Puebla del Príncipe - Ciudad Real

Como cada día bastante antes de que abriesen la escuela, casi toda la chiquilleria ya estábamos en el calar. Las niñas ya estaban en las clases pero los niños teníamos que esperar a que llegasen los maestros, D. Joaquín venia desde Albaladejo, primero en una moto "Vespa" y después en un coche "Gordini". D. Manuel (D. Picante) en cambio venia en la "Viajera".
Aquella mañana algo se salia de la rutina ya que los chiquillos no estaban jugando alrededor de las escuelas como de costumbre, sino que todos estaban viendo algo desde los alrededores de "La Piedra Gorda" y no era otra cosa mas que el cadáver de una mula, que estaba en el camino de "Las Cabezas" como a unos cien metros del cruce con el camino de "Stª Cruz", el cual estaba siendo devorado por una plaga de Buitres.
Los maestros llegaron y pasamos a la escuela esperando con impaciencia que llegase pronto la hora del recreo, cuando este llegó un tropel de críos salimos corriendo a traviesa campo para ver mas de cerca la escena.
Un olor insoportable anunciaba la cercanía del cadáver de la mula, moscas gordas como el dedo zumbaban alrededor, los negros cuervos y los grandes buitres graznaban y se peleaban y no se amedrentaban por nuestra cercanía, pero cuando a pedradas nos abrimos paso si que levantaron el vuelo, los cuervos mas pequeños y ágiles se alejaron y se posaron unos metros mas allá, pero los buitres mas pesados y con la panza llena necesitaron correr y aletear para poder levantar el vuelo y aun así alguno no lo consiguió y se alejo un poco solamente. Cuando todas las aves se alejaron del cadáver, este estaba casi comido del todo y practicamente no quedaban mas que los huesos mondos y lirondos.
Pero quedaba algo mas y era aquello por lo que nos dimos tanta prisa y aportábamos aquel hedor. ¡Las Plumas! un montón de enormes plumas de buitre y de cuervo que nos darían mucha vidilla para convertirnos en fieros "Apaches" en nuestros juegos por los "Riscos y cuevas del Calar"

JOSA.