Cultura… otro “lujo” que estos se van a cargar. Ya hablaré en otro momento, cuando y donde proceda, de la infinidad de privados que he recibido a diario, todos ellos llenos de amenazas, insultos e injurias. Ante ello poco puedo hacer y, como un buen dicho poblato dice: “Para que hacer caso a mediodías, habiendo días enteros” lo más curioso fue haber recibido diez amenazas de diez nicks distintos, cuando estábamos conectadas cuatro personas , jajajaja, salían a tres nicks por persona conectada. No deja de ser curioso. Por lo demás, no tengo ningún interés en seguirle el juego a estos (3)personajes, con sus (10)nicks, pero les puedo dar ese gran placer de que me “encuentren de carita” como ellos dicen y, muy de cerca diría yo. Si tantas ganas tienen, ya me he enterado de cómo se puede hacer; es sencillo y, para mi será un encanto, pueden seguir insultándome desde su anonimato no hay problema, pero aquí está la novedad: que en sus amenazas no se refieran a libertaria2011, que lo hagan a mi e-mail libertaria2011@hotmail.com y cuando se dirijan a mi lo hagan a María de las Mercedes S. M. , puedo asegurar a todos los participantes del linchamiento y que calumnien contra mi persona, que tendrán noticias en breve, ya que amenazar en este país es delito y ya tendría las pruebas necesarias para defender integridad y honor . ¡Animo valientes! Que conste que no lo hago por mí, a la cual le resbala este tipo de historias, sino por las personas que triste y constantemente son machacadas. Pero a lo que iba, que ya es hora de que empecemos a hablar de las próximas elecciones y la que se nos avecina si mandan estos de la gaviota. Lo del Rajoy tiene tela, le pasa como a poblato “mil-nicks”, que no contesta a nada sobre los temas importantes a los cuales es citado. Si tenemos la “grandísima” suerte de que salga elegido el de la barba suave, frenillo y tinte de Llongueras castaño oscuro, no nos lamentemos luego de la que tienen preparada, nos intentaran convencer de que es muy costoso mantener los derechos ciudadanos y, trataran DERECHOS como la sanidad, educación y cultura como un lujo insostenible. Ataques al estado del bienestar, estado que es producto de una serie de luchas históricas para conseguir unos derechos sociales que permitan un nivel de vida digno. Los derechos económicos, sociales y culturales no son ningún lujo, sino una exigencia a la que no podemos renunciar si queremos pertenecer a una sociedad democrática. Los derechos sociales son derechos humanos, y no solamente son para épocas de vacas gordas. Precisamente en épocas de crisis es cuando los derechos sociales son más necesarios, ya que son derechos solidarios y su función es garantizar un nivel de vida digno a todo ser humano, además de dar oportunidades a las capas más desfavorecidas. Ataques y más ataques al estado del bienestar, hasta las bibliotecas públicas, ¡LAS BIBLIOTECAS! de toda la vida, que protegen los derechos de acceso a la cultura, a la información y a la educación para toda la población, sufrirán según ellos también recortes inadmisibles de presupuestos, de horarios y de personal. Porque claro está ¿Quién utiliza las bibliotecas? Los ciudadanos de bajo nivel adquisitivo y pocos recursos. Por lo tanto está claro… ataque a los colectivos más vulnerables. ¡Muerte a las bibliotecas! Para que las queremos si solo cumplen una función social y educativa, si solo sirven para la inclusión social, si solo sirven para la formación permanente de los más desprotegidos, si solo son una puerta de acceso a la sociedad de la información para todos. La biblioteca es un servicio esencial para ejercer los derechos de acceso a la cultura, a la información y a la educación, sin los que el ciudadano no puede participar en la vida social y cultural. La crisis económica no debe ser una excusa para recortar presupuestos destinados a ella, sino un motivo para fortalecerla, si no queremos volver al modelo de beneficencia del siglo XIX, cuando los pobres no tenían derecho a nada, sino que recibían la vergonzante caridad de los ricos. La biblioteca pública es un derecho que debemos defender sin el menor titubeo, y más en un país líder en desigualdad económica como es España. |