Los imprescindibles CONCEPTO DEL ALBAÑIL, DEL JORNALERO, DEL BRACERO, DEL CAMPESINO, DEL METALURGICO…. De entrada no hace falta esforzarse, y yo ya he encontrado quien decide hacerle la vida un imposible al colectivo de trabajadores, y yo si que no lo entiendo. No comprendo que en la sociedad de hoy, una persona opte por entrar en un trabajo, en el que el principal requisito es obedecer, al encargado, al capataz, al jefe de sección, al gerente hasta llegar a las ordenes del amo o patrón. No me cabe en la cabeza que alguien opte por ponerse un mono, coger su paleta, su azada, su llave inglesa por un mísero sueldo en el mejor de los casos, porque lo normal es que trabajen por el morro porque el amo escudándose en una crisis creada por ellos, le dejen a deber varios meses. Repito no me cabe en la cabeza que alguien opte por la azada, la paleta, y enfundarse el mono azul, cuando enfundándose un uniforme de policía o militar por ejemplo cobraría mucho más, y tendría el privilegio de cobrar. Menos mal que los obreros de hoy en día, gente de provecho, asumen constantemente valores como el sacrificio, la entrega incondicional, la lealtad, el silencio, la disponibilidad, la constancia cuando los amos reman en dirección opuesta. Hay que tener mucha moral para cargar sobre los hombros de uno, la responsabilidad tremenda de llevar el pan a la mesa de los suyos y protegerles mientras los amos toman cava caro o se van de crucero, menospreciando a quien le permite ganar tanto dinero para poderlo hacer. Hay que tener mucha humildad para entrar en una forma de vida en que la codicia, la avaricia, el egoísmo es la última de las prioridades, y en la que te pueden mandar en el mejor de los casos a otro lugar a trabajar porque lo normal es que tu destino sea la cola del paro y sin rechistar. En realidad no entiendo al empresario, que desprecia a los obreros porque no intenta ni comprenderlo. Esos amos que consideran al obrero un rojo conflictivo, esos jefes que en su diccionario no existe la palabra “gracias” al colectivo que le hace mantener sus fastuosos chalets, sus sublimes Mercedes.. a la vez que protesta porque sus obreros al final de mes quieren cobrar, o mendigan derechos o ropa laboral. Los obreros son los imprescindibles, tienen las armas más poderosas: sus brazos, la gracia de sus manos, el sudor de su frente. Los jornaleros son lo más valioso, sin ellos nadie siembra los campos, ni recoge cosechas, nadie edifica ni carga camiones, sin ellos no existirían las escuelas ni los hospitales, alguien ha de decirles que sin sus manos sin su trabajo no hay nada, que poseen lo más valioso a pesar de ser los peores pagados, de ser perseguidos, de ser rudos y torpes con los labios. Convencerlos de su merecer, decirles lo de su valía a pesar de que generación tras generación su familia sigue siendo pobre, como explicarles su valer si sus críos mueren antes de que venga el médico o el alimento preciso, como decirles que de todo cuanto en el mundo existe son lo más valioso, lo más imprescindible María M. |