Puebla del Príncipe - Ciudad Real

Cuando se es hijo único o el hermano mayor como es mi caso, en casa te llevas todos los palos y en la escuela (en tiempos de D. Picante y D. Joaquín) allá por la década de los 60 donde más que escuela aquello era una tribu, tenías que marcar tu territorio sin la ayuda de nadie. Todos los que tenían hermanos mayores en un momento de apuro recibían la ayuda de este y os puedo asegurar que esa ayuda era todo un mundo.
Las peleas eran el pan nuestro de cada día, raro era el día que no te peleabas al menos una vez.
-Venga dale que ya es tuyo. Animaba el corro de chavales a los dos contrincantes que estaban enzarzados como dos gallos en el centro del corro. Las peleas duraban poco, cuando un contrincante derribaba al otro o de un golpe le hacia sangrar por la nariz, el perdedor rompía a llorar y se acababa el combate. De todos eran sabidos los puntos flacos de cada uno. Todos sabíamos que si te peleabas con uno de los “melgos del Minillo” (Hilario y Benito) el otro salía en defensa del hermano y te tenias que pelear con los dos al mismo tiempo, o que fulanico tenia la nariz muy sensible y nada mas que le tocases sangraría, o que menganico mordía y tenias que mantener la distancia, en otras palabras nos conocíamos a la perfección los unos a los otros.
Los años fueron pasando y las peleas disminuyendo, tal vez por que durante la infancia cada cual fue cogiendo su estatus o jerarquía y cuando llegó la adolescencia tenias tu lugar muy bien definido
Mi primo Antonio tiene unos años menos que yo y durante su niñez yo fui como el hermano mayor que le salvo de muchas.
Aquel domingo estábamos en el “teleclub” se me acercó y me dijo. - Que dice Vidal que eres en mierda. Yo llevaba varios meses enfadado con Vidal y no nos hablábamos. – Le dices a Vidal que mas mierda es el. Se acercó hasta el se lo dijo y se me acercó de nuevo con la respuesta. -Que eres un marica y que lo que le tengas que decir que se lo digas a la cara. – Pues muy bien le dices que dentro de un cuarto de hora lo espero en el “Calarillo”. Se acerco hasta el se lo dijo y nos fuimos el y yo al lugar de la cita.
En el Calarillo estaba y aun está el depósito del agua que por aquellos tiempos se utilizaba para este propósito. Nos subimos y nos sentamos en lo alto y al cabo de 5 minutos llegó Vidal, me bajé del deposito y sin mediar palabra nos pusimos frente a frente, el sabor amargo de la Adrenalina me dejo la boca seca y el corazón a mil por hora, nos pusimos en guardia y me lanzó el primer ataque, dos puñetazos de los cuales uno me impacto en el pecho y el otro un poquito de refilón por encima de la oreja. El golpe del pecho me dolió y me dejó un poco aturdido al tiempo que me hizo ver que aquello no era una pelea de niños. Cuando se tienen diecisiete años los golpes son fuertes y duelen de verdad.
Vidal era mas bajo y más gordo, yo era más alto y más delgado y por lo tanto más ágil, aprovechando esta mayor agilidad intenté llevar la pelea desde más distancia y así lo hice, me lanzó mas ataques y los esquivé sin ningún problema y pensé como causárselos a el. Un punto muy doloroso es la ceja y su ceja derecha fue el punto de destino de mi ataque, le di un buen golpe en la ceja y vi como retrocedió. Supe que estaría un poco aturdido al igual que yo estuve un poco antes, sin dejar que se recuperase le volví a dar otro golpe en el mismo sitio y esta vez si note como le dolió. Se echo un paso para atrás y si antes fui yo el que guardo las distancias ahora era el, el que las guardaba. Yo tampoco quería entrar a saco pues sabia que Vidal era duro y estaba curtido al igual que yo en mil peleas .Estuvimos frente a frente y guardando las distancias temiéndonos el uno al otro unos minutos mas hasta que le dije que porque no solucionábamos nuestros problemas delante de una “Coca Cola” fresquita en vez de en una pelea.
Le pareció estupendo, así que dejamos el combate en tablas, nos fuimos al bar hablamos todo lo que teníamos que hablar y desde ese día hasta el día que murió fue uno de mis mejores amigos, y tuve con el un montón de secretos y de aventuras.


JOSA

Buenos días a todos!!
Josa pero qué personaje estás hecho tío, eres un fiera, no sé qué pensará el resto pero estas narraciones me alegran el día. Te aseguro que podría estar horas y horas escuchando "batallitas", yo creo que me viene la afición de cuando chica y mi abuelo Juan me contaba sus vivencias y sus historias ¡¡ qué pena no poder recordarlas pues yo era una criaja!!
Sí me acuerdo cómo cogía sus gafas redondas de alambre con sumo cuidado (ya estaban soldadas y eran muy endebles) y se disponía a leer sus hojas o revistillas comunistas y me leía primero y después yo le preguntaba y me contaba historias reales que ponían los pelos de punta, yo me quedaba boquiabierta escuchando como la pasión se apoderaba de él, y recitaba con frenesí palabra tras palabra. !Jo, qué tiempos¡

Abuelo, cómo te recuerdo y cuánto te quiero.


P.D. lo de la advertencia de ayer me salió al querer escribir un mensaje pero hoy ya no. Cosas de la informática supongo. Por cierto hoy he visto que el diccionario da la opción de ordenar por fecha, por lo tanto las últimas palabras que puse fueron maltequieres y ludir (las ha aceptado, pensaba que no lo haría)
¿Os pasa a vosotros también o tengo un ordenador exclusivo?

Besos para todos desde Palma muassssss,


Ahhhhh Pili atenta que te envío cosillas guapas, espero que te gusten mucho .