno es cada uno y cada uno tiene sus cadaunadas”
Puntos:
07-12-12 12:03 #10838616 -> 10836430
Por:MonteBajo

RE: 34 años de Constitución
Estimada María Reyes, me parece cuando leo sus intervenciones, ver nuestro pueblo en la antiguedad gris y sombrío, parece que nos quedáramos en la matanza, la limoná y las labores agrícolas que tan bien sabe tratar y exponer, con esto no tengo intención de corregir ninguna de sus exposciones, pero si poner de manifiesto otros valores que también quien nos lee, tiene que conocer para formar criterio.

Me parece oportuno decir que además de todo eso, que nuestros antepasados hicirón muy bien, crearon varias empresas de servicios, comercio y transporte, que en su día supieron estar a la altura y que hoy todavía existen. Asimismo, supieron inculcarnos unos valores que trato de exponer a continuación.

Las personas de nuestro pueblo, a pesar de haber tenido menos medios que otros, siempre hemos destacado por la capacidad de trabajo y de progreso, además de en la actividad agrícola, que en la actualidad tenemos un término con vaios cultivos, en otras lineas de actividad como el transporte, el comercio y los servicios, somos punteros en la comarca, hemos tenedio la suficiente habilidad para diversificar nuestros recursos económicos y conseguir que sea la clase media económica la predominante en nuestro pueblo, todo ello, en mi opinión, se lo debemos a la formación y educación recibida de nuestros antepasados.

Si nos referimos a la agricultura, hemos sabido mantener e incrementar en nuestras explotaciones, los cultivos tradicionales como la aceituna y la viña, todo ello, a pesar de las adversidades en la comercialización, que ha llevado a otros pueblos de la comarca a reducir sus explotaciones en porcentajes alarmantes, bien es verdad, que las circuntancias no nos han permitido mantener una bodega para elaborar nuestro vino, pero ya se andará.


Que tengan una muy FELIZ NAVIDAD.
Puntos:
07-12-12 12:39 #10838701 -> 10838616
Por:maria reyes hellin c

RE: 34 años de Constitución
Señor Monte Bajo: Coincido con Vd. plenamente que nuestro pueblo y sus gentes es mucho más de lo que yo, en su día, traté de reflejar. Cuando hace unos años rememoré cómo se vivió en mi pueblo ese día en el que los españoles fuimos a votar la Constitución, lo que traté de reflejar fue el ambiente y la forma cotidiana de vida en esa época tal y como yo la veía y vivía. Como no se trataba de hacer un estudio riguroso de sus aspectos económicos, pues no me detuve en ello.
Pero, repito, me gusta progresar y avanzar y ver a mi pueblo prosperar porque dispone de los medios más importantes: UN GRAN POTENCIAL HUMANO.
Aprovecho, igualmente, para desearle FELIZ NAVIDAD Y UN VENTUROSO AÑO NUEVO.
Mª Reyes Hellín Cruz
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