Puebla del Príncipe - Ciudad Real

Cuando era pequeño las tres cosas que mas miedo me daban eran “El tío del saco,” La Guardia civil y El Practicante. Si amig@s si, ese señor con su maletín de piel que solamente iba por casa cuando había alguien enfermo.
Primero fue, D. Isaías y después D. Félix. Había que ver la practica que tenían en su oficio, yo me quedaba con la boca abierta al verlos trabajar, abría el maletín y sacaba una cajita metálica alargada y con los extremos redondeados, abría la caja y en la tapa derramaba un poquito de alcohol y ponía un soporte donde colocaba la base de la cajita con agua, la jeringa de cristal, y varias agujas, después con una “cerilla” prendía fuego al alcohol y rápidamente el agua entraba en ebullición, después con unas pinzas sacaba la jeringa y le colocaba una aguja. ¡ ¡ Pero no veáis que agujas el tamaño que tenían ¡ ¡ después cogía la medicina que estaba en dos frasquitos uno era como una botellita al cual con una leve presión rompía el cuello, y con la jeringa absorbía el liquido que contenía, la otra era un barrilito de cristal con un tapón de goma, que a su vez estaba forrado por una fina lamina metálica a la que fácilmente se le desprendía un circulito en la parte superior, y que tenia en su interior unos polvos blancos, pinchaba en el tapón de goma e introducía el liquido de la ampolla en el barrilito, sacaba la jeringa y la aguja y agitaba el barrilito asta que se disolvía muy bien la mezcla, volvía a pinchar y absorbía el contenido, quitaba la aguja y decía. - listo.
En ese momento te entraba la lloraera , si mientras preparaba los bártulos no habías pestañeado cuando llegaba ese momento te tenían que sujetar entre varios y llorabas, gritabas, dabas coces y montabas la de dios.
Por fin te sujetaban a la cama con el culo al aire y el Practicante se lavaba las manos con un poquito de alcohol, empapaba un algodón también con alcohol y te limpiaba con el en el jamón del culo, después te daba tres golpecitos en la parte desinfectada con el dorso de la mano y al cuarto golpecito…….No te digo nada….Te clavaba sin ningún miramiento esa enorme aguja y el grito que dabas lo escuchaba asta el vecino. – Ya está te decía. Pero que va nada de eso, después tenia que colocar la jeringa en la aguja y presionar para que entrase el líquido que también picaba lo suyo, por fin terminaba sacaba la aguja y lavaba concienzudamente todos los instrumentos y los volvía a colocar meticulosamente en su cajita, te pasaba la mano por la cabeza y te decía. – No ves como no ha sido nada, eres un valiente. Se despedía de todos y tu te quedabas sollozando y con picor en el jamón del culo.

JOSA.

Muy buen relato Josa. Me uno al sentir de Pedro en lo de la buenísima descripción que haces en tus mensajes.

Me gustaría también me dijeras, al hilo de un mensaje de Pepito y que tú le contestaste, lo de "quemasangres" dirigido hacia mi persona. Supongo que verías en el mensaje que yo le pasé a Pepito que está lleno de ironía y sarcasmo...con un poco de mala leche, pero en absoluto con ánimo de iniciar ninguna guerrilla de nada y mucho menos con Pepito con el cual me llevo de maravilla. Tampoco lo he tomado mucho en cuenta, pero si me gustaría una explicación por tu parte.


Saludos y buen fin de semana a todos,



Isidro

Siendo yo pequeño(Esto hace ya unos años)jajaja, venía un señor al pueblo, al que llamabamos de apodo GUILA.Sucio, mal vestido, con barba de varios dias y con solo el equipaje de un saco sobre el hombro.
Llegar al pueblo y liarse la de San Quintín era todo una.Cuando se hartaba de vino peleón,que era lo único que se podía costear el pobre hombre y como contestación a los insultos y burlas por nuestra parte, se cagaba en nuestras familias,nos tiraba piedras y si te cogía,hasta de ahostiaba, cosa que no sucedía nunca, ya que nostros corriamos más que el,jajaja.
Una de sus visitas al pueblo coincidió con la semana santa y ahí surgió el problema,jajaja.Todos nos pusimos a hacer burla de aquel pobre hombre hasta la saciedad, sin recapacitar que con ello estabamos cometiendo un PECADO MORTAL MUY GRANDE.
Cuando recapacitamos de lo que habíamos hecho, llegamos a la conclusión de que teniamos que ir en bloque a confesarnos y así lo hicimos.
La iglesia estaba a tope, abarrotá, que diría aquel,jajaja.Esperamos nuestro turno religiosamente, nunca mejor dicho y... por fín le tocó al primero de la fila,luego pasó el segundo y creo que el tercero tambien.En estas que sale el cura del confesionario,más cabreao que un mono y más escamao que un pavo escuchando una pandereta,jajaja y en voz alta pregunta¿¿TODOS TENEIS EL MISMO PROBLEMA??¡¡¡Que carita se nos quedó a todos!!!Sin decir nada, solo asintiendo con la cabeza, dijimos que sí.Entonces, el cura, prosiguió:¡¡¡DE ESTO YA HABLAREMOS LARGO Y TENDIDO DESPUÉS, AHORA DEJAZ SITIO A LOS MAYORES!!!Y se metió de nuevo a su kiosko,jajaja.PA VERNOS MATAO A TODOS,JAJAJAJA.