Puebla del Príncipe - Ciudad Real

Transcurrió la mañana sin más emoción hasta el toque de sirena, que señalaba la hora de comer y posteriormente, un recreo largo, que, quitando el tiempo en el comedor, era de una hora más o menos.

Al salir, encontré a Francisco el cacique de la clase, (en todos los sitios hay matones, cabecillas y gallitos, con la coincidencia del caudillismo) junto con tres de sus amigos en el campo de fútbol como siempre, pero hoy no estaban jugando con la pelota. Estaban de rodillas pintando en el cemento del campo, estaban embelesados en su tarea y me acerqué a preguntar. Tras cruzar la línea que delimitaba el campo, Francisco levantó la cabeza como si de un muelle se tratase gritando:

-¡Que haceis!- y tras levantarse – ¡Es nuestro campo!

Muy sorprendida por esa afirmación, con incredulidad le contesté:
-¿Tu campo?¿cómo que tu campo?

Francisco me explicó que a partir de ahora, el campo sería suyo y de sus amigos.
Sin poder dar crédito a lo que escuchaba, le volvió a replicar:
-No digas tonterías, ¿Por qué va a ser tuyo el campo ahora?-
Francisco sin pensárselo le contestó. –¿Ves esto?- me quedé mirando y prestando atención a los trabajos que hicieron los nuevos propietarios del campo, vi que estaban escritos sus nombres con letras de al menos 2 metros de altas:

“FRANCISCO, AUGUSTO, ADOLFO, JOSE MARI”

Y siguió Francisco –Este suelo lo hemos trabajado nosotros, por lo tanto, ahora nos pertenece-.

Sin darle mucha importancia a aquellas tonterías, salí del campo, aunque fuese un espacio para todos los alumnos, me daba igual ya que a mi no me gusta ese deporte, así que fui a seguir pasándomelo bien con mis amigos y amigas.

Al día siguiente, antes de ir al comedor, en gimnasia, la profesora me prestó un balón de baloncesto, así que, ya con el estómago lleno y con muchas ganas, salimos en pandilla Ana, Elisa, Mateo, Edu y yo, corriendo y botando la pelota dirección al campo, pero un grito nos frenó.

-EH!- exclamó Silvia, una chica de mi clase –Este campo es de Francisco, y me lo ha cedido a cambio de los bocatas del recreo. No podéis pasar.

Los cinco no pudimos quitar de nuestras caras esa sorpresa y ese desánimo que iba creciendo al ver que la mayoría de chavales se habían apuntado a la apropiación de terrenos del colegio. Ya nada era de todos, ahora todos tenían su trozo de patio, que habían marcado vistosamente con tizas o pequeños muros de arena.
Algunos tenían trozos más pequeños que el de al lado y empezaron a tener envidias unos de otros, ya que algunos podían correr y jugar felizmente en su trozito, pero otros apenas podían pasear por la pequeñez.
Ya nada parecía lo de siempre, todos ahora se peleaban o discutían por esas divisiones del patio. Ya nadie jugaba o se divertía, solo vigilaban que nadie entrase en su parcelita.

Mis amigos y yo, cansados de tal espectáculo, el jueves fuimos a la biblioteca, en la que, quitando a la profesora de guardia, no había nadie, estaban todos muy ocupados en sus terrenitos como para dejarlos solos y alguien les borrase las líneas y les quitase un cacho.
Al día siguiente en el primer recreo, empezamos a jugar al “pilla-pilla” por el patio, entrando y saliendo de las líneas que marcaban las zonas. Muchos de los otros niños se enfadaban mucho, nos gritaban e incluso algunos nos amenazaba con chivarse a los profesores, pero en cambio, algunos, sobretodo los de las zonas pequeñitas solo se asombraban de que mis amigos y yo, al no tener nada, nos lo pasábamos mucho mejor que ellos que poseían trozitos pequeños. Algunos, abandonaron su vigilia y se sumaron al juego.

Poco a poco fueron todos abandonando y borrando las lineas restableciendo la normalidad al patio, excepto Francisco y sus amigos, que continuaron en su campo de fútbol jugando solos.

Al fin el patio volvió a ser lo de siempre, todos jugando por todos lados sin importar donde se pisase.

Un saludo a todos.
Consuelo.

T´estimo, estic per tu.

OTRO RELATO MARAVILLOSO... CON TODA LA VERDAD..SIEMPRE HA SIDO ASI,POBRES Y RICOS,,,DE BAJA CATEGORIA Y DE ALTA ,DE LOS QUE QUERIAN SER Y NO PODIAN,Y LOS ERAN Y NO LO MERECIAN..ASI HA SIDO SIEMPRE ...HABIA QUE GANARSE AL RICO PARA..?PARA SER ALGO EN LA VIDA, SI NI QUE?...QUE PENA DE AÑOS ROBADOS CUANDO TODOS ,TODOS SOMOS IGUALES ....