Puebla del Príncipe - Ciudad Real

Veo que está haciendo falta mucho Calar, a los que viváis en el pueblo por favor acudir allí, meditar y, recapacitar y los que no viváis en el pueblo aprovechar para ir a esta “enfermería del corazón”. Los duelos al amanecer y en el calar, las cosas intimas por favor en vuestros correos, ¡NO VALE LA PENA! hacer un reality show y, destapar privanzas, y mucho menos destapar confianzas dadas en un momento, y aprovechar para atacar por el sitio más débil.
Malatesta sabe diferenciar entre una opinión, enérgica y valiente y, puede ser apasionada en sus exposiciones, pero nunca (y hay están mis escritos los cuales reviso y releo) mis ataques son personales. Son generalizados y corrientes, pero si el fascismo, disfrazado o enmascarado, se empeña en buscarme la vuelta, y personalizarlos, pues entonces me encuentra, y cumplo su deseo de enfrentamiento y reto.

Mi opinión sobre el foro, es al contrario de lo que opinan otros, que es un foro adulto, y que goza de una muy BUENA SALUD y libertad, esta más vivo que nunca.

Ahora quiero recuperar completo, un mensaje de MALATESTA, del día 31-01-07, titulado “EL CALAR”. Ruego lo leáis, contéis hasta diez y volváis a escribir.
Que Malatesta este herida por algo de lo que está leyendo, no significa que haya perdido la combatividad contra los déspotas y dominadores ¿eh?


31-01-07

Alguien elemental en mi vida, poblato, buena gente, me escribió en un papel de estraza uno de las más bellas descripciones de un remanso de paz, y lo tituló “Finisterre de La Mancha” Es vuestro “CALAR”, supongo que a la persona que lo escribió no le sentará mal que se haga público.

Gracias bicho, por todo lo que recogí de ti..



“Cuando hay algo en mi mente, y cuando necesito esencialmente soñar, tengo la suerte de ir allí, donde se juntan la tierra y el cielo, donde los problemas no es que se empequeñezcan, es que se desvanecen, huyen cobardes de su poco valor, o se ponen a jugar al escondite, entre ramas de tomillo, y entre un mar de musgo y piedras multiformes y sempiternas.
Es como una iglesia solitaria y perpetua, arrodillarse y adorar en silencio el misterio del mismo silencio. Es un momento, es un soplo muy querido por mi, en el que convive la expectativa de un amor, y la supervivencia a veces de una resaca. Me gusta estar a solas con Él, y me basta.
Lo tiene todo.
Conforme voy subiendo la cuesta de las escuelas, aquellas en las que Don Alberto me enseño a escribir, un suspiro brota de mi corazón, es el mejor de mis sueños, bueno es el cielo.
Si te sientas dirección al oeste,(creo que aquello que se ve es la Torre) parece estar siempre esperando a que le cuentes algo, parece que tiene sed de verdad. No me gusta sentarme dirección al este, porque lo que veo es el camino por el cual siempre abandono el pueblo. Y dirección al norte, nadie que no sea de aquí, podrá explicar nunca los miles de tonos que puede tener la tierra. Hacia sur..... siempre el sur y sus Sierras de las que nunca aprenderé el nombre, tal vez la de Segura, que se junta con Sierramorena, el Yelmo...Yo que se. Pero aquí esta la experiencia de que el sur existe.

EL CALAR es la enfermería del corazón, porque sana un corazón herido, porque sana un corazón sufrido, porque sana un corazón maltratado, y porque devuelve a la vida a un corazón destrozado.
El tiene la sonrisa de cielo azul, da tranquilidad a mi alma, la llena de luz y a veces, cabizbajo prefiero no mirarle pues es tan pulcro, que creo no merecerlo, pero estos ojos míos me delatan, esa mirada suya me atrapa, me envuelve, me fascina, y hasta me dejaría matar por su “pico rajao”........”


Yo tuve la grandísima suerte de estar sentada en el Calar al lado del autor de esta hermosa declaración de amor , sin hablar durante horas y sin sentir ni siquiera el frío y comprobando su hechizo.



Salud para todos, y a seguir discutiendo, aunque sea acaloradamente, pero no perdáis los papeles, en los cuales están escritas las normas de la confianza.