Puebla del Príncipe - Ciudad Real

Durante muchos años, décadas, mis padres no celebraron ni la Nochebuena ni la navidad, en mi casa en Nochebuena sobretodo, solo se atisbaban sollozos, lágrimas y una rabia mal contenida.

En la Nochebuena del treinta y seis iba un camión de campaña dirección a Lucena con republicanos obligados a abandonar sus hogares de los pueblos de Castro del Rio, Ferran Nuñez y Montilla, eran en su mayoría mujeres, menores de edad y ancianos, mal pertrechados, con hambre y frio.
A la altura de Aguilar de la Frontera, advierten a los fascistas nacionales que, de inmediato, comienza un incesante ametrallamiento, a pesar de la bandera de la Cruz Roja Internacional que ondea en la parte delantera del vehículo. En una “gloriosa acción de armas” los valientes militares de Franco y su pu.te.a madre, en un momento dejan el camión convertido en un montón de hierros humeantes mezclados con los huesos de los “fieros guerrilleros rojos”. Veinte muertos y un rastro de mal heridos entre un escuálido olivar. Nueve niños muertos, ocho ancianos y tres mujeres, más cinco ancianos gravemente heridos estrellados entre el asfalto y las eras arcillosas.

Mi tío Rafael, de cuatro años de edad, mi tío Valentín de tres años, llenos de metralla, al lado de una pelota de trapo y un camión de madera.

Mi padre nunca olvidó aquella Nochebuena y quedaba mudo cuando alguien les deseaba felices pascuas. El cuerpo de sus hermanos Rafael y Valentín, no han sido localizados, están enterrados en una cuneta de la vieja carretera de Monturque junto al de los otros diecinueve seres humanos para los que no hubo ni “paz” ni “buena voluntad” en aquella Nochebuena ni en las setenta y cinco siguientes.

Como cada Nochebuena he renovado mi promesa, ni perdono, ni quiero perdonar ni perdonaré JAMÁS a los asesinos de niños y libertades.
No hay ni una simple placa, ni un simple monolito que recuerde que una Nochebuena de hace setenta y cinco años, en una era andaluza, no hubo ni esa paz, ni ese amor, ni esa buena voluntad que dice y pregonan sus mensajes cristianos. No nació un niño, murieron nueve.

La historia que narras es conmovedora ,hace setenta y cinco años como tu bien dices que ocurrieron los hechos pero parece ser que la herida sigue abierta como el primer día,no es bueno alimentar el rencor,por mucho que duelan aveces las cosas hay que pasar pagina,no podemos seguir hacia delante si no empeñamos en vivir anclados en el pasado,la vida de un ser humano se compone de recuerdos unos malos y buenos ,recuerdos que nos acompañaran siempre durante los años que vivamos ,pero lo mismo que no podemos vivir de los recuerdos buenos tampoco podemos vivir recordando solo lo malo,de todos los seres que habitamos el planeta los únicos que tenemos capacidad de amar, llorar, reír,odiar y pensar somos los seres humanos pero también tenemos el don de perdonar,el que en casa de tus padres no se celebrara la Navidad porque coincidia con unos hechos dolorosos para el y que con el tiempo os fue transmitiendo a vosotros no cambia nada,la vida sigue .¿vais ha seguir toda la vida actuando de la misma forma? a esos niños la muerte les llego de forma injusta prematuramente, pero ahora y con todos mis respetos te pido que te hagas una pregunta ¿tienen tus hijos o tú misma cuando eras pequeña la culpa de algo de lo que pasó? por que sufrir las consecuencias entonces,la navidad es una fiesta entrañable, son unas fiestas para compartir son fiestas fan¡miliares te puedo asegurar que no hay ni unas sola Navidad en la que no me hinche de llorar (como se dice vulgarmente) y como a mí le pasa a miles de personas, siempre falta alguien el nuestra mesa que el año anterior estaba y que este año por un motivo u otro no está. La vida es muy corta no la malgastemos, disfrutemos de lo que tenemos junto a las personas que aún tenemos que quizá mañana no estemos aquí.

Un afectuoso saludo ánimo


Estela.

No se que pasa hoy con el foro me ha pasado lo mismo que a Saudade no sale mi nombre,jamás escribo como no registrado


Estela50

Aparte de que tienes unos comentarios fanáticos y aburridos para terminar de leerlos, todos tenemos historias de esos malos tiempos a los que se llego por radicales como tu. A mi padre también se lo llevaron al frente de Córdoba y allí lo dejaron tirado mientras que los mandos retrocedían a mejores posiciones o salir para Francia o Rusia y me contó historias, pregunta lo que hicieron estos jefes en conventos de Extremadura a pobres niñas que su único delito fue estar allí por que sus padres no podían alimentarlas y nunca guardó rencor siempre trato de olvidar.
Pero esto es como sectas cuando te lavan el cerebro solo ves un palmo por delante de tu nariz.
Al que lo sienta pues FELIZ NAVIDAD si no BUEN AÑO hay para todos los gustos, si lo único cierto es que estamos de paso.

UN SALUDO Y QUE TERMINEIS BIEN LAS FIESTAS

Perdona que te conteste. Lo de mis hermanos y yo también recordamos estas fiestas con mucha tristeza, ya de mayor, mi hermano consiguió (GRACIAS A LA MEMORIA HISTÓRICA) como mataron a mi padre dejando a mi madre con tres hijos pequeños y embarazada de 8 meses, la culpa fué de la maldita guerra, nosotros somos de carcabuey, muy castigada por la pos_guerra.

Mi marido suele recordar a su padre en la cárcel y lo mal que lo pasó su madre y hermanos.

Yo creo que debemos perdonar (no olvidar) y dar gracias a Dios por lo que tenemos hoy, querer juntarnos y que el destino que tenemos preparado sea mejor. De verdad un abrazo Araceli