Puebla del Príncipe - Ciudad Real

Hubo un tiempo en que los habitantes de nuestro pueblo vivían en un estado económico bastante precario, y el ahorro se imponía tanto, que cualquier ahorro por pequeño que fuese era muy bien recibido. Recuerdo un día que mi abuela Mercedes me mandó con el ”badíl” “anca” su vecina la “hermana Sagrario”, a por un “ascua “ para encender “la lumbre” . Yo le dije -Pero abuela ¿Por qué no la enciendes con una cerilla? – No la enciendo con una “velilla” por que además de que se enciende mejor con un “ascua” me ahorro la “velilla”.

Cuando en una casa se moría un burro o un mulo, era tanta la desgracia que incluso los vecinos familiares y amigos daban el pésame al propietario del animal.
La hermana Maria Medina (abuela de Gregorio “cascarillas” por parte de madre) fue una mujer muy graciosa a la que le gustaba, y disfrutaba contando chistes y “chascarrillos”, y una vez tenia un burro enfermo y la pobre mujer le rezaba a S. Antón. –San Antón bendito cúrame el borrico y te luciré “media panilla de aceite” el día de tu santo. Y así rezaba cada momento, tal vez fuese por el santo o por otro motivo lo cierto fué que el burro se puso bueno, y llegó el 17 de Enero festividad de S. Antón y la hermana Maria con su “media panilla de aceite” se disponía a ir a la iglesia para lucírsela al santo, pero se lo pensó mejor y con el aceite se hizo sus buenos “picatostes fritos” y se los comió, y después de comérselos se acercó a la iglesia y arrodillándose ante el santo le dijo así, -San Antón vendito no creas que vengo con arrogancia, es que llena de picatostes traigo la panza.


JOSA.

Un 10 Josa, eres genial. Pedazo de cuento nos has contado !!!!!...


Un abrazo,


Isidro


P.D.: ¿ Y del Madrid qué ?...¿ande andaran los CHErlatanes?.

Josa, al hilo de tu historia, que tiene fundamento, como diría Arguiñano, os voy a contar yo otra parecida.
La gente del campo, especialmente los que tenían animales,eran muy devotos de San Antón.Pués bien, un devoto ofreció a San Antón una cuartilla de vino si su burro se ponía bueno.Cuando mejoró se vió obligado a cumplir su promesa, pero aquí empezó el problema.¿¿Cómo y de qué manera la cumplía??Después de pensarselo muuy bien llegó a la conclusión de que lo mejor era beberse el mismo la cuartilla de vino(4 Litrejos de nada)y dedicarselo a su Santo.Jajajaja.Seguro que quedó satisfecho y contento con el cumplimineto de su promesa, pero San Antón no sé yo que pensaría.