Puebla del Príncipe - Ciudad Real

-¡Y tu que no as estado nunca y por ser la primera vez tienes que llevar el saco! –Pero yo quiero levar un garrote igual que vosotros. Que va macho tu tienes que llevar el saco por que no has ido nunca y no sabes como son, ni donde se esconden.
Ramón había venido con sus padres de de vacaciones en el verano y rápidamente se había echo amigo de toda la pandilla, era un buen chaval, un pelin “repipi” y un poco “sabelotodo”, pero valiente y atrevido, pero esta noche, estos chicos pueblerinos le íbamos a gastar una buena broma, iríamos a cazar “Gamusinos”.
La noche anterior estuvimos en las eras del calar y le habíamos pintado la cara con la grasa del eje de la rueda de un carro, a uno que dormía en “la parva”, pero se despertó y estuvo persiguiéndonos y buscándonos un buen rato, menos mal que entre la oscuridad de la noche, y un poco adormiscao que estaba, no pudo pillar a ninguno, pero no se que hubiese pasado si consigue coger a alguno, por que la voces y los insultos que nos mandaba fueron de aquella manera, mas a nosotros nos gustó ese sabor que te queda cuando el corazón mas que latir galopa, y la adrenalina se dispara.
A Ramón le habíamos asegurado que esta noche seria tan emocionante como la anterior, y allí estábamos todos armados con nuestros respectivos garrotes, y Ramón con su saco de cáñamo a la espalda, llegamos asta el ”Pilarillo” y acordamos ir a los árboles de tío Alicio. Ramón empieza a impacientarse –Que pasa es que no hay Gamusinos.
Tranquilo que no tardara en aparecer alguno.
Le habíamos explicado que una vez que cazásemos alguno tenía que abrir el saco muy rápidamente, y cerrarlo igual de rápido y que estaba totalmente prohibido abrir el saco para mirar lo que había dentro, puesto que los Gamusinos eran unos roedores que mordían y se podían escapar. De pronto.-¡Ramón abre el saco que traigo uno!. Nos agolpamos entorno a Ramón, este abre el saco y rápidamente el Gamusino dentro, -A ver como son. –Que no se puede mirar que se escapa. Aunque Ramón hubiese mirado no habría podido ver nada ya que no teníamos nada con que alumbrar, era totalmente de noche y aunque los ojos se habían acostumbrado a la oscuridad, en encielo solo estaban las estrellas y media luna. –Abre el saco que aquí traigo otro. Y así fueron entrando en el saco no menos de 12 ó 14 Gamusinos, ya después de un buen rato alguien dijo que por esa noche la cacería estaba bien, y empezamos el camino de regreso al pueblo, mas de uno llevábamos las rodillas “esollás” después de haber tropezado y caído en la oscuridad. –Hostias machos que esto pesa mucho llevad otro el saco otro poco. –Que va aquí el que llévale saco lo tiene que llevar todo el camino, además mañana cuando los friamos con tomate ya veras que buenos que están. Llegamos al “pilarillo” y Ramón iba ya con la lengua fuera de lo que pesaba el saco, bebimos agua y continuamos la marcha hacia el pueblo, al subirla cuesta Ramón era todo un lamento. – ¡O coge otro el saco o le van a dar por culo a los Gamusinos estos, por muy buenos que estén fritos con tomate! –Venga macho que ya estamos llegando. –Ni llegando ni pollas que no llevo más el saco por que no quiero, y tanto es así que no doy un paso más con el saco a cuestas. Ramón soltó el saco en medio del camino y se plantó, menos mal que con la oscuridad no podía vernos las caras ya que todos nos meábamos de risa, y es que la situación era de lo más graciosa. – ¡A la mierda con los Gamusinos! Ramón agarró el saco por al culo y vació su contenido, y un montón de piedras quedo en mitad del camino, en ese momento no pudimos aguantar mas, y la risa salio de nuestras gargantas. -¡Que atajo de maricas que estáis hechos ¡ ¡como me la habéis pegao!.

JOSA.

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Gamusino :
Bisho que se caza de noxe. Aconsejable ir a la caza en cuchipanda. Equipo indispensable: saco, linterna, agua, ganxos y pardillo.
(Enviado por juana a.)


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Isidro