Puebla del Príncipe - Ciudad Real

Ser socialista es una forma de ser: una vocación.
Ser socialista es algo necesario como el aire que respiramos, se lleva en la sangre, naces con ello y, ya no puedes evitarlo, no lo puedes cambiar, como difícil es cambiar el temperamento, el carácter o los gustos artísticos. Y si el socialismo no existiese lo tendríamos que inventar.

Te coses a la idea del socialismo porque crees en ella, porque te identificas con ella, no puedes cambiar y, por mal que lo hagan o errores que cometan los que ejercen el poder con esa ideología, sigues adelante y los sigues apoyando con tu voto porque tú no estás equivocado, el socialismo nunca está equivocado y, ellos deben seguir ahí para rectificar.
Si abandonamos, abandonas la posibilidad de que tus ideas prevalezcan, siglo y pico de historia, identificándote con sus principios.

Yo no puedo dar mi voto a un partido que no se emociona ni trata de entender la inquietud de un pueblo, ni con el amor entre dos personas del mismo sexo. Yo no puedo dar mi voto a gente que critica la desaparición en las plazas de nombres o esculturas de un dictador. Gente que no está de acuerdo con que los familiares saquen de las cunetas a sus muertos para rezarles en algún lugar con sus nombres.
No puedo dar mi voto a quienes aceptan y piden la ruina de un profesional como el juez Garzón, más entregado a causas nobles que ningún otro.

Así es que, compañeros y amigos, como dijo Descartes: "Razones tiene el corazón (nuestra íntima verdad) que la razón no entiende"
Votaré socialista aunque todo el mundo diga que no ganaremos, el socialismo nunca pierde, pierde quien no le vota, perdemos todos si no nos gobierna un partido socialista, que se preocupa de todos por igual y, si se ha de decantar lo hace por los más desprotegidos.

Maria. M.